La gestión del bar de la Pérgola sale a licitación por 2 años

M.Rodríguez
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La rescisión del contrato al anterior concesionario impidió su apertura este verano. También se va a revocar la adjudicación de Los Álamos. La terraza del Museo de la Ciencia abrirá en octubre

090822JT_0069.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Renovación total de las concesiones de gestión en tres terrazas de propiedad municipal. Por un lado, hasta el 19 de agosto está abierto el proceso para gestionar dos años La Pérgola del Campo Grande. Esta terraza es una de las islas verdes del centro de la ciudad preferida por los vallisoletanos para refugiarse de las altas temperaturas. Pero este verano ha sido imposible disfrutar de una caña  bien fría o un tinto de verano en su bar porque el adjudicatario de la concesión desistió de la misma en diciembre.

Esto obliga al área de Planeamiento Urbanístico y Vivienda a tramitar  la liquidación del contrato y fijar la sanción oportuna. A la vez se está tramitando por vía de urgencia una nueva licitación para encontrar un gestor para dos años. Desde el Consistorio se considera «necesario» que en esa zona del Campo Grande se preste este servicio de hostelería, al menos durante este tiempo. Aunque en la misma licitación también se apunta que se está estudiando «un modelo integral de explotación del bar». «No se quiere plantear la Pérgola como un bar más, sino con un carácter más cultural y social», apunta el concejal de Planeamiento, Manuel Saravia.

 En esta ocasión el pliego fija un canon total de 67.500 euros, de los que 33.750 corresponden al inicial y otra cantidad similar a los anuales. Como referencia está la adjudicación de la concesión en 2012, que fue por diez años, donde el canon inicial se estableció en 151.051 euros y el anual en 25.052. En este caso, el concesionario corría con los gastos de organización de cuatro bailes con orquesta al año. Algo que también se planteó  puntuar en este concurso, pero finalmente se ha optado por una opción donde se «refuerzan» los criterios sociales y ambientales. En los pliegos también se fija que se pueden hacer mejoras con la aportación de bienes muebles para la hostelería, como máquinas de hielo, mesa de trabajo o mobiliario para la terraza. Además, también se valorará  la aportación voluntaria de otros bienes complementarios o de mejor calidad. 

090822JT_0084.JPG090822JT_0084.JPG - Foto: Jonathan TajesTerraza del museo. Otra concesión municipal que estaba en liza era la de la terraza del Museo de la Ciencia.  Su gestión se ha adjudicado al cocinero Javier Peña, que ya regenta el restaurante del museo. En esta nueva etapa, el espacio bautizado como  La Casa del Sol, se abrirá en octubre, tras la obras necesarias par su acondicionamiento, y ofertará además conciertos y espectáculos.

 

Los Álamos. El área de Patrimonio afrontará en menos de un mes el expediente de rescisión de concesión del bar de Los Álamos, en Las Moreras. Se había dado a los concesionarios en mayo un último plazo de 115 días para concluir sus obras y reabrir ya el espacio. Pero no se han retomado y los técnicos municipales ya se están preparando para afrontar el farragoso proceso de rescisión, que incluye consulta al Consejo Consultivo y sanción económica, para después volver a licitarlo.

El proyecto para recuperar este bar, que lleva en ruinas años, fue adjudicado, tras dos intentos fallidos en 2012 y 2014, en diciembre de 2018. La inversión fijada superaba el millón de euros, con un canon de 36.000 euros al año y una concesión por 19 años y nueve meses menos un día, «pudiendo ser objeto de una prórroga única, por un plazo de cinco años».

La empresa adjudicataria fue Gastromorfosis, propietaria del Atypikal. Pero la pandemia trastocó sus planes iniciales de tenerlo en funcionamiento en poco más de un año bajo el nombre de Okapi. A principios de 2021, desde el Ayuntamiento, al no constar indicios de obra se dictó un decreto de audiencia, para pedir explicaciones. Un mes después, la empresa solicitó una ampliación en el plazo. En junio, el área de Patrimonio concedió otros seis meses para empezar la obra y cuatro más para ejecutarla. Se tardó pero comenzaron en febrero de este año, pero poco después volvieron a paralizarse y en marzo se constató que solo se habían realizado un 4% de las mismas. Así que, a pesar de las alegaciones de la adjudicataria, el pasado 11 de mayo (tras iniciarse un procedimiento de penalidades -sanción- y un requerimiento inicial) se confirmó, por decreto, el último plazo de 115 días para tener el restaurante listo; que concluirá el 3 de septiembre. Ese día, se anulará la concesión y se buscará volver a licitarla.

El proyecto constaba de dos plantas, cada una de ellas con un ambiente diferente, y dos terrazas externas; además de 20 trabajadores y una capacidad en su interior para unas 120 personas (60 por planta), aparte de las terrazas. Un diseño que ahora se podría redefinir por completo.