Más de 300 partidos oficiales en Primera División, en torno a 40 entre Liga de Campeones y Europa League, e internacional con la selección española. Sergio Asenjo ha vuelto a casa este verano.

La primera es obvia, ¿cómo te encuentras en este inicio de temporada?

Bien. Es verdad que venía de una pretemporada muy buena, aunque el inicio no ha sido fácil, con tres rivales duros, lo sucedido en Sevilla... ahora más tranquilo, controlando las emociones que me ha tocado vivir en este inicio. Por eso más calmado y esperando que poco a poco se vea mi mejor versión.

¿Te esperabas ser titular desde el primer día?

No. Tampoco vine pensando que iba a ser titular. Hay un porterazo, como es Jordi Masip, que lleva muchos años aquí y que se ha ganado su prestigio, consiguiendo dos ascensos con el Valladolid. Ya lo dije en mi presentación, desde el primer día a pelear por la titularidad y demostrarle al míster que podía contar conmigo.

¿Cómo fue ese primer partido en casa, encima contra tu exequipo?

Por eso digo que ha sido un inicio de temporada bonito, pero a la vez en el tema emocional, difícil. Han pasado estas semanas y estoy más tranquilo. Además, creo que la victoria ante el Almería me dio más tranquilidad, aunque en Girona se nos escaparon puntos al final. A nivel personal me voy encontrando cada día mejor y espero que en los próximos partidos se vaya viendo al mejor Asenjo posible.

Se te vio celebrando el triunfo ante el Almería con muchas ganas y rabia...

Ahí se demuestra todo lo que llevaba dentro. Habían sido varios meses de mucha tensión, de no saber muy bien dónde iba a estar; apareció esta oportunidad, sabiendo lo que podía suponer mi vuelta a Valladolid, con mi familia después de tanto tiempo fuera… volver a casa. Creo que descargué todo lo que tenía dentro.

Te fuiste de aquí con 19 años y regresa con 33 años, ¿qué ha cambiado en ti desde entonces?

A nivel deportivo creo que poco. Sigo teniendo la misma ilusión que cuando tenía 19 años. Si no sería imposible después de tantos años seguir al máximo nivel. Es verdad que madurez, experiencia... son muchos años y muchas las cosas que me ha tocado vivir, tanto positivas como negativas. Todo eso me lo he tomado para reforzarme como profesional y a nivel personal.

¿Y en el club?

Todo. Cuando vine con el Villarreal ya vi que el estadio había cambiado y que los vestuarios, al menos el visitante, eran diferentes. Veo que la infraesctructura va cambiando. Pero cuando vuelvo y me enseñan los vestuarios del primer equipo, la zona del comedor, el gimnasio... todo eso no lo recordaba así. Y cuando subo a las oficinas a firmar, le digo a mi representante: «Esto no era así cuando yo lo dejé». Todo ha cambiado y lo mejor es que para bien. Creo que viendo cómo está el estadio, la ciudad deportiva, cómo se puede trabajar, la zona de fisios... eso hace que el equipo crezca y eso es importante.

¿Por qué aceptaste volver a Valladolid? ¿Tenías otras ofertas?

Claro que había cosas. Quedaba libre tras 9 años en Villarreal y, según está el mercado, cuando quedas libre te surgen oportunidades. Es verdad que, sobre todo, de fuera, importantes, incluso para jugar Europa. Pero salió esta (Valladolid), y me hizo tilín. Vi que era un momento bueno a nivel personal y profesional para volver. Ya lo dije hace tiempo, que no iba a volver a Valladolid en el declive de mi carrera. Y creo que con 33 años, después de olvidar el lastre de lesiones, era buen momento. Así se lo plantee a mi familia, mi mujer y tengo dos niñas pequeñas ( de 3 años y 7 meses). Aquí todos felices y a buscar el objetivo. 

2024 ¿Solo dos años? ¿Con opción a alguno más? ¿Piensas en el futuro? ¿Aquí o quizás fuera?

Dos años con opción a otro. Mi idea no es venir aquí de paso sino hacer un bonito camino. Le hice con 18-19 años, surgió la oportunidad de salir y creo que era bueno para todas las partes. Ahora vuelvo y no pienso en mi contrato, sino en el día a día. Que cada día se vea al mejor Asenjo posible y poder estar aquí muchos años.

¿Te gustaría acabar tu carrera fuera de España o no te planteas eso?

Es que ya, con esta edad, lo que quiero es disfrutar. Venir cada día con la ilusión que tengo de entrenar, de competir con Jordi, que es un porterazo y una persona excepcional, y que se vea bien cubierta la portería y conseguir el objetivo de permanecer en Primera, porque el club y la ciudad lo merece. A partir de ahí, lo que venga en el futuro nadie lo sabe hoy en día; disfrutar cada momento que estoy aquí y veremos lo que pasa en 2-3 años o incluso el próximo.

Más de 300 partidos en Primera desde aquel debut, ¿te acuerdas?

Sí, ante el Villarreal aquí, con 2-0.

¿Quién te lo diría aquel día?

Imposible. No soy mucho de datos, pero tengo amigos en el mundo del fútbol que son enfermos de ello y me lo dijeron. Ya el año pasado me comentaron que si jugaba dos partidos más con el Villarreal hacía 300. No se pudo dar. Pero qué mejor manera que cumplirlos con el Real Valladolid en el sitio donde empecé. Después de todo lo vivido, conseguirlo no es nada fácil y ojalá pueda incrementarla aquí.

