«Los problemas son pasado, somos sostenibles económicamente»

Óscar Fraile
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El recientemente reelegido presidente de la Cámara de Comercio, Víctor Caramanzana, considera que la institución tiene «proyectos ilusionantes» para los próximos años, con la Escuela de Cocina a la cabeza

El presidente de la Cámara de Comercio e Industria, Víctor Caramanzana. - Foto: Jonathan Tajes

Víctor Caramanzana acaba de ser reelegido presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid hasta el año 2026. Cuando acabe este periodo, habrá cumplido una década al frente de un organismo que ha atravesado momentos complicados en los últimos años desde el punto de vista financiero. Sobre todo, a raíz de la eliminación del recurso cameral en 2010. Pero Caramanzana asegura que las cuentas ya están saneadas y el futuro a medio plazo es ilusionante, pese a las amenazas de la economía mundial.

La Cámara de Comercio ha atravesado en los últimos años una situación financiera delicada. ¿En qué momento se encuentra actualmente?

Hasta el año 2010 las cámaras de comercio teníamos el recurso cameral, que suponía aproximadamente tres millones de euros de recaudación de las empresas. Un dinero que se destinaba a inversiones o a ayudarlas a ser más competitivas. El recurso desapareció y dejamos de tener ese ingreso, algo que nos pilló con el pie cambiado porque la Cámara había invertido en la Feria de Valladolid y en la Escuela Internacional de Cocina. Además, teníamos otra inversión en dos viveros de empresas. En 2014 se aprobó una ley que reconocía la necesidad de las cámaras y que todas las empresas estaban adscritas a ellas, pero no especificaba cómo financiarlas. Así que abrimos otro proceso para conseguir la sostenibilidad económica.

La Escuela de Cocina costó cinco millones y nos lastró económicamente, de modo que estos años ha sido muy complicado gestionar la situación de la Cámara. Pero los problemas financieros son pasado, porque hemos conseguido acabar con la deuda y en este momento somos sostenibles económicamente y, además, con proyectos muy ilusionantes para los próximos cuatro años.

Para llegar a esa situación ha sido fundamental el acuerdo con el Instituto de Competitividad Empresarial para condonar el 80 por ciento de la deuda de la Escuela a cambio de la cesión a la Junta de los viveros de la capital y Medina del Campo. ¿Queda dinero pendiente de devolver? 

Queda una parte pequeña de dinero a pagar en 15, 20 y 30 años. En este momento la Cámara no tiene problemas de tesorería. 

Pero existe todavía esa deuda...

La cifra no es relevante, y menos cuando el pago es a tan largo plazo.

Viéndolo con un poco más de perspectiva, ¿considera que fue un error hacer esa inversión tan grande en 2010 en la Escuela de Cocina?

No. Si la Escuela no existiera, habría que crearla. Es una herramienta fundamental, no solo para el turismo de Castilla yLeón, sino para la industria agroalimentaria. Si no hubiera pasado lo de la retirada del recurso cameral, ya estaría pagada.

En los últimos años la Cámara no ha podido cumplir la previsión de ingresos que tenía en algunos de sus presupuestos. La de este año es de 3,7 millones. ¿Creen que llegarán a esa cifra en un escenario económico tan complicado para las empresas?

Es cierto que ha habido unos años en los que el presupuesto de la Cámara no se ha cumplido porque quizá era muy optimista. Pero esto no sucede desde 2019, porque en ese momento nos ajustamos a presupuestos mucho más realistas que hemos ido cumpliendo, incluso en los años de la pandemia. No creo que este año sea complicado llegar.

¿Cuál es la principal fuente de ingresos de la Cámara?

Prácticamente no recibimos subvenciones. La del Gobierno regional es de 1,7 millones para las 14 cámaras de Castilla yLeón. El resto viene de encomiendas de gestión o de proyectos que buscamos nosotros en áreas como formación, proyectos europeos, competitividad, digitalización, mediación y arbitraje.

Precisamente acaban de recibir un premio por su trabajo en mediación y arbitraje...

Fue un proyecto que iniciamos en 2019 y que ha servido para que nos situemos como la cámara referente a nivel nacional e internacional en estos temas. Hemos recibido varios premios y, de hecho, Valladolid acogerá en 2023 la primera cumbre mundial de mediación empresarial. Va a ser algo muy importante, porque vamos a posicionar a Valladolid como ciudad referente mundial en este tema.

Tras su reciente reelección dijo que la Escuela de Cocina será el proyecto estrella de los próximos años. ¿En qué consiste el plan estratégico en el que están trabajando?

Tenemos que saber hacia dónde queremos ir, por eso llevamos seis meses trabajando en un plan estratégico que ha elaborado una consultora que es la más importante de España en estos temas. De hecho, hizo el del Basque Culinary Center. Será un cambio radical para crear un centro de referencia en formación, innovación y experiencia gastronómica y vino. En los próximos diez años queremos ser un centro referente del sur de Europa. Es un nicho de mercado que está vacío. Buscamos posicionar la marca de Valladolid, porque creemos que hay que potenciarla. Quiero recordar que el 98 por ciento de las personas que reciben formación en la Escuela de Cocina salen con trabajo. Es una tasa de empleabilidad que no tiene nadie. Por allí han pasado más de 10.000 personas en diez años.

¿Cuáles son los otros retos que tiene por delante hasta 2026?

Hay varios: digitalización, sostenibilidad y formación. 

