El fútbol es un acontecimiento social que trasciende lo deportivo. Una liturgia capaz de paralizar un país durante 90 minutos, sumirlo en la depresión si el resultado no es el esperado o hacerlo estallar de alegría si le pelotita entra. Iniesta lo demostró en 2010. Por eso todos los equipos de Primera arrastran consigo una legión de fieles que les siguen allá por donde van, dispuestos a gritar o llorar, según corresponda.
Y eso lo sabe muy bien Valladolid. No solo porque su equipo haya sido capaz de aumentar en los últimos años su masa social, sino porque tiene una experiencia de más de 40 años en Primera División que permite recordar imágenes de aficionados de otros equipos 'tomando' el centro de la ciudad antes de los partidos, para gozo de la hostelería y la economía local.
Tradicionalmente son los equipos del norte de España los que arrastran más aficionados a Valladolid. Sucede, por ejemplo, con dos clubes que ahora están en Segunda División, como el Sporting de Gijón y el Oviedo. En Primera es el Athletic de Bilbao el que más aficionados suele traer. Un buen ejemplo es una de las últimas visitas que el conjunto vasco rindió a la capital pucelana. En mayo de 2019 el equipo que por entonces entraba Gaizka Garitano apuraba sus opciones para clasificarse para Europa, y la cita de Valladolid era fundamental a tres jornadas del final de Liga. Más de 1.500 seguidores del Athletic se desplazaron, la cifra más alta de toda la temporada. Lo que recogía la web del club ese día es buena muestra del impacto que tienen estas visitas para Valladolid. «Desde primera hora de la mañana nuestros colores ya se han dejado sentir por el corazón de la capital pucelana y, según transcurre la jornada, cada vez más son los aficionados que se acercan al centro de Valladolid o a los conocidos pueblos de la provincia para recuperar fuerzas adecuadamente antes de acudir al Nuevo José Zorrilla». Finalmente el Athletic perdió 1-0, pero volvió a dar muestra del apoyo social que tiene.
También ese año la Real Sociedad atrajo más de 500 aficionados txuriurdines a Valladolid en pleno mes de diciembre, con lo que eso supone en la capital del Pisuerga. El partido acabó sin goles. A estos dos equipos vascos podría sumarse el Eibar, si finalmente consigue el ascenso en el playoff, aunque su masa social no tiene nada que ver con los dos anteriores.
desde madrid. Los equipos de la capital son otros de los que más seguidores arrastran a Zorrilla por la cercanía. Por ejemplo, en su última visita sin restricciones sanitarias el Getafe estuvo acompañado de 400 seguidores, mientras que el Rayo contó con 300 fieles. Mención aparte en este capítulo merecen el Atlético de Madrid y el Real Madrid. El primero, porque tiene un volumen de seguidores muy superior a los dos anteriores; y el segundo, porque tiene aficionados en toda España y todo el mundo. El Real Madrid es capaz de generar desplazamientos a Zorrilla no solo desde la capital, sino desde otras zonas de Castilla yLeón y el resto de España. Lo mismo sucede con el Barcelona. Aunque no se trate de una ciudad tan cercana geográficamente, cada partido en Zorrilla es garantía de presencia de un buen número de aficionados culés.
Osasuna también logró reunir en Valladolid a casi 600 aficionados en su última visita, incluso equipos que están más lejos y no forman parte de la élite, como el Celta de Vigo, han llegado a traer a mil personas.
Son cifras cambiantes, que dependen de factores como la fecha y horario del partido, la relevancia deportiva que tenga y la meteorología. Pero no cabe duda de que Zorrilla ha vuelto por derecho propio a la ruta del fútbol de máximo nivel.