Desde aquel debut, aparte de muchas alegrías, has vivido cuatro lesiones graves de ligamento cruzado en sus rodillas... ¿Cómo se superan? ¿Fortaleza física o mental?

Por el amor que tengo a mi profesión. Muchos jugadores dicen que no les gusta el fútbol. A mí sí. En mi casa veo fútbol, comento con mi padre de fútbol, con mis amigos... estoy rodeado de fútbol. Me ha tocado pasar por 4 lesiones, pero en cada una de ellas siempre lo he intentando, sin saber si iba a volver bien o tener que dejarlo. Y así lo he planteado con mi familia, intentándolo en cada una. Y el día que salga al verde y diga no soy el mismo, lo dejaremos. Siempre he puesto todo de mi parte, rodeándome de los mejores profesionales. Por suerte o por trabajo he salido adelante.

¿Te llegaste a plantear la retirada?

Con la tercera de la derecha, se da en un momento en el que estaba siendo el Zamora de Primera, volvía con la selección. Iba todo rodado. Y, de repente... más que físicamente, mentalmente me metió un bajón muy grande porque era como el mejor momento de mi carrera. Fueron más meses que las otras, pero tiré hacia delante. Luego Marcelino me dio la oportunidad de jugar en Europa, jugué una semifinal de la Europa League, debuté con la selección... eso me hizo cambiar el chip del bajón de la lesión.

Los futbolistas, aunque nunca habláis de este tema, en esos momentos, ¿os apoyáis en la familia o en psicólogos?

Yo no he tenido la sensación de necesitar ayuda externa; sí sé de compañeros que lo han utilizado, que para eso está. Por suerte, he estado rodeado de fisios y médicos que les consideraba mis amigos. Y, en parte, han sido como psicólogos tras tratar a muchos futbolistas, muchas lesiones graves. Esa cercanía con ellos, tanto en el Atlético como en el Villarreal, me ha hecho que me apoye en ellos. Ellos han hecho que yo tirase adelante. Lesiones de muchos meses hay días malos, y ahí es donde el fisio y el readaptador te da ese empujoncito.

Ya lo has comentado pero, ¿qué reto te marcas esta temporada y qué vestuario te has encontrado?

Me he encontrado una ilusión tremenda. La plantilla es joven y muchos han debutado en Primera, pero eso hay que usarlo como energía y ambición. Hay otras plantillas que, a lo mejor, lo basan todo en la veteranía y en el control de las emociones. Y nosotros tenemos que tener mucha energía. Tenemos que ser el reflejo de Pacheta, así como es, en el campo. Me he encontrado a una plantilla entregada, de las pocas que he visto con ese ambiente de unión, muy cercano, y creo que esa es la base para conseguir los objetivos. Ojalá que en mayo consigamos la permanencia. Pero si nos fijamos más allá del próximo partido, nos vamos a equivocar. 

Por cierto, ¿quién te convenció para venir? ¿Pacheta o Fran Sánchez o alguien de más arriba?

Hablé con Fran, tuvimos muchas conversaciones. Desde el primer momento, él creía que era muy buena mi vuelta. Sentí su cariño como profesional. Creía que me iba a sentir importante e iba a recobrar la ilusión tras un año complicado en Villarreal. Tras varias conversaciones y una reunión en Palencia, todo era positivo. Luego hablé por teléfono con el míster, me prometió respeto, que es lo que tiene a cada uno de los integrantes de la plantilla, y eso es lo que me he encontrado en el club. Me siento muy a gusto.

¿Cómo es Pacheta? 

Es igual, el reflejo que podéis ver en las ruedas de prensa o en las entrevistas es lo que nos encontramos en las charlas, los vídeos y los entrenamientos. Va de cara con cada uno de nosotros. Tiene una situación difícil porque somos 23-24 jugadores, que todos se merecen jugar. Así lo creo. La decisión de cada once es difícil y él lo siente así, le duele, pero las temporadas son largas y vamos a necesitar de todos y es el mensaje que nos trasmite, que cuanto más unión haya en la plantilla, más fácil será conseguirlo todo.

¿Cómo llevas la competencia con Jordi Masip? ¿Cómo es él?

Es un capitán 10. Ya nos conocíamos de una convocatoria en las inferiores de la selección... sabemos nuestro rol, que es muy complicado. Me ha tocado jugar, estar en el banquillo y en la grada. Y sabemos que tenemos que pelear. Él entrena siempre increíble y yo, como sé lo que aprieta, no me queda otro que estar al mismo nivel. Como dice el míster, son tan largas las temporadas y suceden tantas cosas, que tenemos que estar preparados. Ahora, me toca jugar a mí e intentar que el puesto no se me escape, pero sabiendo que hay una competencia muy alta.

Es, junto a Masip, Escudero, Roque Mesa y Sergio León, de los veteranos... ¡con 33 años!

Los veteranos lo que tenemos que hacer es ayudarnos y ayudar a los más jóvenes y que esa unión de 4-5 veteranos con la ilusión de la gente joven pueda hacer una buena piña.

¿Qué le parece el ambiente que se vive ahora en Zorrilla?

Brutal. Había pasado tanto tiempo que no jugaba de local aquí, que los recuerdos se van olvidando. Ver cómo está enganchada la ciudad con el equipo es increíble. Pasear por la ciudad y ver chavales y gente con camisetas del Real Valladolid, no lo recordaba así. Creo que eso va a hacer que consigamos el objetivo.