Punk rock con toques de metal

M.B.
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El grupo vallisoletano 'Abatidos' sacó en marzo su primer trabajo, 'Buscando un lugar', arrancando una trilogía que culminarán con 'El nido del cuco' y 'Redención'

El grupo vallisoletano 'Abatidos'. - Foto: Jonathan Tajes

El Centro Social Las Dagas es su segunda casa. O quizá la primera. Allí ensayan uno o dos días a la semana. Allí remataron su primer trabajo y están componiendo los dos siguientes. Porque 'Abatidos', pese a formarse hace tres años tras un primer intento de hacer un grupo de ska, tiene claro su recorrido. «Hacemos punk rock con toques de metal. Es un sector muy amplio y no nos queremos limitar a un solo sonido o estilo. Cada uno aporta el suyo», señalan tras uno de sus ensayos.

La formación arrancó en el verano de 2019 después de ese intento de banda de ska: «Éramos 7 u 8, pero nos fallaban los vientos. Así que nos quedamos unos pocos y nos lanzamos a este proyecto». Comenzaron Rubén (voz y guitarra), Nacho (voz y guitarra) y Unai (bajo), primero con un batería y luego con Moly: «En tres semanas ya estábamos en un festi».

De esa unión de estilos comenzaron a salir temas y una idea, hacer una trilogía. Porque el nombre de la banda llegó casi solo. «Pensando un día un nombre, estaba en una sala muy fría y vi que los congeladores se llamaban abatidores...», señala Rubén entre risas.

Su particular trilogía ya tiene el primer EP, de cinco canciones, en la calle, 'Buscando un lugar'. Completamente autofinanciado, buscan dinero para los dos siguientes, 'El nido del cuco' y 'Redención' para cerrar esa trilogía. «Contamos la vida de una persona que un día explota y esa duda entre seguir o acabar con su existencia», señalan. Con los temas ya en la mente, en las guitarras y en las voces, solo les falta el dinero para que vean la luz.

Ya han pasado por festivales como VdB Rock en Venta de Baños (Palencia), Mataza Rock (Matapozuelos), Festidagas... e incluso han llegado a tocar en la cárcel de Villanubla y en el colegio Gonzalo de Berceo. «La primera fue una pedazo de experiencia, que compartimos con Brea Bastard, y nos gustaría repetir. La segunda nos encantó tocar para chavales, aunque creemos que les gustó más a sus padres», recuerdan.

Sus letras son «más de temas personales y existenciales». «Claro que nos gusta reivindicarnos, pero hablamos más de enfrentarnos a la duda de la vida. Son más sobre pensamientos nuestros», añaden sobre unos temas que fluyen desde una letra o una melodía tarareada en un móvil.

Su última cita fue en una nueva edición del festival solidario Mataza Rock, que organizó Nacho en la Casa de Cultura de la localidad este pasado sábado, y que este año su recaudación irá para Eavacyl (Asociación contra las Enfermedades Autoinmunes y Vasculitis de Castilla y León); y la próxima, el 3 de diciembre en la Feria de Valladolid en el Pucela Rock, junto a Boikot 

«Esta es nuestra terapia», resumen sobre lo que significa tocar.