Tradición e innovación en una cocina familiar

M.B
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Jesús Ramón Fernández nos abre las puertas de uno de los restaurantes con más historia en Tordesillas, Los Toreros, donde el rabo de toro y el gallo de corral al estilo turresilano se entremezclan con la oferta de un moderno gastrobar

José Antonio Blanco, en la cocina de Los Toreros. - Foto: J. Tajes

Julián Fernández, Julián Fernández, Jesús Ramón y Julián Fernández y Julián Fernández. No hay ninguna duda de que Los Toreros es uno de esos lugares en los que se mezcla la tradición de varias generaciones de hosteleros. Al menos tres. Empezó el segundo de los Julianes, «obrero de canasta», que tan pronto trabajaba en la cantera con su padre como trillaba o emigraba a Francia a recoger la remolacha. En 1973 abrió la Fonda Julián, que luego se llamó bar El Torero. Y allí hicieron sus primeros pinitos sus hijos, Pedro, Jesús Ramón y Julián. «Realmente mis inicios fueron un par de fines de semana en el bar Castilla, aprendiendo de pinche, pero a trabajar, como tal, fue en la Fonda con mi padre», recuerda Jesús Ramón, tordesillano de pro. 

Hace justo 32 años, el 25 de noviembre de 1989, abrieron este hotel restaurante: «Siempre hemos sido muy inquietos y queríamos hacer algo más grande y así surgió esta oportunidad». Así que se quedaron con la Fonda y este negocio... aunque por el camino han abierto otros, el hotel Doña Carmen, también en Tordesillas; y Los Toreros de Trabancos, en Sieteiglesias, «recuperando el espíritu original de 'parada y fonda' que llevó a la familia Fernández Higuera» a abrir su primer hotel.

Mientras Julián se encarga del Doña Carmen y Los Toreros de Trabancos, Jesús Ramón guía Los Toreros en Tordesillas, en plena Avenida Valladolid, 26: «Aquí nos hemos ido actualizando. El principal cambio fue en 2016, pasando de una decoración rústica a una más fresca y novedosa». También lo hicieron con la cocina, donde mandan la mujer de Jesús Ramón, Gloria, y José Antonio Blanco.

En ese 2016 pasaron a ser un restaurante y un gastrobar, manteniendo la esencia de su cocina castellana tradicional y sus platos típicos en el primero, añadiendo una cocina más innovadora y contemporánea, en el segundo. «Seguimos contando con menú del día y con un menú especial, pero añadimos la parte del gastrobar, donde se pueden encontrar fish and chips, american fries, crujientes de langostinos o rollitos de queso y miel, entre otros», explican.

El menú diario, por 13,75 euros, cuenta con siete primeros, siete segundos y postre; y el menú especial o top, para los fines de semana, es a elegir entre los platos de la carta, y cuesta 25: «Además siempre ofrecemos sugerencias fuera de carta, como el lechazo o el tostón, pescados... algunos entrantes, como tataki, tallarines o pochas con almejas. Se van cambiando». De eso se encargan Gloria y José Antonio, que lideran un equipo de cuatro personas... aunque el de Los Toreros supera las 40.

De sus fogones salen clásicos, como el rabo de toro guisado al estilo tradicional, estofado con verduritas y patatas fritas crujientes;o el gallo de corral al estilo turresilano, un plato referente de la zona desde hace años, que se lanzó de nuevo al mercado en los años 90. 

El restaurante, que abre de siete de la mañana a cierre todos los días de la semana, cuenta con varios espacios, lo que permite desde la tranquilidad de una mesa alta a la organización de eventos: «Durante muchos años hemos celebrado bodas, comuniones... seguimos haciéndolo, aunque ahora la gente apuesta más por reuniones o pequeños banquetes». Así que la cafetería cuenta con diez mesas; uno de los comedores, con otras veinte; otro de eventos para 150 comensales y dos terrazas: una exterior y una interior, con nombre, Moai: cubierta con cúpula de madera y climatizada todo el año.

Pero Los Toreros no es solo restaurante, es también bar y hotel, con 27 habitaciones y un nutrido movimiento por la situación geográfica de Tordesillas: «Los tres departamentos tienen que funcionar a la perfección». 

«Más de cuatro décadas cuidando de ti, de la Fonda Júcar con la comida casera de la abuela a nuestro recién reformado hotel con la cocina más actual, elaborada y moderna», se lee en su página web. Los Fernández, ahora con Jesús Ramón y su hijo, Julián, son parada obligatoria en Tordesillas.