Respecto al primero de ellos, ¿cree que las empresas de Valladolid están en el sitio que tienen que estar en la transición digital?

Digitalización no es tener una página web, equipos o vender en plataformas digitales. Se trata de un cambio de mentalidad radical en las empresas, porque es lo que demanda el consumidor. Queremos ayudar a 30.000 de las 37.000 empresas de Valladolid a que lo consigan. ¿Cómo lo vamos a hacer? Pues con la oficina Acelera Pyme y una nueva que hemos creado de transformación digital. Con el programa KIT Digital estamos ayudando a un primer tramo de empresas de entre diez y 49 trabajadores. Ahora se va a abrir otro para las que tengan entre tres y nueve.

¿Qué perspectivas económicas cree que tiene España a corto y medio plazo?

La Cámara siempre es optimista, aunque sea realista. El principal problema que tenemos ahora es la incertidumbre, porque hace que el empresario no invierta. Y ya lo estamos viendo. La industria no está comprando bienes de equipo. Prácticamente se han parado todas las inversiones previstas de aquí a final de año. Incertidumbre, inflación, costes de la materia prima y de la energía... no pinta bien. Pero desde la Cámara vamos a ayudar a que las empresas sigan siendo competitivas y puedan salir al mercado exterior para paliar este panorama.

¿Qué medidas cree que serían las más efectivas para hacer frente a esta situación?

Las empresas han demostrado este año que son un escudo de protección social, las que han mantenido los puestos de trabajo, las que crean riqueza y serán las que van a ayudar a salir de esta posible mala situación que vamos a tener en el último trimestre y el año que viene. Si a las empresas les pones más trabas y les subes los impuestos, ese dinero no repercutirá en inversiones y subidas de salarios. Queremos que las medidas se tomen de forma urgente y que sean consensuadas con las partes implicadas.

¿Cree que la subida del Salario Mínimo a mil euros puede ser ahora un lastre para las empresas?

Desde la Cámara siempre defendemos la economía social de mercado, y para que esto pase los salarios tienen que ser lo más adecuados a cada momento. Eso ya se hizo y se hizo bien. A nosotros no nos plantea ningún problema. Ahora hay otra situación de contención de gasto por la inflación. A las cámaras no les toca hablar sobre esto, para eso está el Diálogo Social. Esperamos que acierten con las medidas que tomen tanto sindicatos como patronal y Gobierno.

En los próximos meses serán fundamentales los fondos Next Generation que lleguen desde Europa. ¿Qué papel va a jugar la Cámara en este reparto?

Vamos a ser órganos intermedios. De hecho, ya lo estamos siendo con el proyecto KIT Digital. Nos preocupa, sobre todo, que esos fondos lleguen pronto y que lo hagan a las pymes y micropymes, no solo a las empresas grandes. Pero es cierto que esto no puede ser una subvención más para tapar agujeros, han de ser fondos para cambiar la estructura productiva española.

Aparte de presidente de la Cámara de Comercio, usted también es presidente ejecutivo de la Feria de Valladolid. ¿Cómo ve su futuro dentro de una tendencia social en la que lo digital va ganado terreno a lo presencial?

La Feria va muy bien. Durante estos años de pandemia y de crisis hemos conseguido organizar 19 certámenes, seis de ellos nuevos, lo cual indica el potencial que tiene la Feria. Por ejemplo, tenemos FINE, la feria más importante del mundo sobre enoturismo; y la de localizaciones. Ya no apostamos por ferias para el público, sino por certámenes para profesionales. Cada vez hay más y van mejor. La gestión que se está haciendo en la Feria es un acierto.

¿Cuántas empresas hay integradas dentro del Club Cámara?

Lo creamos hace unos años y es un orgullo tenerlo. Tenemos unas cien empresas que aportan sus recursos y liderazgo social para que se beneficien el resto de pymes y micropymes. Hay empresas de todos los sectores, con cuotas de entre 1.500 y más de 10.000 euros anuales. Tenemos un representación muy importante del tejido empresarial de la provincia.  Además, en el pleno de la Cámara hay 36 empresas que tienen una facturación de 14.000 millones de los 19.000 que suman todas las de Valladolid.

El comercio minorista también se ha quejado en los últimos años de una situación dramática. En Valladolid las asociaciones son críticas con los cambios que se están acometiendo en materia de movilidad. ¿Comparte esa visión?

Para nosotros es muy importante el comercio minorista, pero hay que ser valientes. La movilidad ha venido para quedarse y la sostenibilidad va a hacer a las empresas más competitivas y mejores. Entiendo la preocupación de los comerciantes. Probablemente haya que explicarlo todo mejor.

¿Le preocupan las palabras del vicepresidente de la Junta sobre la reducción de ayudas públicas a patronal y sindicatos? ¿Cree que puede suceder lo mismo con la Cámara?

El presidente de la Junta ha convocado el Diálogo Social y creo que ese es el marco en el que lo tienen que solucionar. Poco más tengo que decir sobre este tema. En lo que se refiere a las cámaras, somos 14 a nivel regional que llegan a todo el tejido productivo de Castilla yLeón. El Estatuto de Autonomía nos cita como agente fundamental para la internacionalización de las empresas. Más que las subvenciones, que bienvenidas sean, nos interesa que la Administración esté a nuestro lado, y viceversa, para ayudar a hacer más competitivas a las empresas. No vamos a tener problemas que sea un poco más o un poco menos. Si se reduce, la cantidad va a ser muy pequeña.