Los Cines Casablanca de Valladolid acogerán este jueves, 2 de febrero, un preestreno del documental 'Las paredes hablan', que firma a sus 91 años una institución del cine español como Carlos Saura y en la que, de su mano, los bisontes rupestres de las cuevas de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria) dialogan con el grafiti urbano contemporáneo.
Un día antes de su estreno en salas, los Casablanca celebrarán un preestreno que contará con la presencia del muralista Cuco, cuyo testimonio aparece en la película. 'Las paredes hablan' ya tuvo un primer preestreno en los Cines Van Golem de Burgos el pasado 12 de diciembre.
Producida por Malvalanda bajo el liderazgo de María del Puy Alvarado, confronta el impulso humano de plasmar sobre los muros la realidad circundante a través de los ojos de los creadores, así como el anhelo de trascendencia y de dejar huella --incluso literalmente-- del artista, ya sea en las ciudades actuales o en las cuevas del Paleolítico.
Para ello, Carlos Saura --quien el próximo 11 de febrero recibirá el Goya de Honor por toda su carrera-- recurre a los testimonios de figuras del arte urbano como los grafiteros Zeta y Musa71, el citado Cuco o el creador Suso33, pero también de expertos en el estudio de la evolución humana como el codirector de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, a los que se suman las voces de Pedro Saura, quien pintó la réplica de Altamira, o de un icono del arte contemporáneo como Miquel Barceló.
La comisaria de arte Anna Dimitrova y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Robeto Ontañón Peredo, completan el listado de expertos a los que Carlos Saura va interrogando a lo largo de los 75 minutos de metraje para profundizar en ese viaje hacia los paralelismos de artes murales separados por miles de años.
El guión de 'Las paredes hablan' ha sido una obra conjunta del propio Saura y de José Morillas, quien subrayó en declaraciones realizadas a Europa Press con motivo de su primer pase en Burgos, el "lujo" que supone trabajar con el director aragonés, al que ha definido como "un sabio de la imagen y de la narración", así como la "conexión" que ha existido entre ellos durante el desarrollo de un proceso que estuvo "muy vivo desde el principio" y que resultó "estimulante, complejo y a veces también desesperante". "Teníamos la brújula, pero no el camino", ha añadido el coguionista, quien considera que el proyecto ha sido "un viaje a Ítaca".
Asimismo, Morillas ha enfatizado el "entusiasmo compartido" de todo el equipo con Saura durante la realización del documental, el cual no tenía "ninguna pretensión de cátedra", sino buscar "esos hilos de plata" que conectan "el arte más actual con las primeras referencias artísticas del Homo sapiens" y al mismo tiempo mirar la creación contemporánea "más provocadora, la menos formal o comercial", como es el grafiti y el arte urbano.
Por su parte, la hija de Saura y productora asociada de la cinta, Anna Saura, ha explicado que el proyecto le llegó a su padre de la mano de Morillas, quien se lo presentó "hace ocho años", y ha requerido de un largo proceso de documentación antes de poder rodar, lo cual supuso "entre dos y tres años de trabajo sin un guión cerrado", ha precisado Morillas al respecto.
"Curiosidad" y "pasión" de Saura
Anna Saura ha destacado la "curiosidad" y la "pasión" por conocer cosas nuevas de su padre, quien conseguía en las entrevistas que el interlocutor "se sintiera muy cómodo" y se convirtieran en "charlas entre amigos".
"Su trabajo es su pasión, es lo que hace que mantenga esa lucidez y trabaje con tantas ganas", ha subrayado su hija, quien explica que de todas, la entrevista con Miquel Barceló fue de las "más emotivas" por la relación que el pintor tenía con Antonio Saura, hermano del director, aunque éste no conoció en persona a Barceló hasta el rodaje, como se ve en la propia cinta. "Son dos personas que dejan su personaje a un lado durante la conversación", ha resaltado.
Desde las primeras expresiones artísticas en las cuevas de Chauvet (Francia), Asturias y Cantabria, cuya evolución analizan artistas y paleontólogos en el documental, hasta las últimas tendencias plasmadas en las calles de ciudades como Madrid y Barcelona, el filme suma 14 localizaciones entre las que destacan emplazamientos de Castilla y León como el yacimiento burgalés de Atapuerca, el Museo de la Evolución Humana y el Safari Paleolítico Vivo, también en Burgos, así como el yacimiento de Siega Verde en la provincia de Salamanca.
La cinta cuenta con montaje de Vanessa Marimbert, ganadora del Goya por 'El buen patrón', quien ya ha trabajado anteriormente con Carlos Saura y de quien Anna Saura ha destacado su "creatividad". "Mi padre y ella se entienden muy bien", ha explicado tras subrayar que precisamente el montaje ha sido "la parte más complicada" de toda la producción, pues requirió "cerca de un año" para cribar de entre todo el material acumulado, el cual daría, según admite José Morillas, "para hacer una serie en lugar de una película".
Completan el equipo técnico Juana Jiménez y Rita Noriega a cargo de la fotografía, e Inés Almirón y Raquel Forcén al frente del sonido. Además, la banda sonora original y la canción original, una combinación de estilo clásico y electrónico, han sido compuestas por Alfonso G. Aguilar, quien trabajó en la cinta de animación 'Klaus'.
'Las paredes hablan' cuenta con la participación de RTVE y Telemadrid y la financiación del ICAA (Ministerio de Cultura y Deporte, Gobierno de España) y CREA SGR, además de con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, la Universidad Complutense y la Comunidad de Madrid, y el apoyo de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, la Valladolid Film Commission, Bodega ENATE y los ayuntamientos de Puente Viesgo y de Santillana del Mar.