La fauna no da tregua a la agricultura

M.H. (SPC)
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La Rioja, Castilla-La Mancha y Castilla y León conceden autorizaciones de caza fuera de los periodos hábiles para tratar de controlar las poblaciones de conejos y jabalíes

La fauna no da tregua a la agricultura

Lagricultura es un oficio muchas veces ingrato. Más allá de los factores que se pueden controlar, los profesionales del campo están a expensas de algunas variables que escapan a su control. La más importante de ellas es el cielo y sus caprichos, que en estos meses está haciendo sufrir a muchas regiones de España por la falta de lluvias. Pero no es la única: la fauna silvestre convive con los cultivos, y no siempre de forma armoniosa.

De hecho, en algunas áreas los conejos y los jabalíes son un perpetuo azote que pone en riesgo la rentabilidad de las explotaciones. Los daños de los pequeños lagomorfos al cereal, a las vides e incluso a los olivares son un problema que lleva años creciendo en las dos castillas y en tierras riojanas. Y también las incursiones de los jabalíes en los maizales, las parcelas de girasol o en busca de espigas maduras hacen mucho daño.

Por esa razón, a los gobiernos regionales de las tres comunidades autónomas no les queda más remedio que prolongar los periodos hábiles de caza o, en su defecto, conceder autorizaciones especiales fuera de esos periodos para que los cazadores hagan su labor y ayuden a controlar las poblaciones de estas especies, que han aumentado alarmantemente en ciertas zonas durante los últimos años.

La fauna no da tregua a la agriculturaLa fauna no da tregua a la agriculturaCastilla-La Mancha, por ejemplo, declaraba la semana pasada la emergencia cinegética temporal por los daños de los conejos a los cultivos en 279 municipios de la comunidad (47 en Albacete, 29 en Ciudad Real, 81 en Cuenca, 23 en Guadalajara y 100 en Toledo; se pueden consultar en la web de ASAJA Castilla-La Mancha) para dotar a los agricultores de una herramienta útil con la que paliar los destrozos que sufren. El director general de Medio Natural y Biodiversidad de esta región, Félix Romero, señalaba al respecto que esta declaración permite actuaciones de control únicamente en terrenos cinegéticos con daños causados por conejo en los cultivos. «De este modo, el control de conejos que autoriza esta norma queda circunscrito a las superficies de cultivo en las que exista una sobrepoblación de este animal y daños importantes a las explotaciones agrícolas».

Además, Romero ha recordado que, aunque no es necesario pedir autorización en estas zonas mientras se mantenga activa esta declaración de Comarca de Emergencia Cinegética, sí que es obligatorio comunicar a la Administración pública la actuación y zona donde se van a controlar los conejos y que está permitida exclusivamente bajo los métodos de captura y periodos contemplados en la resolución. Esta situación no es nueva y ya se ha producido en años anteriores.

Como tampoco es nuevo lo que ocurre en Castilla y León. Los agricultores de esta comunidad también están acostumbrados a lidiar con la fauna silvestre, conejos y jabalíes sobre todo. Por eso la Junta de Castilla y León autoriza practicar la caza sobre estas dos especies fuera de la temporada hábil marcada por la Orden Anual de Caza. En el caso del conejo, hay ciertos municipios que cuentan con un historial de sobreabundancia que implica la posibilidad de cazarlos todos el año, aunque en ciertas épocas (periodos sensibles para la cría de otras especies) se limite el empleo de la escopeta y solo puedan usarse hurón y redes o las cuadrillas de caza no deban sobrepasar un número máximo de componentes. Fuera de esos municipios, los titulares de los cotos pueden solicitar autorizaciones excepcionales a petición de los agricultores si fuera necesario.

En cuanto al jabalí, hasta el mes de marzo pueden seguir autorizándose batidas si la situación lo requiere. Y durante todo el año se conceden permisos para esperas nocturnas si los daños a los cultivos son evidentes. Esta especie ha sido especialmente abundante durante la temporada de caza en esta comunidad, sin duda debido a la gran cantidad de ejemplares que no se abatieron la campaña pasada por las restricciones al movimiento, que imposibilitaron la llegada de muchos aficionados que se desplazan desde regiones vecinas como Cantabria o País Vasco.

En el caso de La Rioja, la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Ejecutivo regional ha decidido ampliar el periodo de caza mayor (jabalí y ciervo) hasta el próximo 6 de marzo, según se hacía público este martes. El objetivo es favorecer el control poblacional de especies cinegéticas y mitigar los daños a la agricultura, así como también evitar la transmisión de enfermedades al ganado, como la tuberculosis o la peste porcina, y los atropellos en las carreteras. Asimismo se ha ampliado la autorización para recechar hembras de corzo hasta completar los cupos establecidos en los planes cinegéticos. Para ello, los titulares deberán presentar su solicitud en la Dirección General de Biodiversidad, a través del correo electrónico seccioncaza@larioja.org, y ésta planificará el permiso a través de la aplicación telemática de Gestión de Cotos.

En el caso del conejo, también se está consintiendo su caza fuera del periodo hábil, permitiéndose incluso durante la noche siempre que quede garantizada la seguridad de las personas y la compatibilidad con otros usos. El Gobierno de La Rioja dispone de un listado de municipios con incidencia de daños de esta especie en los que se vienen autorizando de manera automática medidas más o menos potentes en función del nivel de sobrepoblación de conejo que sufra el terreno en cuestión.

 

Los perros de caza y pastoreo quedará incluidos en la Ley de Bienestar Animal.

A pesar de la oposición del Ministerio de Agricultura y de sus intentos para que quedaran fuera de la norma, la Ley de Derechos Animales que se está tramitando actualmente afectará también a perros dedicados a la caza y a los que se empleen para guarda del ganado. Entre las implicaciones destaca que quien posea más de cuatro ejemplares tendrá que dar de alta como núcleo zoológico el lugar donde los tenga. Además los perros de trabajo (caza y pastoreo) tendrán que cumplir condiciones desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales. En cualquier caso, el borrador de la norma indica que ningún perro podrá realizar actividades profesionales hasta cumplir los 18 meses de edad y a partir de los siete años solo se podrán emplear para su función con un informe veterinario favorable. Los perros de caza deberán estar vinculados a la licencia de su propietario y los de pastoreo a número de registro de la explotación a la que pertenecen. En ambos casos deberán mostrar pruebas de sociabilidad, porque su ausencia supondrá su clasificación como perros de manejo especial fuera de la actividad específica. Para criarlos habrá que estar dado de alta en un Registro de Criadores que se creará a tal efecto con los gastos correspondientes. Este requisito sin duda echará para atrás a muchos particulares que, en definitiva, son quienes han ido afinando, a lo largo de muchos años, las líneas que ahora componen la riqueza genética de la que se dispone en España.