La jueza del caso Esther reclama información sobre el coche

D.V.
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El dispositivo electrónico fue manipulado el 1 de febrero y el 2 de abril

Imágenes del coche de Óscar, recogidas en el informe elaborado que ya ha sido puesto a disposición de las partes. - Foto: Europa Press

La titular del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid, encargado de la investigación del caso Esther López, la joven de Traspinedo desaparecida y encontrada muerta hace más de un año, ha dictado un auto que tiene como objetivo conocer quién ayudó al principal sospechoso, Óscar S., a realizar el doble borrado en la centralita de su vehículo.

Este auto, reclamando información a las compañías de telefonía, se produce después de que la Guardia Civil solicitara autorización para contar con la colaboración de las operadoras. Además, la jueza hace referencia en su auto a un informe del perito judicial de la empresa Seada, en el que se señala la existencia de dos borrados intencionados de los registros de eventos y averías recogidos en los sistemas electrónicos de vehículo. Dichas operaciones, según el informe, habrían sido realizados por técnicos con altos conocimientos en materia de electrónica del automóvil, apuntaba dicho informe.

El primer borrado se realizaron el 1 de febrero de 2022, a las 13,54 horas, mientras que el segundo tuvo lugar el 2 de abril de 2022, a las 11,05 horas. Además, se añade que obtenida la información y tras su análisis policial por los técnicos del Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo, de la Unidad Operativa de la Guardia Civil, se determinó que entre las 13,51 y las 14,07 horas, del 1 de febrero de 2022, el dispositivo electrónico del coche del acusado podría estar en la N-122, a su paso por el núcleo urbano de La Cistérniga. En lo que respecta al segundo borrado, el del 2 de abril de 2022, el coche del principal sospechoso, se encontraba estacionado en la calle González Silva, también en La Cistérniga.

El objetivo, según se explica en el auto al que ha tenido acceso Ical, es conocer cuántos números de abonados telefónicos se encontraban conectados a las diferentes celdas de telefonía que ofrecían cobertura a los puntos en los que se encontraba el vehículo del investigado en el momento de cada uno de los borrados, así como la identificación de sus titulares y usuarios, ante las circunstancias probables de que el responsable del borrado portara su móvil.