Tordesillas, un pueblo con miedo

R. Gris
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Los vecinos de la villa apenas salen de sus casas y el comercio y la hostelería, «herida de muerte», cerrarán sus puertas por las tardes. El cribado masivo disparó la alarma y muchos reconocen tener «mucho miedo» al contagio

Tordesillas, un pueblo con miedo - Foto: Jonathan Tajes

Miedo. Se nota en las caras de los vecinos de Tordesillas. Son perfectamente conscientes de que la situación que viven en la localidad es de extrema gravedad. Especialmente desde que el pasado fin de semana se llevara a cabo el cribado masivo que diera como resultado una incidencia de 3.000 casos de covid por cada 100.000 habitantes. Son pocos los que andan por la clale y aquellos que lo hacen lo hacen con la cabeza agachada. Cuatro personas de avanza edad sí se atreven a  tomar un vino en un bar y hablan sobre la presencia de los medios de comunicación en el pueblo. «Tenías que haber hablado tú», bromean.   

Las mañanas son un poco más móvidas, ya que los vecinos salen a trabajar, abren algunos bares y se realizan las compras diarias. Pero por las tardes se convierten en un pueblo fantasma. La inmensa mayoría de los comercios permenece cerrado y tan solo las farmacias y los estancos mantienen la luz de sus carteles encendida. Los propiearios han decidido seguir las recomendaciones del Ayuntamiento piendo el autoconfiamiento. 

Las calles están vacías y solo algún coche, y los agentes de la Policía Local se mantienen activos. El alcalde, Miguel Ángel Oliveira, explica que se ha llevado a cabo una actuación de limpieza y desinfección de todas las calles del municipio, así como las dependencias municipales. «Hemos pedido a todos los vecinos que se queden en casa 14 días». El regidor también solicitó la presencia de la Unidad Militar de Emergencias (UME), aunque casi descarta esa posibilidad. «No creo que vayan a venir por lo que he han dicho desde la Subdelegación del Gobierno». Oliveira volvió a solicitar a los vecinos que permanezcan en sus casas para evitar que se propaguen los contagios.   ?

Pero no hace falta que el alcalde insista. Los vecinos son perfectamente conscientes de que deben hacerlo. «Se ha notado mucho desde el fin de semana pasado que han bajado los clientes, que no vienen», comenta resignada María Jesús Nieto, que tiene un estanco en la localidad. «La verdad es que sí he notado que la gente ha dejado de venir, nosotros nos mantenemos abiertos por las tardes porque dependemos del Gobierno y tenemos que estar abiertos. Pero solo se habla de eso. No hay otro tema de conversación». 

solidaridad. Maite es la propietaria de la farmacía número 27, situada en la calle Santa María. Afirma que cada vez más clientes han contraído la enfermedad. «Muchos llaman piendo cosas y consejos. A algunos se lo tenemos que llevar a casa porque están confinados o con la enfermedad y no pueden salir, aunque siempre hay vecinos y familiares que también se lo acercan. Ahora, se ha creado una cadena de solidaridad con todos los enfermos». 

Como ocurre en otras partes de la provincia y en la propia capital, el sector de la hostelería está pasando por un momento crítico. Los bares ven cómo los vecinos casi no salen de casa y menos aún se paran en los bares y restaurantes para tomar algo. Jesús de la Cruz es el propietario del bar El Soportal y lamenta profundamente la siutacion que está vieindo . «Hemos perdido un 200 por ciento en comparaciñon con las ventas que teníamos antes». Reconoce que abre las puertas del negocio porque al menos así no está en casa «dándole vueltas a la cabeza» y tiene algo con qué entretenerse. «La verdad es que no sacamos para los gastos, pero al menos tengo el negocio abierto «. Alguna vez se me ha pasado por lacabeza ceraar todo, pero el negpcio es mío y no tengo más remedio que aguantar». 

Otros cuatro municipios piden autoconfinamientos

Tordesillas está viviendo una situación dramática, pero no es el único. Cuatro municipios ya lo han hecho. Se trata de Laguna de Duero, Arroyo de la Encomienda, Valdestillas y Cigales. No obstante, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, solicitó a todos los municipios sin excepción que emitan bandos para que sus vecinos se autoconfinen. Explicó que no quiere ver contacto social en las calles y por lo tanto, aunque recalcó que se mantendrá el deporte al aire libre, pretende que no haya contacto social en las calles de los pueblos.