El paseo de "la unidad" de Ayuso

D.V.
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La presidenta de la Comunidad de Madrid recibe el cariño de los vallisoletanos en el 'stand' electoral del PP de Valladolid, y les pide: "No os dejéis dividir"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de Valladolid - Foto: Ical

Exactamente a las cinco en punto de la tarde, y tras descansar después de la comida-mitin celebrada junto a Alfonso Fernández Mañueco, Isabel Díaz Ayuso hizo aparición a la puerta del hotel Meliá Recoletos de Valladolid. Algo pálida pero sonriente, dispuesta a emprender un paseo que comenzó con un cariñoso saludo a la mascota de una mujer que se acercó a agasajar con palabras la labor de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Ayuso emprendió la marcha, rápida, acompañada por el candidato número 1 a las Cortes del PP por Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el presidente provincial de la formación popular, Conrado Íscar.

No tardaron ni dos minutos en aparecer los grupos de jóvenes y no tan jóvenes deseosos de hacerse una fotografía con la presidenta madrileña. No obstante, la alta velocidad puesta por el séquito de Díaz Ayuso hizo que, salvo dos o tres paradas de rigor para esas fotos, se alcanzase la plaza Zorrilla en menos de cinco minutos. Ahí, viraje hacia Miguel Íscar para, oficialmente, visitar la sede del PP de Valladolid, situada en la calle Alcalleres, aunque ya de paso se evitase que la presidenta madrileña pasase junto a la caseta electoral de Vox. Cosas del directo.

Tras varios giros hasta llegar a dicha sede, fotografía en el portal y, sin llegar a subir a las instalaciones populares, nuevo viraje por Montero Calvo para desembocar, esta vez sí, a la calle Santiago, donde cerca de dos centenares de personas formaban un paseo triunfal por el que la presidenta madrileña pasó entre aplausos y gritos de '¡Isabel!' mientras saludaba a los balcones donde varios curiosos también aprovecharon el momento para fotografiar a la líder popular.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de ValladolidLa presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de Valladolid - Foto: Ical

La nube de móviles también estaba en la calle, donde las fotografías, vídeos y algún que otro 'selfie' de los afortunados que pudieron acercarse a la presidenta madrileña se sucedían hasta que la comitiva alcanzó la caseta del Partido Popular, donde Jesús Julio Carnero fue el encargado de hacer de maestro de ceremonias para agradecer la presencia de los 'ayusers' y pedirles "la misma ilusión para llenar las urnas el 13 de febrero de votos para Alfonso Fernández Mañueco", lo que levantó tímidos gritos de '¡Presidente!' dedicados al candidato popular a revalidar la Presidencia de la Junta, ausente del paseo por encontrarse preparando el debate electoral de mañana.

Tras varios problemas de sonido que impedían que la multitud oyese las palabras de Ayuso, por fin su voz se alzó en un mitin improvisado para agradecer el "cariñoso recibimiento" otorgado por los vallisoletanos y pedir el voto para Mañueco porque "mucho está en juego el domingo" al encontrarse el país atravesando "tiempos difíciles".

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de Valladolid
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de Valladolid - Foto: Ical
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de Valladolid
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea por las calles de Valladolid - Foto: Ical

"Nos han intentado dividir entre izquierda y derecha, mujeres y hombres, pero ningún país dividido crece", aseguró la presidenta madrileña, que ensalzó la comunión existente entre Madrid y Castilla y León, que "hace tiempo fueron una", y ante esa perspectiva llamó a "buscar lo que nos une". Porque "todos somos españoles y vivimos en un gran país por el que merece la pena trabajar", aseveró la líder popular, antes de hacer un último llamamiento a "pelear por lo que nos une" el 13 de febrero, con un pequeño lapsus que convirtió ese día en 23F, y que concluyó con un "no os dejéis dividir".