La calle Caridad es la más ruidosa de la zona ZAS de Coca

M.Rodríguez
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En esta vía es donde las mediciones registran los niveles más altos de ruido y donde más veces se superan los límites permitidos. También se superan en la calle Campanas y en la propia plaza

031122JT_0034.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Las mediciones del Ayuntamiento de Valladolid no dejan lugar a duda: la calle Caridad es la que presenta los niveles más altos de ruido nocturno. Así se refleja en el informe técnico previo a la declaración de Coca como zona acústicamente saturada (ZAS). De hecho, en esta vía se superan en ocho de las treces mediciones los límites permitidos de ruido (65 decibelios) y se alcanza la intensidad más alta (65,8). En la plaza de Martí y Monsó se supera en cinco ocasiones, pero el máximo se queda en 65,5 decibelios. La tercera vía analizada, por estar entre las tres más representativas de las nueve que delimitan la zona, es la calle Campanas. En este caso se superan en cuatro ocasiones los límites, pero  con niveles superiores a los de la plaza y similares a Caridad.

La opción de la declaración ZAS  está recogida en la Ley de Ruido de Castilla y León. En el artículo 25 se recoge esta figura que habilita a la administración pública competente a delimitar las áreas donde se incumplen los objetivos de calidad acústica. En este caso se ha optado por la declaración «para reducir el ruido y conciliar la actividad económica con el descanso de los vecinos», tal como explica la edil de Medio Ambiente, María Sánchez. 

El documento está actualmente en exposición pública para que los afectados puedan presentar alegaciones antes de su aprobación definitiva. La medida afecta a los 74 bares censado en 16 calles, que desde su entrada en vigor tendrán prohibido celebrar conciertos en la calle, salvo momentos excepcionales como las fiestas patronales donde se anulan los límites acústicos. 

A esto se acompañará la exigencia de «antelación» en la recogida y cierre de las terrazas, de tal forma que  estén «completamente recogidas» a la 1 de la mañana de domingo a jueves y festivos y a las 2 los viernes, sábados y vísperas de festivos. Esto ya estaba previsto en la normativa municipal, pero la Policía Municipal era flexible en su aplicación, tal como reconocen los propios hosteleros. «Ahora se hará cumplir la normativa y se elimina ese margen que había, algo que nos parece bien», detalla Alberto Ruiz, presidente de la asociación Más que bares. De hecho, este estudio asegura que las terrazas son «la fuente principal del ruido ambiente en la zona». Y se detalla que dado que el interior de estas calles es peatonal «se puede descartar el tráfico como una de las fuentes de ruido en la zona».

Por eso el Ayuntamiento no otorgará más licencias a actividades potencialmente ruidosas en esta zona, ni se autorizará la modificación o ampliación de actividades, salvo las que lleven aparejada la disminución del ruido. A esto se suma una limitación en el  horario de apertura de los locales con doble licencia, que se generalizó en la pandemia sobre todo los locales de ocio nocturno. «Entendemos que cuando se generalizó la doble licencia era para garantizar la viabilidad de estos locales muy afectados por las restricciones. Ahora ya no es tan necesaria», reconoce Alberto Ruiz. Los hosteleros no ven mal que se retrase la apertura de estos locales que cierran de madrugada. En la nueva normativa del Ayuntamiento se fija un cambio en el horario de 6 a 8 de la mañana y se traslada de 10 a 12 horas.

Alegaciones. Los que ya anuncian alegaciones a la declaración de zona acústica saturada en Coca son los vecinos del centro. Este colectivo, que se creó en 2019, es uno de los más activos en la reclamación de soluciones para enfrentar el problema del ruido nocturno y considera insuficiente la nueva regulación propuesta por el Ayuntamiento.

«Vamos a presentar alegaciones a la declaración ZAS de Coca para mejorarla y lo hacemos también pensando en la próxima, la de San Miguel. Aunque cada una tenga unas características concretas, son necesarias más medidas correctoras», detalla Juan Fernández Aldana, portavoz del colectivo. En este sentido, anuncian una campaña de recogida de firmas para agilizar esta segunda declaración.

Las alegaciones se centrarán en ser más restrictivos con las licencias. La norma propone no autorizar nuevas o ampliación de actividades, pero los  vecinos quieren que cuando cese la actividad de alguno de los negocios que generan ruido no se renueve para facilitar un traspaso. Además, también solicitarán que se adelante media hora el cierre de las terrazas. «En la declaración ZAS se fija que deben estar recogidas a la 1 o las 2, dependiendo del día, pero se era laxo en la aplicación. Adelantando media hora el cierre se garantiza que se cumpla el horario fijado», recalca  Fernández Aldana.

Los vecinos de la zona centro también quieren que sean más restrictivos los horarios para bares musicales y bocaterías. «Pedimos adelantar una hora el cierre de estos bares y que las bocaterías tengan el mismo horario que ellos. Estas últimas están en un vacío legal y siguen abiertas más tiempo. Eso hace que la gente alargue el tiempo de estancia en la calle». En esta línea, se pide que la apertura de los bares con doble licencia (bares musicales que también funcionan como cafetería) no sea antes de las 9.15 horas.

Este colectivo comparte con los hosteleros que el ruido está en la calle, aunque difieren en que la causa exclusiva sean los bares. Por eso coinciden en que es necesario impulsar campañas de concienciación como la que anunció el Ayuntamiento antes del verano. «No han hecho nada», recalcan.