Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


La vía Arrimadas

12/12/2019

Desde que Inés Arrimadas se siente la presidenta in pectore de Ciudadanos no ha dejado de proponer al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y al presidente del PP, Pablo Casado un gran acuerdo entre los tres partidos que por una parte evite la dependencia del  próximo gobierno de los independentistas catalanes, y por otra daría a la legislatura una estabilidad que garantizaría la gobernabilidad y que se pudieran abordar las reformas pendientes que garanticen respuestas mayoritarias frente a un previsible declive económico. Es lo que se ha dado en llamar la “vía Arrimadas”.

Lo que Inés arrimadas propone es una suerte de gran coalición ampliada con los diez escaños que aportaría su partido, con lo que llegarían a 221, con distintas formulas, un gobierno socialista en minoría con el apoyo de los otros dos partidos, o con el voto de Ciudadanos y la abstención del PP, para llevar a buen término una serie de pactos de Estado sobre asuntos capitales. Ahora bien, la suma de los escaños de PSOE y PP y partidos regionales que se sumarían a la mayoría permitiría prescindir del partido naranja si, en contra de todas sus declaraciones de incompatibilidad previa, decidieran pactar, lo que no parece plausible.

La futura líder de Ciudadanos, si todos sale como está previsto en el congreso de la refundación, hace de la necesidad virtud para no quedarse fuera de juego, que es lo que ocurrirá si no logra sacar adelante su propuesta de alternativa constitucionalista frente al gobierno progresista dependiente de la abstención de ERC, dado que será la tercera fuerza política de la derecha o centro derecha si rectifica la estrategia que le ha llevado a los magros resultados de noviembre. Un error estratégico que le ha hecho pasar de la posibilidad de haber protagonizado un gobierno de mini gran coalición con el PSOE, según los resultados de las elecciones de abril, a una situación muy subalterna.

Inés Arrimadas mantendrá una reunión con Pedro Sánchez a quien volverá a exponer su proyecto, sin duda ninguna con más voluntad que acierto, no solo porque recibirá la contraoferta de Sánchez de que se sume al apoyo a un gobierno progresista –si es cierta su recuperación de esencias socialdemócratas- que sería suficiente para prescindir de ERC.

Ni Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias quieren escuchar hablar de la ‘vía Arrimadas’. El líder del PP porque ha manifestado que quiere preservar su condición de ‘alternativa’ y porque espera sumar a los ‘naranjas’ a su proyecto de España Suma para la reunificación del centro derecha y evitar la dispersión del voto es este espectro, y de ahí el gesto de prestarle un senador para que tenga grupo parlamentario propio en la Cámara Alta. Y los socialistas porque de Ciudadanos solo le sirve ahora un voto positivo a su coalición con Unidas Podemos.

Pero Inés Arrimadas y el partido que va a dirigir tiene que resolver su contradicción interna que supone disfrutar de gobiernos de coalición que están apoyados por  Vox y a los que no está dispuesto a renunciar. Mientras que Ciudadanos no se sume a los partidos de centro derecha que en el resto de Europa han tejido un cordón sanitario frente a la ultraderecha, su viaje al centro no será tan evidente. La ‘vía Arrimadas’ tiene esa asignatura pendiente.