El turismo comienza la recuperación gracias al deporte

Óscar Fraile
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Junio fue el mejor mes en la llegada de visitantes desde que comenzó la pandemia y la capital mejora su cifra de viajeros a un ritmo cuatro veces superior al de la provincia

La llegada de delegaciones de deportistas para disputar competiciones ha mejorado la situación del turismo. - Foto: Luis López Araico

La situación no es, ni mucho menos, normal, si por normal se entiende la actividad que había antes de la pandemia, pero lo cierto es que el turismo de Valladolid empieza a dar los primeros síntomas de recuperación, especialmente en la capital. Las limitaciones de movilidad asociadas a la declaración del estado de alarma hicieron que los turistas prácticamente desaparecieran de las ciudades en los dos primeros meses de pandemia. Posteriormente, la actividad fue residual, lastrada por la imposibilidad de organizar eventos y celebrar reuniones.

Con el paso del tiempo y la mejora de la situación sanitaria las restricciones se fueron relajando y el turismo comenzó a salir de la UVI, pese a que la provincia no ha logrado pasar de 40.000 visitantes en un mes prácticamente durante toda la pandemia (la media mensual en 2019 fue de casi 63.000 visitantes). Esa racha se rompió en junio, con 49.100 turistas, después de un mes de mayo que tampoco fue excesivamente malo teniendo en cuenta la situación previa: 33.589 turistas.

Los principales actores del sector turístico coinciden en señalar que la celebración de competiciones nacionales de deporte base, en diferentes disciplinas, ha sido el principal motor de este pequeño repunte. Por ejemplo, los cinco campeonatos de gimnasia rítmica que se celebraron en la ciudad entre el 23 y el 30 de junio, que atrajeron a 3.831 gimnastas y técnicos acreditados. Unos deportistas que en muchos casos vienen acompañados de familiares. En las últimas semanas también se han celebrado dos campeonatos nacionales de voleibol y otro de natación artística. «Hemos intentado mantener siempre las competiciones durante la pandemia, aunque fueran más modestas, porque eso implica que luego las federaciones tienen más confianza en ti para organizar los eventos más grandes», señala el concejal de Deportes, Alberto Bustos.

Estas citas han contribuido a que la capital se recupere a un ritmo muy superior al de la provincia. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el primer semestre llegaron 90.569 turistas a la capital, que están muy lejos de los 213.138 del mismo periodo de 2019, cuando no había pandemia, pero que suponen un incremento de casi el 20 por ciento respecto al año pasado. En cambio, si se tienen en cuenta los datos de toda la provincia, la subida se queda en un 5,7 por ciento, al pasar de 135.107 turistas a 142.824.

La concejala de Turismo del Ayuntamiento, Ana Redondo, asegura que estas cifras demuestran que «Valladolid ha hecho los deberes», pese a todas las limitaciones que impone la pandemia y a la incertidumbre, que obliga a trabajar a todo el sector con un grado de flexibilidad desconocido hasta la fecha. Su actividad depende de la evolución de la situación sanitaria, por lo que es imposible saber a qué se pueden enfrentar a corto, medio y, mucho menos, a largo plazo. 

Redondo asegura que hay varias claves que explican estas cifras. Por ejemplo, «el contacto directo con todos los agentes en la Mesa del Turismo para tener una radiografía de la situación en cada momento y empezar a hacer lo que se podía». La concejala reconoce que se ha trabajado mucho en turismo deportivo, que es «uno de los grandes nichos». Una estrategia que pasa por ofrecer a las federaciones atractivos que van más allá de la competición en sí. También se ha hecho lo propio con congresos, ferias, eventos y actividades similares. Ya hay más de 200 previstas hasta final de año. Esta misma semana se ha cerrado uno con los colegios de registradores de la propiedad. «Este trabajo nos va a permitir finalizar el año con los mismos niveles del primer semestre», señala Redondo.

Héctor Montes trabaja en la atracción de eventos deportivos dentro de la asociación Hoteles de Valladolid y señala que estos resultados son el fruto de un trabajo conjunto con el Ayuntamiento y las federaciones deportivas. «Las competiciones están teniendo mucha repercusión, incluso aunque ahora no se permita público», incide. Esta asociación trabaja con la Sociedad Mixta de Turismo para ofrecer a las federaciones tarifas cerradas, en función de las categorías de los hoteles, que sean atractivas respecto a lo que puedan ofrecer otras provincias. El presidente, Francisco Posada, avanza que están muy avanzadas las negociaciones para cerrar un calendario de eventos en 2022 con la Asociación de Federaciones Deportivas de Castilla y León (Afedecyl). Hoteles de Valladolid hace «importantes» aportaciones económicas a estas federaciones para conseguir que sus campeonatos vengan a la ciudad.

Posada también destaca la relevancia que han tenido los eventos deportivos, no solo por la llegada de deportistas. «Muchos de sus familiares les han acompañado, aunque no pudieran entrar a ver las competiciones», explica. Además, el presidente añade que el 95 por ciento de los hoteles ya están abiertos en la ciudad.

Los hoteles. Los propios responsables de estos negocios reconocen la importancia de las competiciones deportivas. «Valladolid tiene unas instalaciones excelentes y experiencia en la organización de competiciones, es verdad que es un tipo de turismo creciente e importante que está situando a nuestra ciudad como una de las más importantes en este campo», explica el director del hotel Río Hortega, José Luis de Miguel.

Eso sí, pese a estos brotes verdes, la situación sigue siendo muy complicada. El propio De Miguel reconoce que durante el primer semestre la ocupación no ha superado el 20 por ciento, pese a que la media en un año normal es del 65 por ciento. A las restricciones de movilidad se unen otros factores, como la generalización del teletrabajo, que hace que ya no sean tan necesarias las reuniones presenciales. El director de este hotel teme que esta tendencia haya llegado para quedarse y que el sector se resienta. «Veremos qué pasa a partir de septiembre, porque ahora es todo incertidumbre», señala.

Tan difícil ha sido la situación desde hace un año y medio que algunos negocios han tenido que tomar decisiones drásticas. Es el caso del hotel La Vega, que desde el mes de abril solo abre los fines de semana para acoger eventos como bodas. «Estuvimos cerrados entre marzo y junio del año pasado, en noviembre volvimos a cerrar y en abril tomamos esta decisión a la espera de ver qué pasar en septiembre», dice la directora, Elvira Muñoz.

La jefa de recepción del hotel Zenit Imperial, Paloma Carrión, confirma la mejoría de los últimos dos meses. «Hemos pasado de recibir reservas de última hora a otras que se hacen con 15 o 30 días de antelación», señala. Además, se suma a los que destacan el potencial del deporte en esta pequeña recuperación.