Resulta muy complejo definir con precisión hasta qué punto beneficia a una ciudad la presencia de un equipo en Primera División de fútbol. Es cierto que hay estudios al respecto. Por ejemplo, el que publicó la Cámara de Comercio de Valladolid en 2007, en el que sostenía que el impacto era de unos cinco millones. Pero lo cierto es que dentro de esas valoraciones hay que tener en cuenta una serie de intangibles que, además, son los más valiosos. Por ejemplo, la proyección del nombre de la ciudad.

Que el Real Valladolid se enfrente a equipos como el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona hace que el nombre de la ciudad tenga millones de impactos en todo el mundo, toda vez que esos equipos tienen seguidores en los cinco continentes. Es una forma de que el nombre de Valladolid permanezca en el imaginario popular con mucha más fuerza que lo que pueda dar la Segunda División.

El propio alcalde de Valladolid ya dijo esta semana que la difusión de la 'marca Valladolid' era lo mejor del ascenso, una teoría en la que ha abundado muchas veces la concejala de Cultura, Ana Redondo, y que está en la línea de otros sectores económicos de la ciudad.

Por ejemplo, el de los empresarios. La presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel, destaca «lo que supone colocar la palabra Valladolid durante un minuto en el prime time de la televisión o un periódico de gran tirada». Según ella, es una forma de que la ciudad esté en la mente de muchas personas que tienen que tomar decisiones, desde hacer un viaje a realizar una inversión.

Una opinión muy similar a la que tiene el presidente de la Cámara de Comercio, Víctor Caramanzana: «El ascenso supone un valor añadido para la provincia en muchos sentidos; en primer lugar, permite hacer marca e imagen de Valladolid a nivel nacional», señala. Y no solo eso, también destaca que la afluencia de aficionados dinaminzará sectores como el de los hoteles, con más pernoctaciones, el comercio y el transporte, y, según él, podría ser motor de inversiones de medio y largo plazo.

Más allá de estos intangibles, uno de los sectores más beneficiados por este ascenso es el de la hostelería. Muchas aficiones llegan a Valladolid horas antes del partido y aprovechan este tiempo para pasear por el centro de la ciudad, tomar una caña, un pincho o sentarse a comer. «No cabe duda de que es muy beneficioso estar en Primera, aunque la Segunda tampoco era mala, con aficiones como la del Sporting y el Oviedo», dice el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Jaime Fernández. Pero la máxima categoría es diferente, «sobre todo porque hay mucha gente de la Comunidad que aprovecha para venir a ver a las figuras». Además, el representante de los hosteleros también valora la proyección que tiene la ciudad en el ámbito nacional e internacional por disputar una de las mejores competiciones del mundo.

En lo que respecta al comercio,  podría parecer que el impacto no es tan directo como en la hostelería, aunque haya aficionados que aprovechen la visita para llevarse algún recuerdo, pero el presidente de la patronal Fecosva recuerda que «todo lo que es bueno para Valladolid es bueno para cualquier actividad económica... hay que tener una visión global». La otra patronal del comercio, Avadeco, cree que los que se pueden beneficiar son los locales del centro, «sobre todo las franquicias», pero considera que, en términos generales, estar en Primera supone «una campaña de publicidad para la marca Valladolid que hay que aprovechar», según señala su presidente, Alejandro García Pellitero.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, Pablo Parrilla, reconoce que estas empresas se beneficiarán del turismo «emisor y receptor» que genera el fútbol. De hecho, reconoce que nada más que se cerró el ascenso ya recibió una llamada de un colega de Bilbao instándole a verse para empezar a preparar esos viajes.

Un estudio cifra el impacto del ascenso en 57 millones

La casa de apuestas Kelbet realizó hace poco menos de un año un estudio en el que analizaba el impacto que tiene en cada una de las ciudades tener un equipo de Primera División. En el caso de Valladolid, lo cifraba en un 0,41 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) local, es decir, 57 millones. Unos cálculos, según la casa de apuestas, realizados con «datos de LaLiga y el INE de periodos no afectados por la pandemia». Estas cifras contemplan derechos de televisión, turismo, hostelería, comercio y venta de entradas.