Menos accidentes, pero los mismos atropellos y muertes de trafico. Ese podría ser, en resumen, el balance del primer año con las calles a 30 kilómetros por hora en Valladolid. La medida, impulsada por la DGT para todas las áreas urbanas del país, fue presentada en mayo de 2021 en la capital vallisoletana por el ministro del Interior. Grande-Marlaska lo lanzó a toda España bajo el lema 'A 30 hay más vida' y se hablaba de lograr ciudades «más humanas y seguras».
El principal objetivo que Tráfico perseguía con la reducción a 30 de la velocidad máxima en todas las vías de un solo carril por sentido de la marcha era ir bajando las cifras de accidentabilidad urbana, más allá de intentar reducir los niveles de contaminación de las ciudades, y lo cierto es que parece que se está ya consiguiendo en Valladolid. En el balance de este primer año ya se aprecia una caída del 13% en los siniestros viales, en la comparativa entre 2021 –el año en que entró en vigor la reducción de la velocidad– y 2019 –último con cifras de tráfico normales, si se saca de la ecuación lo ocurrido en el pandémico 2020–, después de que se haya registrado medio millar menos de accidentes urbanos.
Para el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Valladolid, Luis Vélez, «los resultados son muy positivos», si bien admite que «hay que darle más tiempo, porque este tipo de medidas no surten efecto de un modo inmediato», por lo que entiende que todavía hay margen de mejora. En todo caso, cree que «para Valladolid es una muy buena noticia» y destaca que se ha puesto en marcha «sin que haya supuesto ningún perjuicio para el ciudadano». «En otras ciudades como Bilbao ya llevan más tiempo y sabíamos que los resultados iban a ser buenos», apostilla Vélez.
El concejal destaca el hecho de que en 2021 no hubiera ni un solo fallecido en atropello y que se haya dado esta bajada en los accidentes urbanos, ya que, según recuerda, «el objetivo es proteger al usuario más vulnerable, al peatón y a los ciclistas, que los accidentes sean menos graves». En concreto, los datos reflejan un descenso desde los 3.765 (más de diez al día) que registró en 2019 la Policía Local a los 3.270 del pasado 2021 (casi nueve de media). 495 menos, que se aprecian tanto en los accidentes graves como en los de chapa, ya que los siniestros sin heridos han bajado de 3.119 a 2.710, mientras que los casos con lesionados lo ha hecho de 646 a 560; el 17% fueron con heridos.
MÁS HERIDOS
En este sentido, lo que sorprende es que casi se han duplicado las personas heridas, pese a que hay un centenar menos de siniestros en las estadísticas de la Policía Local. En el pasado 2021 hubo 78 heridos (44 de carácter grave o muy grave), por los 46 (19 con lesiones de importancia) de 2019. La última memoria policial concreta que en seis de cada diez accidentes graves (son en los que interviene Atestados), la causa eran las condiciones psicofísicas del conductor (drogas, alcohol...). En igual sentido, se detalla que siete de cada diez fueron choques (con semáforos, árboles...) o colisiones (generalmente de tipo frontolateral). En la distribución por zonas, es el distrito I de la Policía Local (el del barrio de Las Delicias), el que más accidentes concentra, al punto de aglutinar uno de cada tres (1.001, exactamente). El resto de zonas se mueven en el entorno del medio millar.
Lo que no sube ni baja tras este primer año con las calles a 30 son las muertes en accidente vial en la capital vallisoletana, puesto que durante el último año fueron tres, las mismas que en 2019. Nada que ver con las ocho muertes que hubo en 2018.
Algo parecido ocurre con los atropellos. A pesar de la llegada de las calles a 30 kilómetros por hora, el dato anotado por los agentes de Atestados es el mismo en 2021 y en 2019: 14. Esa fue también la misma cifra que se dio en 2018, mientras que en 2017 habían sido 19 y en 2016, 28.