Se recupera la tasa pero se demora la nueva ordenanza

M.Rodríguez / M. Belver
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Las 1.350 terrazas que pueden renovar licencia se beneficiarán de un 40% de bonificación, salvo las ubicadas en plazas de aparcamiento, y se regirán por la ordenanza aprobada en 2015

Se recupera la tasa pero se demora la nueva ordenanza - Foto: Jose Carlos Castillo

Los dueños de los 1.350 negocios hosteleros de la capital que pueden optar a renovar su licencia de terraza tendrán este año una bonificación del 40% después de dos años de carencia. Este acuerdo del equipo de Gobierno con el sector es un paso previo a su abono total en 2023. La nueva ordenanza fiscal ya se ha aprobado inicialmente y estará en exposición pública hasta el próximo 21 de abril. Una vez contestadas las posibles alegaciones se procederá a su aprobación completa y se iniciará el proceso de renovación.

Las tarifas fijadas conllevan que cada hostelero debe pagar según la categoría de la calle donde se instala. En la capital hay tres y el precio por metro cuadrado ocupado va de los 40,20 euros de una de primera categoría, como la Plaza Mayor, a los 30,68 de una de segunda, como puede ser la calle Profesor Adolfo Miaja de la Muela, en Parquesol. La tercera categoría es la más barata y baja a los 21,16 euros por metro cuadrado, que es lo que pagará un negocio de la calle Alberto Fernández en Rondilla o la calle Albacete en Delicias.

Cada terraza deberá respetar los croquis correspondientes a las autorizaciones ordinarias de terrazas de 2019 que, además, deberán estar expuestos de forma visible en el establecimiento. Además, la tasa fija un recargo del 35% para las que se instalen en vías peatonales. También deberán sumar un 10% cuando el negocio instale toldos, sombrillas u otros elementos. Si se usan calefactores, climatizadores, alumbrado, pantallas de vídeo sistemas de sonido u otros elementos que precisen fuente de alimentación hay que añadir otro recargo del 5%. Los que tengan estructuras de cerramiento fijas o semipermanentes también deberán sumar otro 30%. 

Las terrazas que se han instalado en plazas de aparcamiento autorizadas tendrán un recargo del cien por cien (es decir, el doble). Estas son la única excepción que se mantiene de las medidas extraordinarias en pandemia, que inicialmente se limita a este año, aunque el concejal matiza que no hay decisión tomada al respecto.

Ordenanza.

Lo que ha quedado en segundo plano es la aprobación de una nueva ordenanza que regule la instalación de las terrazas. El borrador que se había elaborado antes de la crisis de la covid-19 no se pudo tramitar. «Hay que retomar la nueva normativa, pero ahora mismo no es la prioridad», reconoce Vélez. 

Ese borrador establecía cambios importantes como la prohibición de las terrazas fijas. De momento, el Ayuntamiento ya no da este tipo de licencias aunque no ha obligado a levantar todas las que ya existían, como era la pretensión inicial. «Este tipo de estructuras fijas se consideran como una concesión y eso debe llevar otro tipo de tramitación. La licencia se renueva anualmente y las concesiones tienen otro temporalidad y otras condiciones», recalca el concejal. Vélez también aboga por el diálogo frente a las sanciones para corregir las incidencias que se detectan y por eso las multas son mínimas.