Cuenta atrás en el caso de Traspinedo

A. G. Mozo
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La Guardia Civil sólo tiene hasta esta tarde para convertir en pruebas los indicios contra el único detenido. Ramón C. acumula antecedentes y mintió en sus primeras manifestaciones, pero rechaza cualquier vínculo con la desaparición de Esther López

Operativo de la Guardia Civil en casa del único detenido en Traspinedo. - Foto: Efe

La investigación por la desaparición de Traspinedo vive este martes horas decisivas, una auténtica cuenta atrás para los agentes que llevan el caso. La Guardia Civil sólo tiene hasta esta tarde para convertir en pruebas los indicios que llevaron a la que es por ahora la única detención, la de ese vecino de la zona llamado Ramón C. sobre el que se ciernen todas las sospechas. 

La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Valladolid, encargada de la investigación, decidió arrestar a este vallisoletano de 48 años la tarde-noche del sábado, interrogarle y registrar a fondo el chalé en el que vive, situado a un kilómetro del cruce del restaurante La Maña, en la carretera N-122; allí donde se perdió la pista de Esther López la noche del pasado 12 de enero, allí donde emitió su última señal el móvil de esta mujer de 35 años.

Su mentira sobre una conversación telefónica con la chica, supuestamente producida cuatro días después de su desaparición, centró todas las sospechas en Ramón. Y la Guardia Civil dio el paso de detenerle en el convencimiento que podía tener algo que ocultar, algo que creían iba a acabar confesando con el paso del tiempo en el calabozo o durante la inspección de su vivienda. Pero las 72 horas que permite la ley prolongar un arresto llegan a su fin la tarde de este martes sin que por ahora se haya logrado ningún avance decisivo, tal como detallan fuentes cercanas al caso a El Día de Valladolid

Registro y búsqueda de la mujer desaparecida en Traspinedo (Valladolid)Registro y búsqueda de la mujer desaparecida en Traspinedo (Valladolid) - Foto: Miriam Chacón / ICAL

Él lo niega todo y asegura no saber nada del paradero de Esther. La Guardia Civil ha registrado su chalé con minuciosidad en busca de cualquier vestigio biológico (huellas, ADN...) que sirva para situar allí a la mujer y que empuje a Ramón a confesar todo lo que los investigadores creen que sabe. El único sospechoso no es nuevo en esas lides, ya que acumula antecedentes por amenazas, lesiones, estafa, violencia de género (está divorciado) y homicidio en grado de tentativa; el cometido precisamente hace un año en La Maña tras una discusión con otro hombre al que atacó, presuntamente, con un cuchillo.

Fue en la misma zona en la que vive, la misma donde se pierde la pista de Esther, la misma donde se busca con ahínco a esta chica de 35 años. La Guardia Civil ha desplegado multitud de medios (buzos, dron, helicóptero, perros...) en el entorno del río Duero y el canal que hay cerca de Traspinedo en busca de la desaparecida desde hace ya trece días. Aunque sin éxito. Y el caso está ya en cuenta atrás. Ramón debe ser puesto a disposición judicial esta tarde y será el juez instructor quien decida si hay indicios suficientes para enviarle a prisión... o quedará en libertad.