Sergio González repitió la palabra orgulloso en más de una ocasión en la rueda de prensa posterior al empate ante el Levante. Orgulloso de sus jugadores y de la segunda parte que hicieron, en la que, asegura, "hemos sido un vendaval pero no las hemos metido".

"No se le puede poner ningún pero al equipo. La primera parte nos ha costado un poco más, hemos estado cohibidos, pero luego hemos sido un vendaval pero no las hemos metido, con malas decisiones en el último pase, con todo bien menos rel remate a puerta. Parecía que no quería entrar. Estoy orgulloso del trabajo de los futbolistas y de la segunda parte. De las mejores de la temporada. Un punto más y a seguir", analizaba el técnico sobre el 0-0.

A pesar de reconocer que la primera parte no fue buena, cree que los suyos mejoraron en los últimos quince minutos de la misma, doblegando a su rival en la segunda: "Ha sido primoroso, con todo para ganar. Parece que nuestro sino es sufrir. Orgulloso y a seguir nuestro camino". Repitiendo lo de no hay que tener prisa: "Nos faltaba mucho ritmo y quitarnos la responsabilidad. Parece que hay mucha prisa por salvarnos. Estamos descontando puntos. Hay que estar tranquilos y hacer nuestro camino. El equipo a veces se siente responsable y no puede hacer el fútbol que sabe a hacer".

Sin querer hablar de Ünal en sentido individual, habló del equipo primero, volviendo a incidir en lo que pasó en los primeros 30 minutos: "Al equipo le ha costado meterse en el partido, muy previsible con balón y sin él cayendo en la trampa del Levante. Luego más cómodos. Y en la segunda hemos sido mejores en todo al rival, con una marcha más, menos previsibles"; para responder a cómo había visto al turco: "Ünal ha participado igual que el grupo. El penalti solo lo falla quien lo tira".

Eso sí, se iba con cierto resquemor por no sumar los tres puntos, sobre todo por los suyos: "Si al final lo que más me cabrea es que el equipo trabaja a destajo y los resultados no dan esa credibilidad de lo que se ve en el campo. Nos falta ese último golpe para refrendar ese buen trabajo que hace el equipo, con y sin balón. Orgulloso y así no tengo dudas de que conseguiremos el objetivo sí o sí". Por ese reconocía que el vestuario estaba rabioso, "con la sensación de haberlo tenido ahí, que se nos ha escapado. Las caras eran largas pero lo hemos comentado, como la segunda parte el resultado acompañará. Nadie les puede reprochar nada. Hay que trabajar el acierto porque todo lo demás lo han hecho".