El calor y la sequía que lleva registrando la provincia durante los últimos meses está teniendo consecuencias en el campo. Una clara muestra de ello es la situación de las vides de las denominaciones de origen Cigales, Rueda y Ribera del Duero a tan solo unas semanas de que comiencen las labores de vendimia. Menos racimos, más pequeños y con un adelanto de entre diez y quince días en su maduración debido a las asfixiantes temperaturas. 

La preocupación entre las bodegas de las denominaciones es elevada, con unas previsiones inferiores entre un 15 y un 20 por ciento en comparación con otros años y un adelanto en la vendimia de unos días. 

El presidente de la Asociación de Bodegas de Ribera del Duero, Iker Ugarte, indicó que las vides están paralizadas debido al calor. «Se cierran y no hacen la fotosíntesis, lo que imposibilita que la uva continúe su proceso de crecimiento», indicó. Las uvas están en pleno proceso de envero (cambio de color) y desde ese momento es tradicional que se comience la vendimia en unos 40 días. «Este no es un año normal y seguro que tardan menos. Puede ser que a mediados de septiembre ya estemos en vendimia», indicó. Eso sí, apuntó que la situación puede cambiar dependiendo de las condiciones climatológicas que se presenten durante el próximo mes. «Lo que parece claro es que las variedades blancas se van a empezar a primeros de septiembre». 

El director de la DO Rueda, Santiago Mora, quiso ser prudente a la hora de valorar la cantidad de uva que se recogerá, pero sí indicó que se trata de una campaña «que viene muy adelantada». Mora manifestó que las bodegas podrían comenzar a vendimiar en la semana del 22 al 28 de agosto. «La calidad de la uva es muy buena debido a que no ha habido ningún tipo de problemas por la humedad este año», aunque evidentemente será de una cantidad inferior a años pasados. 

Los viticultores ya han avanzado que el precio de la uva debería ser elevado este año teniendo en cuenta que habrá menos que en una campaña normal. 

Pérdidas. Por su parte, la directora técnica de Cigales, Águeda del Val, indicó que la vendimia comenzará en la primera semana de septiembre, con un adelanto de entre diez y quince días en comparación con otros años. «La uva está muy sana y eso va a venir muy bien para la elaboración de tintos, pero no para el resto». Del Val aventuró pérdidas económicas para las bodegas por la reducción entre un 10 y un 20 por ciento en los kilos de uva recogidos. «Se nota mucho que la sequía ha mermado la cantidad, aunque sea de muy buena calidad».