Todos los asistentes a la Feria de Folclore y Gastronomía podrán disfrutar de los ricos platos de cada comunidad autónoma a la sombra y protegidos de las inclemencias del tiempo. Las casas regionales instalarán este año por primera vez en su historia una carpa de 160 metros de largo por 40 de ancho que cubrirá todo el espacio para solventar una demanda histórica de los vallisoletanos: más espacio sin sol. 

Se trata «de un proyecto piloto», tal y como relata el presidente de la Federación de Casas Regionales y Provinciales en Castilla y León, José Luis Bellido, quien indica que este año se instalará la carpa y se recogerán todas las propuestas de mejora de cara a las siguientes ediciones. «Este año instalaremos la gran carpa y veremos cómo funciona y cómo la podemos mejorar de cara al próximo año». 

Las 17 diferentes casas regionales tendrán su propio espacio, con carpas de doce metros de largo por seis de ancho que se situarán fuera de la gran carpa para los visitantes. «La idea es que la elaboración de los alimentos y las cocinas se mantengan al margen de los clientes», explica Belloso. Los laterales de este gran espacio, que tendrá cerca de 6.500 metros cuadrados, no estarán cerrados y además habrá varias salidas y entradas de emergencia. 

Ya en el año 2018, desde la Federación de Casas Regionales proyectaron este proyecto, aunque la llegada de la pandemia y el parón de dos años paralizó la iniciativa. En las fiestas de 2019 se instaló en el recinto ferial una pequeña carpa en el centro con el objetivo de dar sombra y este año todo el recinto estará a la sombra. 

Es una petición tanto de las casas como de los clientes que suben hasta los aledaños del estadio, ya que a primeros de septiembre es normal que el calor apriete, sobre todo a las horas de la comida. El escenario tradicional que se instala también para eventos folclóricos y presentaciones estará protegido por la carpa. 

La estructura es extensa y, por ello, el montaje se adelantará este año y comenzará el día 20 debido a las enormes dimensiones de la estructura. «Necesitamos más tiempo, al igual que para su retirada», destaca Bellido, quien recalca que de cara a los próximos años habrá que estudiar posibles cambios. «La carpa este año tendrá una única entrada y una salida, y ocho bocas de emergencia, pero tendremos que estudiar cómo funcionan, las bocas de respiración que debe tener... Lo iremos estudiando con los años. Calculo que en dos o tres ediciones tendremos la carpa que realmente queremos».  

?los precios. Las casetas regionales, al igual que la Feria de Día, también subirán los precios de sus platos tradicionales. «No tenemos más remedio porque nos ha subido todo también a nosotros, tenemos que hacer frente a las necesidades económicas de alquileres y demás aspectos y no queda otra». Bellido apuntó que la situación económica por la que atraviesan las casas regionales es crítica, teniendo en cuenta que su fuente de ingresos es la feria de gastronomía, y que no se celebra desde hace dos años.