El gol es la gran preocupación de la mayoría de los clubes de fútbol. Es el anhelo de los directores deportivos a la hora de fichar. Y es el elemento direnciador para estar en la parte alta de la clasificación o sufrir en la baja. Luego se puede hablar de una buena defensa, de un bloque compacto desde el que desarrollar una idea futbolística. Pero el gol es por el que más se paga. Y el Real Valladolid tiene un problema, importante, antes de llegar al ecuador de la competición.

Tras 16 jornadas disputadas (a expensas de lo que ocurra este fin de semana ante el Rayo Vallecano), el Pucela solo ha logrado 13 goles, siendo el tercer conjunto que menos ha materializado (solo por encima del Elche, que acumula 10; y del Cádiz, que suma 11). Los de Pacheta necesitan 110 minutos para marcar; es decir, no llegan ni a la media de un gol por encuentro.

La cifra ya de por sí es preocupante, pero lo es más cuando se analiza jornada a jornada y se ve que el conjunto blanquivioleta solo ha logrado perforar la portería contraria en 7 de esos 16 partidos: Sevilla (1), Almería (1), Girona (1), Getafe (3), Celta (4), Real Sociedad (1) y Elche (2). En nueve, no lo ha conseguido. Y los tres últimos han sido de forma consecutiva (el último partido en el que anotó fue el del Elche, el 5 de noviembre); elevándose la cifra a cuatro de los cinco últimos choques jugados.

De hecho, el Real Valladolid es el conjunto de Primera, Liga Santander, que más veces se ha quedado sin marcar, por delante de sus dos 'rivales' en la faceta goleadora, el Elche y el Cádiz, que no han logrado un tanto en ocho de las dieciséis jornadas. El Villarreal (7), Almería, Getafe y Athletic (6), Mallorca, Osasuna y Betis (5), Valencia y Rayo (4), Espanyol, Sevilla, Celta y Atlético (3), Girona y Real Sociedad (2) completan una clasificación en la que manda el líder, el Barcelona, que tan solo se quedó sin ver puerta en su partido inaugural, ante el Rayo Vallecano.

Esos guarismos preocupan. Y por eso a lo largo de estas primeras semanas de mercado invernal se ha hablado de la necesidad de incorporar a un delantero, diferente a lo que ahora mismo tiene Pacheta en su plantilla. Sergio León, sancionado ante el Mallorca y el Rayo, es con diferencia el mejor artillero del equipo. Lleva 5 goles y ha disparado en 15 ocasiones entre los tres palos (acumula 17 disparos). Weissman, pichichi el pasado curso, solo ha logrado un gol en la actual temporada (el de la victoria ante el Almería). Con menos protagonismo, ha disparado en 13 ocasiones, solo 7 entre los tres palos. El tercer delantero, Sergi Guardiola, también es el que menos minutos ha tenido. No ha marcado aún y de sus 10 disparos, solo tres han ido a portería. 

El resto de los goles llevan la firma de Anuar, Monchu, Plano, Roque Mesa (2), Joaquín y Javi Sánchez.

El Real Valladolid, en global, ha disparado en 145 ocasiones a portería. Es el décimo equipo que más lo intenta. Sin embargo, solo 67 sus lanzamientos han ido entre los tres palos, siendo el noveno en esa clasificación. Peor es la eficiencia, con esas 13 dianas. Necesita más de cinco disparos a puerta para hacer gol, que aumentan a once si se cuentan todos sus intentos. Mientras que equipos como el Cádiz no necesita ni 4 y el Elche anda a caballo entre los 4 y 5 para perforar la portería contraria.

De los 13 que lleva acumulados los blanquivioleta, diez han sido desde dentro del área y tres desde fuera (Monchu en Girona, Plano en Gefate y Roque Mesa ante el Celta). Diez con el pie derecho, uno solo con el izquierdo (ese de Óscar Plano en casa del Getafe) y dos de cabeza (Sergio León y Joaquín). Además, tres de ellos han llegado tras jugada a balón parado (uno de penalti y dos después de saques de esquina –uno con un posterior centro–).

Todo ello ha abierto la posibilidad, más real que opción, de que el Real Valladolid incorpore a un delantero en el mercado invernal, abierto el pasado 2 de enero y que se cerrará el 31 de enero a las 23:59 horas.

Aunque la idea original del club era que primero saliese alguien antes de entrar, y ahí todas las miradas se centran en Guardiola –que acaba contrato en junio–, en el club se trabaja en esa búsqueda de un perfil diferente. Incluso en los últimos días se ha barajado la opción de que no solo salga el natural de Manacor. Con él podría hacerlo Weissman, aunque para ello habrá que encontrar dos puntas, en vez de uno.

El caso es que la preocupación por el gol ha llegado hasta el banquillo, comedido en sus declaraciones. Pacheta ha defendido siempre que le preocuparía más no generar ocasiones que el hecho de no atinar con ellas, pero la semana pasada, tras perder ante el Mallorca dio un paso al frente: «Tenemos que ser más dañinos y somos muy inocentes». Añadiendo esta semana que «es necesario hacer más ocasiones de gol y ser más verticales y, cuando se llegue a sus tres cuartos, acabar las jugadas con tiro, centro, gol, o lo que sea»

Lo dicho, el gol se paga. Y en ello anda la Dirección Deportiva del Real Valladolid, consciente de la necesidad que tiene su plantilla.