Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


La hora de un transporte metropolitano del siglo XXI

19/02/2023

Entrada ya la segunda década del siglo parece momento para hacer un planteamiento serio sobre el transporte metropolitano en Valladolid, una provincia en la que casi ocho de cada diez habitantes vive en la capital o en su alfoz. El asunto no es nuevo, ni siquiera se ha descubierto recientemente, pero ya lleva demasiados años paralizado y es hora de reactivarlo en un momento de cambio en la movilidad donde debería priorizarse todo lo referente al transporte público. Cerca de 400.000 vecinos en una quincena de municipios es una población suficientemente importante como para reclamar la colaboración de todas las administraciones en la estructuración de un transporte flexible, moderno y ajustado a las necesidades vecinales de cada núcleo urbano. Hace un año ya escribí algo parecido en mi carta semanal y, a pesar de que no tengo ánimo ni pretensiones de influencer, no se ha movido nada desde entonces. Los alcaldes reclaman, pero sus reivindicaciones caen en el más absoluto olvido.
Ante cualquier planteamiento sobre el transporte urbano e interurbano en un área metropolitana lo primero que hay que recordar es el beneficio para todas las partes. Es verdad que cada ayuntamiento tiene sus competencias y debe velar fundamentalmente por sus vecinos, pero cuando existe una penetración e intercambio de personas tan grande como sucede en Valladolid con los municipios del entorno hay que ofrecer soluciones integrales, más allá de quien tenga las competencias, y asumir responsabilidades, incluidas las financieras, por parte de todas las administraciones. Quiero citar expresamente a la Junta de Castilla y León, quien debe liderar este movimiento y desbrozar el camino a través de fórmulas que permitan el nacimiento de un consorcio (o cualquier otra forma de agrupación) para la gestión unificada y racional del transporte en todo el alfoz. La oportunidad la tiene en sus manos, ya que en estos momentos -aunque con bastante retraso, la verdad- se encuentra elaborando el anteproyecto del transporte y se espera que a lo largo del año se pueda conocer el nuevo mapa que fije los trayectos, flujos y condiciones una vez que se adjudiquen los nuevos contratos a partir del verano de 2024 (siempre que se cumplan los plazos previstos por la Consejería de Movilidad).
Los alcaldes reivindican, pero tampoco empujan con la fuerza suficiente para unir sus voces y hacer una propuesta conjunta. Ante la falta de iniciativa de la administración autonómica, los representantes municipales y la Diputación (todos los municipios del entorno excepto Arroyo de la Encomienda y Laguna de Duero) deben presionar para elaborar un estudio de viabilidad que permita un transporte público único para la capital y la quincena de municipios del alfoz, que luego lleve a un compromiso para que Auvasa en solitario o en combinación con otras empresas ofrezca un servicio a los ciudadanos que impulse y fomente el uso del transporte público, tanto durante los días laborables como los festivos, cuando muchos jóvenes se trasladan a las zonas de ocio de la capital o, en sentido contrario, a las fiestas de las localidades cercanas.
Y todo ello va en concordancia con la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones, la almendra central vetada a los vehículos más contaminantes, ya que si queremos evitar los coches en el centro de la ciudad hay que empezar a facilitar a los ciudadanos el transporte con un servicio público que permita prescindir del turismo particular con cierta comodidad. Evidentemente, la escasez de frecuencias y de paradas a lo largo del trayecto dificulta y eso anima a desplazamientos individuales que contaminan y llenan de coches las principales calles y avenidas.
Como siempre, la madre del cordero estará en la financiación, pero 'cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente', como decía el emperador romano Julio César, así que de momento hay que trabajar sin demora en una propuesta seria y viable.