«Se ha apostado muy fuerte por el arte realizado en España»

M.Rodríguez
-

El centro cumplió en junio 20 años y para celebrarlo se han programado cinco exposiciones para poner en valor tanto la rehabilitación del inmueble, , como el fondo de más de un millar de obras pertenecientes a la Colección Arte Contemporáneo

100822JT_0019.JPG - Foto: J.T.

El Museo Patio Herreriano de Valladolid está de celebración. El centro cumplió en junio 20 años y para celebrarlo se han programado cinco exposiciones para poner en valor tanto la rehabilitación del inmueble, el antiguo monasterio de San Benito el Real, como el fondo de más de un millar de obras pertenecientes a la Colección Arte Contemporáneo. 

Una propuesta donde su director, Javier Hontoria, quiere subrayar el apoyo al arte realizado en España a partir de sus lecturas de la colección y de la apuesta por valores consagrados y por las jóvenes promesas nacionales que han caracterizado su programa, sin olvidar abrir una ventana para asomarse al panorama internacional.   

¿Qué balance hace de estos meses de celebración?

Estamos muy satisfechos por cómo ha ido la celebración. Nosotros queríamos hacer un programa de  exposiciones y actividades que nos definiera como museo, de alguna manera. Lo que hicimos fue tratar de prestar atención a las singularidades que mejor definen al museo que son, fundamentalmente, nuestro espacio y nuestra colección.

¿Y cuáles son los ingredientes básicos del programa?

Hemos querido hacer un homenaje al arquitecto que renovó la Capilla, el espacio más emblemático, y el museo en general. Se trataba de poner en valor el lugar tan singular que tenemos, que es una de las arquitecturas más interesantes de España en el ámbito de los museos. 

Y luego está la colección.

Nuestra colección es una de las más importantes de España. Y en esta ocasión hemos puestos especial atención en la figura de Ángel Ferrant, que es un tipo esencial para comprender la deriva y el desarrollo de las vanguardias en España. Es una persona siempre relevante en todas sus épocas y fases de su carrera.  

En este aniversario también se mira fuera de Valladolid.

En este aniversario hemos prestado atención al espacio, con la exposición de Juan Carlos Arnuncio, y a la colección a través de la expo de Ferrant y al potencial que tendría el museo de asomarse a la escena internacional con la muestra de la colección de Patrizia Sandretto, que es una colección privada que nos permite conocer otros modos de coleccionar. 

Una programación que no olvida la fotografía.

Sí, la fotografía es un lenguaje que es muy popular en Valladolid, que gusta mucho. Tenemos una afluencia de público estupenda a la exposición antológica de lo que ha venido ocurriendo en España entre las décadas de los 50 y los 80, que son las tres décadas clave para entender un poco el desarrollo del medio.

En un plano local, ¿se ha conseguido conectar con la ciudad?

Las cifras que estamos teniendo son estupendas.

¿Se mejoran visitantes en una comparativa con la etapa prepandemia?

Las cifras que estamos teniendo son realmente interesantes para la época en la que estamos. El verano es una época y el otoño es otra. Ya sabemos que el otoño en Valladolid es importante y todas las muestras y exposiciones se van a prolongar en su mayoría. Los datos del verano nos indican que la propuesta ha tenido una acogida muy interesante. 

¿Y se está consiguiendo la proyección nacional e internacional del museo?

Lo que estamos viendo es que los medios de comunicación nacionales están prestando atención a lo que viene haciendo el Patio Herreriano, no solo con motivo del aniversario sino desde hace tiempo. Es bastante habitual que el museo aparezca en sus páginas y eso es interesante para la ciudad. Estamos muy satisfechos de cómo está funcionando el Patio Herreriano en términos mediáticos.

 ¿Y eso se traduce en visitantes?

Sí, lógicamente las visitas aumentan en función de la repercusión mediática que tiene el museo.

Este aniversario también es un buen momento para pensar hacia dónde debe ir el museo.  ¿Cuál es su planteamiento?

En los últimos años se ha hecho una apuesta muy fuerte por el arte realizado en España. Me parece que somos el museo más indicado. Nuestra institución realmente es un lugar que se presta mucho a incidir y poner en valor el arte realizado en España. Eso se continuará. Y queremos empezar a asomarnos al escenario internacional para poner en contexto qué relación hay entre la creación plástica de nuestro país y la internacional. Vivimos en un mundo global y es evidente que tenemos que saber qué se está haciendo fuera.

¿Cuál será la guinda del pastel en la programación para celebrar este aniversario?

Tenemos una exposición que creo que va a ser formidable del artista Alberto Peral. Se instalará en la Capilla. Se inaugurará el 24 de septiembre. Y luego tenemos otra, muy importante, en colaboración con el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), del cartelista valenciano Josep Renau. Es una figura esencial para entender el arte de vanguardia en España y el modo en que se van fraguando los diferentes momentos históricos en el siglo XX. Tenemos muchas ganas de presentarla. 

