Al Real Valladolid le sobran jugadores. Eso es una realidad. El descenso a Segunda hace que algunos de los futbolistas de su plantilla se quieran ir. Esa es otra obviedad. Y si a eso se le junta que varios clubes de Primera están viendo un buen mercado en Zorrilla tenemos la combinación perfecta para la conocida como ‘operación salida’ en Pucela.
Por el momento con conjeturas, rumores pero sin naca cerrado. A Óscar Plano y a Masip ya se les coloca en el Levante y el Barcelona. Sobre el primero, incluso, se habló abiertamente esta semana desde Ser Valencia de acuerdo cerrado. El problema es la cláusula, a la que el club se remite en todos los casos, como señaló el director deportivo, Fran Sánchez, en estas páginas. El ‘10’ del Pucela tiene contrato hasta 2023 y su salida está pactada en 25 millones. Mucho dinero para un Levante que también necesita firmar salidas. El portero, con vinculación hasta 2022, lleva en la órbita de equipo en el que se formó desde el final de esta última temporada. Se habla de que podría incluso ir como segundo de Ter Stegen.
El último en ‘sonar’ con fuerza para otro club ha sido Marcos André. Según Superdeporte, le quiere el Valencia... pero como ocurrió con Osasuna, el Real Valladolid se remite a la cláusula, de primeras, de 25 millones, ya que su contrato expira en 2023.
El Granada, club del que llegó Fran Sánchez y su equipo de la Dirección Deportiva, se ha fijado en Olaza, por el que el Real Valladolid debe pagar 2 millones de euros al Boca Juniors argentino tras jugar cedido la segunda parte de la temporada en Zorrilla. Además de los andaluces, Osasuna también le tenía en su agenda (aunque en su caso sin intención de pagar un traspaso), pero desde Valladolid no se quiere perder dinero. También el Granada se ha fijado en Roque Mesa, uno de los que, junto a Orellana, tiene por contrato una salida más ‘sencilla’ en caso de que hubiese descenso.
A Bruno se le ha vinculado al Cádiz y es de los que sí podrían irse. Mientras que Roberto y El Yamiq ya han insinuado sus intenciones de dejar el Real Valladolid. El portero llegó libre y tiene contrato hasta 2023. Por el central, el club pagó algo más de 200.000 euros al Genoa italiano y es a los que se les podría sacar una plusvalía.
Fran Sánchez tiene mucho trabajo por delante y un overbooking en la plantilla. Pero ya dejó claro que su idea era hablar primero con todos los jugadores y sus representantes para conocer de primera mano las intenciones de ambos. Luego trataría de mantener el bloque, buscando convencer a aquellos que quieren salir e interesa que se queden. Para remitirse en todos los casos a las cláusulas de rescisión.
También es verdad que antes de la llegada de Sánchez ya hubo conversaciones entre representantes y club.