«Para ser maestro no vale cualquiera». Con estas palabras resume el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Valladolid (UVa), Mariano Rubia, su aspiración de que el Gobierno implante una prueba de acceso a los estudios de Educación Infantil y Primaria que gestione la propia Facultad. No es un capricho personal. Se trata de un objetivo que busca desde hace tiempo la Conferencia de Decanos de Educación, de la que forma parte, incluso dentro de la Comisión Permanente. De hecho, este colectivo, integrado por 70 decanos, elevó el pasado mes de enero una propuesta al Ministerio de Educación con «24 propuestas de reforma para la mejora de la profesión docente».

Una de ellas es esta nueva prueba, en la que, según el documento, «se valoran aspectos como la competencia comunicativa y el razonamiento crítico (a través de la comprensión de documentos escritos, de la capacidad de sintetizar la información, de la expresión escrita y de la capacidad del estudiante para aplicar el pensamiento científico-técnico y los conocimientos del ámbito social para tomar decisiones con iniciativa), la competencia lógico-matemática (que evalúa la capacidad de aplicar conocimientos matemáticos para resolver ejercicios y problemas, y la capacidad de analizar los resultados)». El documento añade que «incluso alguna universidad incluye una fase oral de la prueba con vídeo-presentación y entrevista grupal».

Esas universidades a las que hace referencia el texto están en Cataluña y Baleares, donde ya funciona este sistema. En la primera de estas dos comunidades existe la llamada Prueba de Aptitud Personal (PAP), con contenidos muy similares a los planteados por los decanos.

Rubia asegura que el objetivo final es encontrar perfiles de «maestros más vocacionales» entre los aspirantes a cursar estos grados. Y sería la propia Facultad la que filtraría el acceso, en base a los resultados de esta prueba, independientemente de la calificación que haya obtenido en alumno en Selectividad, siempre que esta esté, evidentemente, por encima de la nota de corte del grado. «Esta es la profesión más importante que tiene una sociedad, porque estas personas son las que van a formar a los futuros médicos, abogados, políticos, etcétera», señala.

Nivel de los alumnos

Rubia considera que los alumnos que llegan a Infantil y Primaria desde Secundaria lo hacen con un «nivel bajo». Además, se queja de que durante muchos años esta formación ha sido el 'refugio' de muchos alumnos que no conseguían una nota de corte suficiente para entrar en otra carrera, algo que, según él, va en contra del perfil vocacional que se busca con esta nueva prueba. El decano añade que lo ideal es que en estas facultades se priorice la calidad por encima de la cantidad. «Y si tienen que entrar cien alumnos cada año, en lugar de 180, que sea así, pero que sean personas sensibles a la profesión», opina. 

Y aunque cree que la formación con la que llegan los alumnos es mejorable, también opina que actualmente los docentes que salen de las facultades de educación de toda España son «los mejores formados de la historia». «Pese a ello, queremos más calidad, porque eso es invertir en futuro y en una sociedad más preparada», añade.

Rubia va un poco más allá y considera que es necesario abordar una reforma de los planes de estudio, ya que los vigentes lo están desde hace más de diez años. «Ha pasado mucho tiempo y el perfil del maestro es cambiante, igual que el de la sociedad; ahora se necesitan profesionales más implicados en el conocimiento de las lenguas y en el de las tecnologías aplicadas a la formación, entre otras cosas», finaliza.

Las 24 propuestas de los decanos para mejorar la profesión docente

1. Acordar un marco de competencias profesionales docentes.

2. Establecer una prueba de acceso a los grados en Educación Infantil y Primaria.

3. Modificar el acceso al Máster en Formación del Profesorado.

4. Promover la oferta de asignaturas de didácticas de las especialidades en los estudios universitarios.

5. Revisar la oferta del Máster en Formación de Profesorado.

6. Revisar los contenidos de los planes de estudio de las titulaciones habilitantes para la docencia.

7. Establecer un nuevo modelo de iniciación a la docencia en la formación inicial basado en el aprendizaje en la práctica.

8. Reforzar el Prácticum en el conjunto del Máster Universitario en Formación del Profesorado.

9. Utilizar como referencia en la formación permanente el marco de competencias profesionales docentes.

10. Utilizar como referencia en la formación permanente el marco de la competencia digital docente.

11. Garantizar la formación permanente del profesorado.

12.  Asegurar la oferta de aspectos clave en la formación permanente.

13. Fomentar la diversidad de modalidades de formación permanente.

14. Reformular los procesos de selección para la función pública docente.

15. Reformular la fase práctica para el acceso a la función docente en el marco del nuevo modelo de iniciación a la docencia.

16. Actualizar y adecuar los temarios de oposiciones al nuevo modelo de acceso.

17. Regular el acceso de los profesores técnicos de Formación Profesional al cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria.

18. Vincular la especialidad del Máster a la especialidad docente.

19. Actualizar la relación de especialidades docentes.

20. Revisar las atribuciones profesionales de determinadas especialidades.

21. Establecer habilitaciones docentes.

22. Revisar las condiciones de cualificación y formación de docentes en centros privados.

23. Impulsar los procedimientos de evaluación del desempeño de la función docente.

24. Reconocer el buen desarrollo profesional docente.