«Tengo un círculo, del año del ascenso, que hicimos un gran grupo y lo tenemos unos cuantos del equipo». Óscar Plano dio la pista la semana pasada en un vídeo que colgó el Real Valladolid en su canal de YouTube. No lo enseñó, pero el círculo al que se refería se lo tatuaron hasta siete futbolistas que coincidieron en la plantilla del ascenso a Primera, el mismo y Antoñito, que aún sigue en la plantilla blanquivioleta; Jaime Mata, que continúa goleando en el Getafe, Deivid, que milita ahora en Las Palmas;Cotán, que lo hace en el Roda holandés; Sergio Marcos, que lleva desde 2017 en la Cultural Leonesa; y Borja Herrera, que juega en el Maccabi Netanya israelí. 

Los siete, y sus parejas, decidieron tatuarse el mismo dibujo en alguna parte de sus piernas o pies (como se puede ver en las fotografías de arriba), un círculo en referencia a la croqueta, lo que les ‘unió’ durante su estancia en Valladolid. De ese grupo, el único futbolista que no se había tatuado el mismo símbolo era Borja Fernández, hasta que este fin de semana ha decidido unirse, tatuándose en su pierna el mismo dibujo con el rayo del grupo AC/DC.

Algunos de los dibujos fueron acompañados de fechas o números. 2016 fue el año en el que muchos se conocieron, de ahí que algunos tengan un 16; de la misma forma que el 18 hace referencia al año del ascenso.