Después de dos años de parón obligado por la pandemia, las peñas de Valladolid volverán a salir a la calle en septiembre para celebrar las fiestas de la ciudad. Y lo harán recuperando algunas de las citas que ya son un clásico. Por ejemplo, el intento de batir un récord Guinness. La Coordinadora de Peñas maneja dos opciones que aún prefiere no revelar, pero lo que sí que puede avanzar es que será una actividad centrada en recaudar fondos para los afectados por el volcán de La Palma, aprovechando que en esas fechas se cumplirá el primer aniversario de este desastre natural.

El Ayuntamiento ha mantenido contactos con el Cabildo Insular de La Palma para coordinar una actividad que, como en ediciones anteriores, volverá a tener un marcado carácter solidario. «La Palma pidió que no nos olvidáramos de ellos y la ciudad de Valladolid no lo va a hacer», explica el presidente de la Coordinadora de Peñas, Juan Antonio Bermejo, quien reconoce que «hay muchas ganas» de volver a salir a la calle.

Esta cita tendrá lugar el primer domingo de fiestas, es decir, el 4 de septiembre. Dos días antes, el viernes, día de la inauguración, las peñas también tomarán las calles con un desfile que este año tendrá más limitaciones de lo habitual, en base al acuerdo al que ha llegado la propia Coordinadora con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid. Así, se prohibirán los carros de compra metálicos que muchas peñas utilizan para cargar con grandes cantidades de bebida. Tampoco se podrán utilizar los conocidos 'andamios', es decir, carrozas de más de un piso, por motivos de seguridad.

En cambio, durante esta actividad sí que estará presente el camión de los Bomberos, que a buen seguro refrescará a los participantes en un desfile que estará animado por grupos de batukada y charanga. La idea de estos cambios es mejorar la seguridad y desterrar la imagen de desenfreno alcohólico vinculada al desfiles de peñas, sin que esto tenga que suponer que decaiga la diversión. «Lo que queremos evitar es que haya un susto», incide el presidente de la Coordinadora.

El récord Guinness se ha convertido en un clásico de la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, por ser uno de los más multitudinarios en cuanto a la participación ciudadana. El último que se celebró, en 2019, sirvió para inscribir el nombre de la ciudad en el libro por ser la que consiguió portar la pañoleta más grande del mundo. Otro ejemplo es el de 2016, cuando se reunió a más de 3.000 personas para formar la silueta de la botella más grande del mundo. A esta lista se une el mayor número de personas desenvolviendo un caramelo, llevando una marioneta en la mano, portando gafas de sol, lanzando sombreros al aire y abanicándose, entre otros.