Uno de cada cuatro delitos se comete ya a través de internet

A. G. Mozo
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El fin de la pandemia atenúa el incremento de las denuncias por ciberdelincuencia, pese a lo cual se superan las 4.000 anuales en una provincia que ha visto cómo se cuadruplicaban en el último lustro

Agente del Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de la Brigada de Policía Judicial. - Foto: J. Tajes

La delincuencia tradicional se está quedando atrás, se está retirando o, simplemente, se va modernizando. Las clásicas carteristas y los sigilosos ladrones de ropa y alimentos que protagonizaban hasta cinco mil hurtos anuales en tiendas y centros comerciales de Valladolid, antes de la pandemia, parece que ahora han migrado a ese anonimato que solo ofrece internet, el medio a través del que se registran ya más delitos en esta era post-covid.

En el caso concreto de Valladolid, la cibercriminalidad acapara ya una de cada cuatro denuncias que se reciben en un puesto de la Guardia Civil o en una comisaría de Policía Nacional. En el último año fueron 4.353 los casos de ciberdelitos que llegaron a manos de las Fuerzas de Seguridad en la provincia, por los 3.409 hurtos anotados en 2021 en las estadísticas vallisoletanas del Ministerio del Interior, que elevan la cifra total anual hasta los 18.073 delitos.

Antes de la pandemia, en 2018, los hurtos eran 4.971, mientras que los ciberdelitos únicamente, 1.201. La cosa iba a empezar a crecer de un modo exponencial hasta llegar prácticamente a duplicarse a lo largo del año siguiente, un 2019 en el que los hurtos bajaron a 4.655 y los ciberdelitos subieron hasta los 2.302.

Agente del Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de la Brigada de Policía Judicial.Agente del Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de la Brigada de Policía Judicial. - Foto: J. TajesEl gran salto iba a llegar en ese pandémico 2020 en el que tanta gente saltó a la compra online, a un nuevo mundo al que también se mudaron los delincuentes en pos de ciberestafas y cibertimos. «En lo que fue la pandemia sí que hubo mucha ciberestafa, ahí notamos un fuerte incremento, porque también se produjo un gran aumento de las compras por internet. Es que en esa época, todo se hacía por internet», según recuerda el jefe del Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional en Valladolid, el inspector Panizo.

Los datos hablan por sí solos. El número total de hechos conocidos de cibercriminalidad saltaba en 2020 hasta 3.971 en lo que parecía que podía ser el techo, pero no fue así, puesto que, a pesar del fin de la pandemia y las restricciones, no deja de crecer. En el pasado 2021 se ha anotado otro incremento de casi el diez por ciento, para volver a elevar ese teórico techo hasta esos 4.353 ciberdelitos registrados en solo un año, a una media de doce al día. Diez veces más de lo que se daba hace una década, cuando lo de la ciberdelincuencia parecía cosa solo de avezados criminales; en 2011, 2012 y 2013, por ejemplo, apenas se daba una media de tres casos cada dos días; medio millar al año.

Casi la mitad de los ciberdelitos que se denuncian en Valladolid son estafas vinculadas con el uso de tarjetas bancarias, hasta el punto de que solo en 2021 fueron más de dos mil los casos de este tipo. El gran problema continúa siendo el 'phishing', la principal técnica que utilizan los ciberdelincuentes para hacerse con las claves bancarias del usuario, si bien ya no solo actúan a través del ordenador, como pasaba antes, sino que han surgido otras técnicas como el 'SMS phishing', para atacar los teléfonos móviles.

'sms phishing'. «Hay que tener mucho cuidado con el uso de los 'smartphone', porque hay también estafas tan específicas como el 'SMS phishing', que te llega un mensaje en el hilo de tu banco, te redirige a una página que imita a la real y cualquier dato que introduzcas, se lo estás dando a los delincuentes. Un phishing puro y duro», alerta el inspector Panizo.