Cuatro colegios mayores, 'obligados' a convertirse en mixtos

Óscar Fraile
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La reforma universitaria prohibirá a los centros que segreguen por sexo estar adscritos a universidades públicas, algo que afecta al Santa Cruz, María de Molina, San Juan Evangelista y Peñafiel

El colegio mayor masculino San Juan Evangelista es uno de los cuatro afectados por esta reforma. - Foto: Jonathan Tajes

La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario, que se encuentra en pleno proceso de tramitación en el Congreso, incluyó a finales del año pasado una enmienda de Más País para prohibir que los colegios mayores que segreguen por sexo puedan estar adscritos a las universidades públicas. Una medida que se tomó semanas después de la polémica generada en el colegio mayor Elías Ahuja de Madrid, cuyos estudiantes se organizaron para proferir gritos vejatorios a las estudiantes de otro colegio mayor situado enfrente del suyo.

En Valladolid esta normativa, de aprobarse tal y como se plantea actualmente, afectaría a cuatro colegios mayores. El primero es el Santa Cruz, el único que gestiona directamente la Universidad de Valladolid (UVa). Este centro da servicio a chicos y chicas, pero lo hace en edificios diferentes. Los primeros están en unas instalaciones ubicadas en la calle Cardenal Mendoza que tienen 55 plazas y las segundas, en otras situadas en Real de Burgos, con 116 plazas.

Pero, aparte de este colegio, hay otros tres que segregan por sexo y que no gestiona directamente la UVa, aunque están afectados por este cambio porque están adscritos a la institución universitaria. Uno de ellos es el colegio femenino María de Molina, situado en la calle Galera y cuyo origen está en la primera residencia universitaria femenina de Valladolid, creada por la Institución Teresiana en 1931. Desde el centro explican que esperarán «a que se desarrolle la ley» y se comprometen a aplicarla «firmemente». El segundo es el colegio mayor masculino San Juan Evangelista, situado en Simón Aranda y con 60 plazas a disposición de los estudiantes. Su director, Francisco Javier Muñoz, opina que esta reforma se está llevando a cabo «aprovechando» la polémica del Elías Ahuja, unas prácticas con las que se manifiesta «totalmente en contra» porque «no representan a los colegios mayores». Muñoz reconoce que el centro esperará a ver cómo queda la ley, pero, de momento, ya ha pedido una reunión con la vicerrectora de Estudiantes de la UVa, Cristina de la Rosa, y avanza que tratará con el consejo rector del centro los posibles cambios que haya que acometer. Porque, en realidad, la ley no obliga a los colegios a convertirse en mixtos, solo lo tendrán que hacer si quieren seguir adscritos a la UVa.

Qué dice la ley en vigor

Según una disposición adicional de la actual Ley de Universidades, que es la que regula esta relación, estos colegios «disfrutan de los beneficios o exenciones fiscales de la universidad a la que estén adscritos». Sin embargo, el director del San Juan Evangelista señala que esta condición, actualmente, a ellos nos les reporta beneficios económicos. «Hace muchos años la UVa tenía una partida para financiar algunas de nuestras actividades, pero eso era hace muchos años, ahora las únicas ventajas es que estas actividades dan créditos a los alumnos para sus estudios y que tenemos más facilidad para contactar con los profesores», dice.

Muñoz también avanza que el centro no descarta ninguna opción si finalmente se aprueba esta ley. Y entre las posibilidades está convertirse en un centro mixto, dejar de estar adscrito a la UVa, incluso sondear la posibilidad de adscribirse a una universidad privada.

El otro de los cuatro colegios afectados es el Peñafiel, un centro masculino situado en la calle Estudios. Su director, Juan Gómez, se muestra crítico con la reforma planteada, porque «legisla para todos los colegios en base a una cosa muy triste», señala en referencia al incidente del Elías Ahuja. Gómez incide en que no tiene nada en contra de los colegios mixtos, pero aboga por «respetar» la «libertad» de los que prefieran ir a masculinos o femeninos. «Es tan buena una opción como otra, pero esta ley coarta una libertad que no hace falta coartar», opina. Además, lamenta que se plantee «sin dialogar con los colegios mayores ni con las universidades». En el caso de que salga adelante, el director asegura que la opción prioritaria será dejar de estar adscritos a la UVa. «En mixtos no nos vamos a convertir porque la gente está muy contenta con este modelo», finaliza.

Los colegios afectados no perderán su condición de adscritos en cuanto se apruebe la ley. Los convenios que estén en vigor podrán finalizar, pero no podrán renovarse se no se realiza ese cambio. La UVa tiene un quinto colegio mayor adscrito, el Menéndez Pelayo, en Ruiz Hernández, al que no le afectan estos cambios porque es mixto. Hay otro, el colegio mayor Castilla yLeón que tampoco está afectado, aunque es masculino, porque está adscrito a la Universidad Europea Miguel de Cervantes, que es privada. Con todo, el encargado de administración, Gonzalo García, reconoce que este centro se ha planteado varias veces convertirse en mixto.