'Jacobo': galerista, pintor y más

D.V.
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Fue una figura clave en el Grupo Simancas en el que estaba el pintor Cuadrado Lomas. Contribuyó a agitar la vida cultural de Valladolid, lo que le ocasionó no pocas contrariedades

Esta foto representa a Fernando mostrando la sala a dos policías, pues el Gobierno Civil estaba muy encima de las exposiciones. - Foto: Familia Fernando Santiago

Fernando Santiago Santiago fue el alma mater del famoso Grupo Simancas (en el que estaban los pintores Cuadrado Lomas, Domingo Criado y otros). Y sin duda este fue uno de los hechos más trascendentales en su vida. Mas, se trata de una persona que fue algo más que el aglutinador de un grupo de artistas y un comerciante de muebles y objetos antiguos porque, básicamente, se trata de una persona comprometida con el tiempo que le tocó vivir, además de dedicarse a materializar buena parte de sus sueños relacionadas con el arte, incluida su propia faceta de pintor.

La familia de Fernando, procedente de Villafrechós, recala en Valladolid en 1937, cuando él contaba cinco años. Con quince entra en la Escuela de Artes y Oficios y con veintitrés asiste en Madrid a la Escuela de Cerámica y Dibujo del Centro de Bellas Artes. Su vocación artística la tiene que compaginar con el trabajo en una fábrica de figuras religiosas y decorativas que la familia abrió en el barrio de la Farola, y con el trabajo de diseño para otra fábrica familiar de muebles.

Cuando pudo, viajó por Europa, Francia especialmente, donde conoció las últimas tendencias artísticas, y en esos viajes comenzó a bullir en su cabeza la idea de crear un centro cultural en un pueblo de Valladolid. Aquello le llevó, con su mujer Pilar Paul, a vivir una temporada en Urueña, donde el pintor Gabino Gaona y el escultor Pablo Prieto también tenían casa. 

Corría el año 1966 y Fernando Santiago abrió en la calle Miguel Íscar 2 un comercio dedicado a la venta de muebles, objetos de decoración, obras de arte y antigüedades. 'Jacobo' se llamó el establecimiento.

Además, recuperó la bodega del edificio para hacer una galería de exposiciones. Aquel espacio abrió horizontes en el panorama de Valladolid, pues además de traer artistas no habituales en las galerías de la ciudad, como Chillida y Dalí, el grupo de pintores que aglutinó en torno a él aportó luz y color a un panorama artístico un tanto gris: Jorge Vidal, Gabino Gaona, Sabadell o Cuadrado Lomas pueden ser ejemplo de lo que Jacobo quería mostrar, pero no se quedó en la mera tarea de un galerista. Así, en la bodega organizó presentaciones de libros, conciertos, exposiciones de grabados ilustrando textos poéticos (en sus paredes colgaron poemas de Miguel Hernández y de Pablo Neruda), e incluso promovió un concurso de pintura dirigido al público infantil.

Fernando Santiago contribuyó a agitar la vida cultural de Valladolid, lo que le ocasionó no pocas contrariedades. Por ejemplo, tuvo que anular la presentación que iba a hacer su amigo Pablo Rodríguez (Blas Pajarero) de un libro sobre Picasso por expresa prohibición del Gobierno Civil. Además, antes de cada exposición tenía que comunicar de qué se trataba, y era frecuente que se pasara la policía para comprobar que no se hacía nada que se saliera de lo autorizado.

En 1989 cierra la bodega de la tienda y abre la galería de arte Orón, también en la calle Miguel Íscar.

Corría el año 1972 cuando Fernando Santiago inició una aventura largamente acariciada cual era abrir en Simancas una galería que llamó Arcón A7: el siete se refiere al grupo de personas (él entre ellas), que en 1969 fue a Málaga a visitar a Jorge Guillén. Y en la localidad terminaron por asentarse algunos de los artistas del grupo de Jacobo: los pintores Cuadrado Lomas, Domingo Criado, Gabino Gaona y el escultor Pablo Prieto. La aventura de Arcón terminó en 1982 pues no consiguió los objetivos deseados de asistencia de público, a pesar de las sugerentes exposiciones y actividades.

Fernando Santiago pintó toda su vida, pero se dedicó con mayor intensidad cuando se jubiló y cerró la tienda en 2006. Sus cuadros los fue mostrando en exposiciones colectivas pues apenas hizo exposiciones individuales. La última, en otoño de 2016, y quiso el destino que falleciera poco después: el 8 de enero de 2017. Contaba con 84 años de edad.