Dos años después de que una horda de seguidores del entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) asaltara el Capitolio del país, el republicano quiere volver a la Casa Blanca, pero poco a poco se está viendo más acorralado por las investigaciones en su contra y se multiplican las voces que le dan la espalda. El 6 de enero de 2021, miles de personas irrumpieron de forma violenta en el edificio del Congreso, en Washington, para intentar impedir la ratificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden espoleados por las falsas acusaciones de fraude vertidas por Trump.

Hubo cinco muertos y unos 140 agentes heridos en ese episodio, que todavía marca la agenda política y mediática del país. Pero han tenido que pasar dos años para que el comité del Congreso que ha investigado los hechos, controlado por los demócratas, señalara sin titubeos al principal responsable:  Trump. Ante estos escándalos, los republicanos obtuvieron una victoria mucho más modesta de lo esperado en las elecciones del pasado noviembre y muchos candidatos radicales impulsados por Trump sufrieron severas derrotas. Así, varias voces han pedido desde entonces su relevo y el lanzamiento de su campaña presidencial para 2024 fue recibido con frialdad.