También habrá otra con fondos de la colección.

Sí, en noviembre habrá otra exposición de colección en la que vamos a explorar qué ocurría en el ambiente artístico español en 1987, que es el año en que empieza a forjarse la colección. Esta colección da sentido al museo y es importante que ya no solo a través de Ángel Ferrrant sino que a través de lo que ocurrió en los años ochenta se pueda ver el momento histórico de su formación.

En la comunidad hay cinco museos de arte contemporáneo. ¿Esta pluralidad impide que alguno de ellos despunte como centro de referencia? ¿Son viables las colaboraciones?

Tenemos una relación estupenda con todas las instituciones. Y en términos de préstamos de obra y movimiento de las colecciones las relaciones son estupendas.

¿Hay sobreoferta?

Valladolid es una ciudad de 300.000 habitantes, a una hora de Madrid. Tiene todo el sentido del mundo que la ciudad tenga un museo de estas características. 

En este sentido, ¿ha sido beneficioso en cuanto a visitas el cambio que se ejecutó hace años que conllevó el traslado de la sala municipal de exposiciones de San Benito al Patio Herreriano? ¿Ha funcionado esa sinergia?

Somos muy conscientes de que hay un público muy interesado en la fotografía en Valladolid. Cuando llegué se había trasladado la sala y vi que había un programa muy fuerte de fotografía. Se ha mantenido porque somos muy conscientes de que la fotografía gusta mucho. Y de echo, hemos programado una exposición antológica, con casi 350 obras que delata el interés en satisfacer esa demanda. Y la fotografía seguirá ocupando un lugar importante, como es lógico.

Desde el Ayuntamiento se ha planteado en más de una ocasión la necesidad de adquirir obras de artistas locales para sumar al fondo del museo. ¿Ha habido alguna adquisición?

Sí, se está adquiriendo. Estamos trabajando en adquisiciones, como obras de Félix Cuadrado Lomas.

El museo tiene un presupuesto superior a los 1,2 millones. En este tiempo han explorado opciones de patrocinio y mecenazgo. ¿Será algo que se refuerce en el futuro?

Como todos los museos de España, se saca partido de todos los espacios del centro. Y trabajamos muchísimo con patrocinios y relaciones con las empresas privadas. Algo que se ha hecho en el aniversario. Pero también hemos tenido otras muchas exposiciones en las que ha habido participación de la empresa privada. Me parece esencial la colaboración de lo público y lo privado, y seguiremos en esa línea.

¿Pero no resulta fácil?

No es fácil en ningún caso, ni para ellos ni para nosotros. Pero seguimos trabajando para conseguir más aportaciones.

¿Qué necesitaría, a nivel presupuesto, este museo para poder dar un salto cualitativo?

Cuantas más administraciones se puedan involucrar, mejor. Y cuanto más se sume mejor, en todos los sentidos. Y en ese sentido, cualquier ampliación de presupuesto siempre es bienvenida. Nuestra intención es seguir apostando fuerte por el español.

Pero, ¿el presupuesto les da margen para sus proyectos?

Entre lo que podamos ampliar de presupuesto para el año que viene y lo que podamos encontrar en nuestra relación con las empresas privadas pues trabajaremos.

Y en la parte educativa y didáctica, ¿cómo se está trabajando?

Estamos muy satisfechos porque tenemos un nuevo responsable de Educación y estamos haciendo muchas cosas nuevas. La educación siempre ha sido muy importante en el museo. Tiene un equipo que trabaja muy fuerte en la relación con los chavales de Valladolid. Hemos hecho una exposición de Ángel Ferrant que quiere marcar el tono del sistema educativo y pedagógico del museo para el año que viene. Como museo estamos obligados a aportar herramientas para comprender el mundo desde otra perspectiva. Este trabajo se hizo muy visible y se enfatizó mucho durante la pandemia. 

En pandemia, se potenciaron las visitas online. ¿Es una vía que se seguirá explotando?

Espero que no se vuelvan a dar circunstancia para que se cierren las visitas físicas. La experiencia in situ frente a la obra de arte es algo fundamental. Lógicamente las nuevas tecnologías nos permiten adoptar nuevas estrategias y nos dan nuevas herramientas. Pero la experiencia física es clave.

Una sala muy importante para los artistas locales es la Cero. ¿Cómo de determinante para su trayectoria es exponer aquí?

Un ejemplo muy bueno es Belén Rodríguez, una artista vallisoletana que participó en la convocatoria para artistas locales de la FMC y expuso en esa sala. Esta artista formó parte después de una exposición colectiva muy grande dedicada a la pintura en España que hicimos hace un año y medio. Y próximamente va a hacer una exposición con un proyecto específico para la Capilla, que es a lo máximo prácticamente que puede llegar un artista en Valladolid en este museo.