Absueltos los electricistas del accidente en Castrillo

D.V.
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El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso del niño de siete años que en agosto de 2016 resultó herido por electrocución al tocar una farola del alumbrado público

Juzgados de Valladolid. - Foto: Europa Press

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso del niño de siete años que en agosto de 2016 resultó herido por electrocución al tocar una farola del alumbrado público de Castrillo de Duero, accidente por el que la familia del menor afectado había pedido prisión para los electricistas que efectuaron labores de reparación en el sistema.

La juzgadora estima así la petición de la defensa y el fiscal del caso, al no entender probada la responsabilidad del electricista, frente a la solicitud de la acusación particular, que había pedido seis meses de prisión para los acusados y una indemnización de 31.000 euros por entender que habían incurrido en un delito de imprudencia grave, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

"No consta probado que tal reposición del cableado llevada a cabo por el acusado fuera la causa de la electrocución", resume la juez en su fallo absolutorio.

Los ocupantes del banquillo, José María P., como persona física, y su hermano Joaquín, en representación de la mercantil de trabajos de electricidad como persona jurídica, mantuvieron en el juicio su inocencia y alegaron que realizaron en 2014 un trabajo puntual de sustitución de cableado robado en el alumbrado público, con absoluta corrección, sin que a posteriori desarrollaran labores de mantenimiento, algo de lo que se encargaron otras empresas distintas.

Por ello, tanto su defensa como el fiscal del caso mantuvieron la petición de un fallo absolutorio, mientras que la representación legal de la familia del menor herido pidió una condena de seis meses de prisión e inhabilitación para el ejercicio de la profesión por idéntico periodo de tiempo y el pago de una indemnización de casi 31.000 euros al entender que el accidente se produjo por una imprudencia grave.

Sin toma de tierra

De hecho, el acusador particular, apoyado en un informe pericial, sostiene que los trabajos efectuados por José María P. no incluyeron la conexión del cableado a la línea de tierra, de ahí la descarga que el día de los hechos sufrió el niño el 14 de agosto de 2016 al tocar de forma simultánea la farola y la valla de una parcela situada a escasos centímetros de distancia cuando se hallaba en el Camino de las Bodegas de Castrillo.

Su padre y también electricista, David M.O., relató que el día de los hechos vio a su hijo convulsionar y precisó que logró despegar a su hijo y romper el circuito que estaba haciendo con su cuerpo tras darle una patada. Un veterinario que pasaba por allí se hizo cargo de las primeras labores de asistencia y reanimación del menor, que acto seguido fue evacuado a un centro hospitalario donde pasó tres días y recibió tratamiento.

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