Mañueco refrenda la revisión de acuerdos del Diálogo Social

SPC
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El socialista Luis Tudanca acusa al presidente de la Junta de haber dado «un paso irreversible para dinamitar» el proceso de concertación existente en la Comunidad

El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, frente a los representantes sindicales y de la patronal en la reunión del pasado lunes. - Foto: Eduardo Margareto (Ical)

Los ecos del fracaso de la primera reunión del Consejo del Diálogo Social de la legislatura celebrada el pasado lunes aún resonaban ayer entre los principales líderes políticos. Mañueco insistió ayer, en sus primeras palabras sobre el 'divorcio' con los agentes sociales tras el encuentro, en que es normal el análisis de los acuerdos al inicio de la legislatura, pero no dio por roto el proceso de concertación con sindicatos y patronal.  Ni mucho menos. Y lo refrendó el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, quien se mostró siempre dispuesto al Diálogo Social, pero sin «aceptar ninguna exigencia que no sea correcta».

El presidente de la Junta defendió que las mesas de seguimiento, convocadas todas para este mes de julio con excepción de la correspondiente a Presidencia, analicen la actualidad, presente y futuro de los acuerdos al principio de esta legislatura.

En el pasillo de las Cortes, Mañueco todos los participantes coincidieron en la necesidad del diálogo social y especialmente en estos momentos y sostuvo que por encima del pacto de gobierno y del diálogo social están los ciudadanos de Castilla y León, pero defendió que se reflexione sobre cómo se tiene que afrontar la crisis económica derivada de la pandemia y guerra o los desequilibrios sociales y territoriales.

También el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, defendió el diálogo social, aunque pidió a patronal y sindicatos que no trasladen «una visión subjetiva y sesgada» de lo que ocurrió el lunes porque el gobierno de coalición PP-Vox «no es ningún muro infranqueable». Es más, les exigió que «no manden mensajes negativos que pueden perjudicar la llegada de inversiones y proyectos empresariales».

A juicio de García-Gallardo es una «conclusión demasiado simple», porque se trabajó durante tres horas, se trataron multitud de cuestiones y se afrontó una nueva nueva etapa en la que mantiene «una relación seria con los sindicatos y las patronal».

Esta visión de los máximos dirigentes de la Junta se contrapone con la reacción de los partidos de la oposición parlamentaria.

Deterioro.

Así, el líder de la oposición socialista, Luis Tudanca, acusó directamente a Mañueco de haber dado «un paso irreversible para dinamitar el Diálogo Social», colocó a su partido al lado de trabajadores y empresarios y advirtió que los acuerdos que se firman se respetan y se cumplen. «Ayer (el lunes) fue un día triste, se consolida el deterioro institucional, económico y político de Castilla y León», lamentó en declaraciones a los medios.

Tudanca recordó que el Diálogo Social ha estado por encima de las diferencias como una seña de identidad de la Comunidad entre Gobierno, agentes sociales y oposición que se hacían «cómplices» de los programas y avances en derechos aprobados en su seno.

Por ello, sostuvo que el presidente de la Junta, primero «empujado por Ciudadanos y el lunes rematado por Vox», ha dado «un paso irreversible» contra la concertación social y laboral que ha garantizado paz social y derechos para los trabajadores.

También se pronunció ayer el l presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien defendió en La Aguilera (Burgos), donde participó en un curso de verano,  que «los pactos están para cumplirse» y que «si se han firmado 18 acuerdos a finales de diciembre, el Gobierno es el mismo». De esta forma, a preguntas de los periodistas, Garamendi desveló en primer lugar que acababa de hablar con el presidente de la patronal en Castilla y León y aseveró: «Nosotros nunca rompemos, nos seguiremos sentando en la mesa».