Gail y Minguela son dos voces autorizadas dentro de la familia del Real Valladolid. Canteranos y con galones con la blanquivioleta, ambos recuerdan a la perfección el cambio de estadio y el primer partido. «El viejo era como Atocha, con el aliento del público. Cuando empezamos a entrenar nos preguntábamos si íbamos a sentir el mismo aliento de la afición. Pero en ese primer partido se llenó por todos los lados», recuerda Gail, jugador más joven en debutar con la camiseta del primer equipo del Real Valladolid y autor del último gol en el Viejo Zorrilla.

«El ambiente fue extraordinario, con el campo hasta arriba y gente en las vallas», añade Minguela, toda la vida en el Pucela y autor de uno de los goles de la final de la Copa de la Liga. 
Los dos estuvieron en el césped aquel primer encuentro y reconocen que el cambio no estuvo exento de polémica, por la cercanía del Viejo con la ciudad.

Valladolid creció a raíz del recinto deportivo 
El Estadio José Zorrilla fue inaugurado con un Real Valladolid-Athletic, que acabó con victoria local por 1-0, con gol de Jorge Alonso. La ciudad estaba en plena expansión por Huerta del Rey, pero en la zona donde se construyó no había nada más que un supermercado, Continente, hoy Carrefour.