Una nueva empresa se hará cargo de las obras de Andrómeda

M.Rodríguez
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La adjudicataria de los trabajos acepta subrogarlos a Comsa que así podrá retomarlos en "varias semanas". Esta solución evita la vía de los tribunales y el enquistamiento del problema, según ha confirmado hoy el alcalde

Obras del túnel de Andrómeda. - Foto: Jonathan Tajes

La historia e intrahistoria del proyecto del túnel de Andrómeda se extiende ya más de un lustro. En este tiempo, los vecinos de Pilarica, Belén y Los Santos-Pilarica han recibido promesas sobre un nuevo paso subterráneo para peatones y vehículos para salvar las vías, han vivido varios cambios y soportados retrasos, lo que les ha llevado a protagonizar distintos tipos protestas, que han culminado en la manifestación de este martes para reclamar que se retomen las obras del túnel.

Esta obra que gestiona Adif, junto con la de la variante este de mercancías, que está parada por un «error» administrativo, han puesto en jaque la confianza vecinal en el proyecto de la integración. De hecho, los vecinos de los tres barrios afectados por el cúmulo de problemas que suma esperan que, al menos, sea una «vacuna» para que el resto de las obras no los sufran. 

Las obras para construir el nuevo túnel entre las calles Nochevieja y Andrómeda, con un presupuesto de 6,1 millones de euros, llevan casi tres meses paradas, pero ya se ve la luz al final del túnel. Adif, presionado por el Ayuntamiento y el alcalde, ha conseguido negociar con la concesionaria que Comsa se haga cargo de las mismas, según ha podido saber El Día de Valladolid y ha confirmado hoy el alcalde. Las diferencias económicas no han impedido la denominada solución «fácil»: un acuerdo para que una constructora retome en unas semanas los trabajos. Eso sí, no se pone fecha todavía. La otra opción, que llevaba semanas encima de la mesa, era la «difícil», porque la falta de acuerdo podía acabar en los tribunales, con lo que las obras estarían paradas durante meses y meses.

Manifestación de los vecinos del barrio de Pilarica y BelénManifestación de los vecinos del barrio de Pilarica y Belén - Foto: Jonathan TajesEl Gestor de Infraestructuras (Adif) está acostumbrado a lidiar con la práctica de licitar a la baja los contratos y luego presentar modificaciones para justificar un incremento del coste inicial. En este caso, la concesionaria, inicialmente, argumentó un problema con el suministro de hormigón, pero este martes los portavoces vecinales explicaron, en la manifestación conjunta de los tres barrios, que el problema eran diferencias económicas con Adif. 

Ahora que parece cerrada la solución «fácil» y que otra empresa se hará cargo de las obras, los vecinos anuncian que estarán vigilantes pero respirarán aliviados porque se sentían «rehenes» en el conflicto entre Adif y la empresa. Una solución que también ha reclamado el PP, primero mediante sus parlamentarios y luego su grupo municipal, que calificó de «ridículo espantoso» la situación generada.

Pero lo más importante de que se reanuden las obras será que, según coinciden desde las tres asociaciones vecinales, se evitará el «deterioro» en el que estaba entrando la zona, que aseguraban luego sería muy difícil de revertir. En este sentido, también se pide apoyo al Ayuntamiento para «ayudar» a los comerciantes de la zona, sobre todo de la calle Nueva del Carmen, que en los dos últimos meses han visto como se cerraban tres negocios. Julián Ruiz, representante de los comerciantes, lamenta que la zona se haya convertido en un «desierto» y se muestra «desesperanzado» por el futuro próximo de las dos docenas de comercios de esta vía, que las obras han convertido en una calle saco. Una situación que ya experimentaron con la construcción del cercano paso deprimido en la plaza Rafael Cano, que se prolongó «tres años y nueve meses».

Manifestación de los vecinos del barrio de Pilarica y BelénManifestación de los vecinos del barrio de Pilarica y Belén - Foto: Jonathan Tajes Eso sí, será muy difícil evitar la «desconfianza futura» no solo sobre la evolución de este túnel sino del resto de proyectos que están pendientes para permeabilizar la comunicación entre ambas márgenes de la vía.

«Escarmiento». De hecho, los propios vecinos apuntan que en la reunió mantenida hace unos días con el alcalde, él mismo reconocía que este problema se había convertido en un «escarmiento» para evitar situaciones similares en el resto de las contrataciones que ya se están tramitando.