Valladolid incinera cadáveres llegados de Madrid

Ical
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Las funerarias de la capital hicieron un llamamiento a otras provincias ante el aumento de trabajo por el Covid-19

El colectivo ha explicado que la estrategia de vacunación de la Junta no contempla específicamente la vacunación del sector de los servicios funerarios.

El elevado número de fallecimientos registrados en Madrid como consecuencia de la pandemia por el coronavirus Covid-19 llevó hace unos días a las funerarias madrileñas a hacer un llamamiento a otras provincias para que puedan hacerse cargo de incineraciones de cadáveres procedentes de la capital de España ante el colapso que allí se vive. A esta llamada ha atendido la provincia de Valladolid, que desde hace unos días incinera en alguno de sus hornos víctimas llegadas desde Madrid. 

Es el caso de la funeraria ‘La Soledad’ de Medina del Campo, donde llevan días viajando a Madrid para recoger cadáveres de personas afectadas por el Covid-19 ante el “colapso” que se vive en la capital de España. Calculan que pueden estar incinerando hasta ocho cadáveres diarios procedentes de la ciudad vecina y que en estos días han recogido al menos 80. Son los trabajadores de la funeraria medinense los que se desplazan hasta Madrid porque allí tienen “un problema de logística y de vehículos”, ya que el traslado supone al menos cinco horas entre ida y vuelta. 

“Nosotros pudiendo, algo les quitamos”, reconocen a Ical desde la funeraria, donde no han percibido por el momento un descenso en la incidencia de la pandemia. “En Madrid hay mucha acumulación” y se está incinerando a personas “muertas hace una semana”. Además, toda protección es poca, aunque cuando llegan a Madrid tan solo tienen que recoger el féretro con el cadáver ya preparado, si bien luego lo rocían “con lejía rebajada” y también la caja, para así evitar posibles contagios. 

En la funeraria ‘El Carmen’ de Medina del Campo no se han encargado de incineraciones de víctimas procedentes de Madrid, pero sí de otras provincias de Castilla y León como es el caso de Salamanca o Ávila, un trabajo que se ha desarrollado “a demanda” pero que ha sido “puntual” durante “unos pocos días”, lo que apunta a que la situación vuelve a su cauce y los crematorios de estas provincias vuelven a ser “autosuficientes” para atender la demanda que tienen.

Desde la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), que representa el 80 por ciento de los servicios funerarios, se confirmó que el traslado de cadáveres a otras comunidades se está dando en el caso de muchos territorios, y no siempre los más próximos a Madrid. Este hecho viene provocado por el importante aumento en el número de incineraciones en relación a lo que es habitual, algo para lo que no existe una explicación definida, ya que no hay obligatoriedad de proceder a una cremación en el caso de que una persona fallezca por coronavirus. 

Independientemente de la fórmula elegida por las familias (incineración o inhumación), las medidas de seguridad son muy elevadas y “no hay riesgo”, ya que el cuerpo ese introduce en una bolsa estanco con un líquido protector. 

Al margen del trabajo que se desarrolla en Medina del Campo, el presidente de la Asociación de Servicios Funerarios de Valladolid, Florencio Vázquez, explicó que por el momento no han recibido peticiones desde Madrid para hacerse cargo de incineraciones procedentes de la capital de España, algo que se haría “de forma puntual”. En esta línea, Vázquez se preguntó a qué es debido el elevado incremento en el número de incineraciones en Madrid en las últimas semanas porque insistió en que “no hay obligatoriedad” de incinerar a las víctimas de Covid-19. 

En la provincia de Valladolid hay diez hornos crematorios (dos en Medina del Campo, uno en Peñafiel y siete en Valladolid capital) que en funcionamiento “a un ritmo muy alto” supondría atender la demanda de unas 60 personas cada día, aunque Vázquez recordó que no hay que olvidar que están también las opciones de los entierros, por lo que insiste a la hora de preguntarse por el aumento tan notable de las incineraciones en Madrid. 

De cualquier forma, explicó a Ical que ya se había “colaborado” para conocer las instalaciones y recursos de los que se podría disponer en el caso de que se produjera “algún tipo de descontrol” porque no se contempla “un colapso” en Valladolid pese a que pudiera producirse “un repunte”, aunque si la tendencia es decreciente, como se dice, lo normal es que se reduzcan los casos que se han atendido “hasta el momento bien”. 

Lo que sí se ha percibido, según Vázquez, es un aumento del trabajo de en torno al 50 por ciento en las últimas tres semanas, aunque en cada localidad influye “de forma puntual” y mientras que en algunas zonas no se ha notado apenas la presencia de la pandemia, en el caso de Valladolid sí que ha aumentado la actividad de los servicios funerarios. 

Ávila

En la provincia de Ávila se ha notado sobremanera la proximidad con Madrid, lo que ha incrementado notablemente el mes pasado la actividad del crematorio municipal, donde a lo largo del mes de marzo se produjeron 116 incineraciones. De ellas, 101 tuvieron lugar en la última quincena de marzo, un dato que un año antes había sido de 19, según fuentes del crematorio municipal. 

La influencia de Madrid ha sido más evidente en comarcas como el Valle del Tiétar o Alberche-Pinares, donde han fallecido muchos mayores cuyas familias residen habitualmente en Madrid. En condiciones normales, estas personas habrían sido trasladadas a Madrid tras su fallecimiento, pero en estas circunstancias han sido atendidas en Ávila y suponen alrededor del 20 por ciento de las incineraciones. 

 A ello hay que sumar que en este periodo ha aumentado el número de fallecimientos, muchos de ellos como consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid-19 y que también, como está ocurriendo en otros territorios, han aumentado las incineraciones como opción elegida por las familias.