Vecinos y hosteleros buscan cómo conciliar ocio y descanso

A. G. Mozo
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El Ayuntamiento convoca para el día 28 una reunión de la mesa del 'ocio nocturno responsable', un grupo de trabajo que no se reúne desde 2019 y en el que estarán cuatro concejalías, un colectivo de vecinos del centro, hosteleros, Junta y Universidad

Grupos de jóvenes en la zona de copas de San Miguel.

Ruido, suciedad e inseguridad. La progresiva reactivación del ocio nocturno, que ha ido llegando de la mano del ocaso de la pandemia del coronavirus, está volviendo a poner sobre la mesa problemas que parecían olvidados para la ciudad después de año y medio sin apenas actividad en zonas de copas como Coca, Cantarranas, San Miguel y Paraíso. Además, este regreso se produce cuando los pubs todavía tienen abiertas sus terrazas covid, lo que eleva de tal modo el nivel de «contaminación acústica» que ha terminado por soliviantar a los vecinos del centro, que alzan la voz por su «derecho al descanso».

«Tras la pandemia, el problema se ha agravado de manera brutal y se incrementa exponencialmente cada fin de semana. Hablamos de ruido, de suciedad y de seguridad, aunque por ahora no ha habido peleas, pero sí las había antes». Juan Fernández es el portavoz del colectivo de vecinos Zona Centro, que alertó de esta situación en los últimos días de septiembre, con un vídeo y un comunicado en el que solicitaban al Ayuntamiento volver a convocar el grupo de trabajo del 'ocio nocturno responsable', una mesa a la que la pandemia también 'confinó' y que lleva casi dos años sin reunirse.

El empeño de este colectivo ya ha dado sus primeros frutos, con la reactivación de este grupo, que se volverá a sentar a una misma mesa el próximo 28 de octubre, según ha podido saber El Día de Valladolid. El Ayuntamiento ha recogido esta demanda y volverá a enviar a estos encuentros a los concejales de Medio Ambiente, Cultura, Espacio Urbano y Seguridad, en la idea de que el asunto necesita un abordaje multidisciplinar. A la cita también acudirán los vecinos del centro y «representantes de la Junta, de la Universidad y de los hosteleros», detalla Fernández, quien reconoce que «la problemática es compleja», pero no duda de que debe abordarse.

Jóvenes sentados en la acera de Macías Picavea, con la calle llena de suciedad.Jóvenes sentados en la acera de Macías Picavea, con la calle llena de suciedad.«contaminación acústica». La solución para los vecinos pasa, entre otras cosas, por restringir los horarios de cierre, así como por la supresión de las terrazas de los pub. «Igual que se ponen medidas para intentar disminuir la contaminación atmosférica, también queremos medidas para tratar de reducir la contaminación acústica», asevera el portavoz, que recuerda que «no es ir en contra de los hosteleros, ni buscar culpables, pero el problema está ahí».

Más fotos:

Imagen de verano de unos jóvenes en la calle Macías Picavea.
Imagen de verano de unos jóvenes en la calle Macías Picavea.
Jóvenes abarrotando la plaza de Martí y Monsó, en la zona de Coca.
Jóvenes abarrotando la plaza de Martí y Monsó, en la zona de Coca.
Jóvenes invadiendo la calzada en la calle Macías Picavea.
Jóvenes invadiendo la calzada en la calle Macías Picavea.

Es más, el ruido y las invasiones de calles van más allá incluso de los horarios oficiales por los locales de bocatas, que «no cierran en toda la noche»: «Las bocaterías son un problema porque se aprovechan de su licencia de panadería paraestar abiertas a todas horas».