Diagnóstico precoz, clave ante la artritis reumatoide

D.V.
-

El jefe del Servicio de Reumatología del Clínico de Valladolid lamenta las diferencias de profesionales entre hospitales de la Comunidad, donde los centros pequeños presentan mejor dotación en esta especialidad

Hospital Clínico de Valladolid.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que provoca una inflamación y dolor en las articulaciones, en general de forma simétrica. La enfermedad no se debe al desgaste de las articulaciones, sino a un trastorno del sistema inmunitario, que padece una de cada 200 personas en España, mayoritariamente mujeres y con edades frecuentes entre los 40 y los 60 años.

La prevalencia de las mujeres frente a los varones se relaciona, según todos los indicios, con los estrógenos, que tienen un papel en el desarrollo de las enfermedades del sistema inmunitario, explica a Ical el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Julio Medina, quien aclara que el sistema inmunitario es mucho más activo en el caso de las pacientes.

Durante esta semana se ha conmemorado el día mundial de una enfermedad sobre la que giran diversos mitos y falsas creencias, confundida con asiduidad con la artrosis, razón por la que la farmacéutica Pfizer persigue ofrecer a la ciudadanía información clínica sobre la artritis reumatoide con el fin de aumentar el conocimiento sobre ella y mejorar la prevención y el diagnóstico temprano.

Con un tratamiento correcto se pueden controlar la artritis reumatoide y sus síntomas, porque las erosiones y el daño estructural en el hueso, una vez que se ha producido, son permanentes. Por ello es muy importante un buen diagnóstico y tratamiento precoz, algo que destaca Medina, quien lamenta la diferencia entre comunidades autónomas en relación a la dotación de Reumatología, lo que genera divergencias entre unos territorios y otros, donde "Castilla y León no es, ni mucho menos, una de las regiones mejor dotadas".

Puntualiza que esta tendencia se refleja, de manera paradójica, en los grandes hospitales, ya que los centros sanitarios "más pequeños de la Comunidad están mejor dotados en cuanto al número de profesionales de esta especialidad frente a los de mayor tamaño".

Y es que, hay centros que "no están pudiendo dar un servicio mínimo" para tratar a pacientes con artritis reumatoide, así como con enfermedades reumáticas. Es un problema relevante, porque los pacientes no son capaces de diferenciar lo que realmente les pasa y no dan la suficiente relevancia a los periodos iniciales de la enfermedad, sentencia a Ical el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

Diagnóstico precoz

Este médico asegura que realizar un diagnóstico en un momento adecuado es vital, ya que si se diagnóstica en los primeros tiempos de evolución -a lo dos o tres meses- esa persona responderá de manera favorable al tratamiento, que también será más sencillo.

En cambio, cuando la enfermedad está más evolucionada, dado que hay casos en los que los pacientes llegan a las manos de los reumatólogos demasiado tarde, la respuesta "es diferente y es más difícil lograr que esa persona se sienta bien y sin dolores", donde se requieren tratamientos más complejos y costosos. 

Tal es así que, pocas enfermedades han tenido un desarrollo en cuanto los tratamientos eficaces en los últimos 20 años como la  artritis reumatoide, precisa Medina, quien reconoce que es muy raro que, hoy en día, no se pueda tratar adecuadamente con todos los tratamientos con los que se dispone.

El tratamiento integral de la artritis reumatoide engloba tratamiento farmacológico, fisioterapia y utilización de prótesis, aunque no se trata de un único a largo plazo, al tener una duración limitada y eso implica mucha variabilidad. No obstante, es importante seguir las pautas del reumatólogo para lograr que la enfermedad esté controlada y el paciente pueda seguir una vida normal. 

Síntomas y asistencia

Los síntomas asociados a la artritis reumatoide, como la inflamación y el dolor, sí son reversibles y con un tratamiento adecuado mejoran en poco tiempo. No se pueden revertir, por ahora, las lesiones óseas y el daño articular cuando ya ha aparecido, sólo se puede evitar que sigan progresando. 

Según la información recabada por Pfizer y recogida por Ical, los síntomas más habituales se relacionan con el dolor en las articulaciones, que aparece o se incrementa tras el reposo, y mejora con el movimiento y cuando se practica ejercicio; la inflamación y sensación de calor, especialmente en manos, muñecas y pies; sentimiento de fatiga, debilidad física y pérdida de energía; rigidez matutina y movimiento limitado de alguna articulación.

La artritis reumatoide es un trastorno crónico que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, especialmente a la membrana que reviste las articulaciones. Por contra, la artrosis cursa con dolor e inflamación de las articulaciones, pero su origen es el desgaste del cartílago y se relacionada con la edad, el sobrepeso y las lesiones articulares.