Joan Viar presenta su alegato teatral contra el olvido

D.V.
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La obra de teatro se publica en papel tras imponerse en el XVI Premio 'El Espectáculo Teatral' de Ediciones Irreverentes

El dramaturgo bilbaíno Jon Viar

El dramaturgo bilbaíno Jon Viar presentará este miércoles, 8 de junio, en el marco de la 55 Feria del Libro de Valladolid, su libro 'El hacha y la serpiente', un alegato teatral contra el olvido y la equidistancia moral en medio de los últimos coletazos de la banda terrorista ETA.

Hijo del que fuera miembro de ETA durante el franquismo Iñaki Viar, quien rompería con la banda con la llegada de la democracia y participaría en iniciativas para combatirla como el Foro de Ermua, Jon Viar aborda a través de la ficción la historia de políticos amenazados por el terrorismo y de jóvenes que se ven arrastrados por el mundo 'abertzale' a los brazos del terrorismo.

No faltan en esta obra de teatro, que ahora publica en papel Ediciones Irreverentes tras haber ganado el XVI Premio 'El Espectáculo Teatral', las alusiones a atentados reales que dejaron especial huella en la trayectoria criminal de ETA, como el que acabó en noviembre de 1991 con la vida de un niño de dos años, hijo de un guardia civil, en Erandio (Vizcaya), o el asesinato del socialista Enrique Casas en 1984.

No obstante, la trama, que arranca en 2002 y aborda la etapa final de la banda, recurre a personajes de ficción para plantear un cuadro que permite reflejar distintas aristas de la realidad que se vivía en el País Vasco.

Sin embargo, varios de esos personajes muestran evidentes similitudes con actores de la política vasca de aquel momento que ayudan a contextualizar la historia, protagonizada por Mikel y Ainara, dos jóvenes cuyas vidas acaban arruinadas por su vinculación con ETA.

Mientras Mikel da el paso de formar parte de ETA, el tío de Ainara, un político socialista llamado José Eguiraun, vive bajo la amenaza constante del terrorismo. Asimismo, Eguiraun se enfrenta a su compañero de partido Manu Alcorta por su defensa del diálogo con la banda para tratar de buscar la resolución del conflicto, algo que rechaza el segundo, antiguo integrante de la misma durante el franquismo y que apuesta únicamente por la acción policial para "derrotar al monstruo", al tiempo que alerta contra el oxígeno que, a su juicio, la negociación le proporciona.

Escenas que rozan lo esperpéntico, como discusiones domésticas a cuenta de bajar la basura cuando se está amenazado, pese a la prohibición expresa de hacerlo por el riesgo que entrañaba, o la confusión que generó en el mundo 'abertzale' durante los primeros instantes los atentados islamistas del 11 de marzo, junto a otras más trágicas como los funerales de víctimas del terrorismo, completan una obra que se presentará oficialmente este miércoles a las 19.00 horas en el Café del Teatro Zorrilla, un acto en el que Viar estará acompañado por el periodista de El País Juan Navarro.

DILEMAS ÉTICOS

Los "dilemas éticos" respecto a cómo conseguir el fin de ETA o el funcionamiento cada vez más difícil de la banda ante la presión policial, que en el caso del protagonista lo lleva a incluso a tener que recurrir al menudeo de estupefacientes para poder subsistir mientras sigue dedicado al terrorismo, son otras de las ideas que Viar proyecta en la obra.

El autor ha defendido, en una entrevista concedida a Europa Press, que lo que ha pretendido es construir un relato de un "realismo sucio" que choca con el estilo de la mayoría de sus dramas y en el que "lo más difícil ha sido no juzgar a los personajes", sino mostrar las razones que los mueven, "no para justificar sus actos, pero sí para entenderlos", apunta el dramaturgo, quien admite que figuras como las de Mikel, que se ve arrastrado por una suerte de "inercia social" y el "miedo a no ser aceptado" en su círculo, llegan a obtener la empatía del público a pesar de todo.

En cualquier caso, subraya que "la posición más difícil" en la obra recae sobre Ainara, atrapada entre víctima y verdugo, y a la que su amor por Mikel llevará a una situación límite, una historia con puntos de tragedia griega, como él mismo reconoce.

Jon Viar, quien en 2020 estrenó el documental 'Traidores' --en el que se adentra en el caso de su padre para repasar la historia de ETA--, ha defendido el papel del dramaturgo como "testigo de su tiempo", lejos del refugio de la "equidistancia", para "señalar a la gente aquello que no quiere ver". Así, en 'El hacha y la serpiente' ha buscado, explica, "contar un drama del modo más objetivo posible".

Viar lamenta que este trabajo encuentre "el silencio" de medios y administraciones culturales en su País Vasco natal, donde "muchos optaron por elegir bien para vivir mal" y donde lamenta que haya habido "un final sucio" de la banda terrorista en el que "se ha blanqueado sin condenar el pasado", de forma que "se da la paradoja de que ETA fue derrotada policialmente, pero no políticamente".

'EL ENCUESTADOR'

'El hacha y la serpiente' se ha editado conjuntamente con otra de sus obras escénicas, 'El encuestador', que obtuvo una mención especial en el I Certamen Iberoamericano de Dramaturgia de Castuera (Badajoz), una sátira mediante el teatro del absurdo que evidencia las formas del nacionalismo y el populismo que, aunque en España pueda relacionarse con el 'procés' en Cataluña, "también sirve para reflejar el Brexit, a Donald Trump o a Jair Bolsonaro".

Nacido en Bilbao en 1985, Jon Viar es doctor en Estudios Lingüísticos, Literarios y Teatrales por la Universidad de Alcalá. Profesor en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, es también cineasta, dramaturgo y actor.

En 2014 adaptó y dirigió la obra teatral 'Dido, reina de Cartago', de Christopher Marlowe. También ha realizado dos cortometrajes profesionales como son 'Síntomas' y 'Derbi', y en 2020 estrenó la mencionada cinta 'Traidores', que pasó por la 65 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Entre sus próximos proyectos, Viar reconoce que está trabajando en una adaptación libre y satírica del mito de Edipo y en otro en el que aborda los casos de abusos sexuales en colegios religiosos, sin abandonar el terrorismo de ETA, para lo que se encuentra inmerso en la investigación de la historia de Ramón Baglietto, concejal de UCD en Azcoitia (Guipúzcoa) asesinado por la banda en 1980.