Sanidad invierte casi 400 euros más por habitante que en 2016

SPC
-

Castilla y León se cuela en el grupo de autonomías con mayor gasto con 1.863 euros en el peor ejercicio para la sanidad, el de la covid, frente a los 1.473 de hace un lustro

Entrada del centro de salud de la localidad burgalesa de Melgar de Fernamental. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Castilla y León invirtió en la salud de cada ciudadano en el peor año de la historia de la salud pública, el de la covid, casi más de 400 euros que hace cinco años, lo que la permitió colarse entre las autonomías con mayor gasto por persona. En concreto, en 2020 dedicó 1.863 euros por habitante, por encima de la media nacional que se cerró con 1.770, según las últimas estadísticas de gasto sanitario público analizadas por Ical.

La Consejería de Sanidad destinó 1.473 euros por habitante en 2016, cuando cerró un presupuesto de 3.600 millones, con un peso en el Producto Interior Bruto de la Comunidad del 6,6 por ciento. En aquel ejercicio, los datos eran muy similares a los del país, con una representación en el PIB del seis por ciento y una inversión media de 1.436 euros, lo que supuso 37 euros menos que en Castilla y León.

Aunque el gasto ha subido lentamente, en todos los ejercicios estudiados la inversión de Castilla y León ha sido siempre ligeramente mayor, con una clara diferencia en el año de la covid de 93 euros sobre la media nacional, que en 2019 fue de 68. Esto se debe a que la Comunidad logró cerrar un presupuesto consolidado de 4.454 millones en el año de la pandemia, con un impacto del ocho por ciento del PIB, cinco décimas por encima del 7,5 por ciento de España.

Es cierto que en aquel momento el virus se 'comió' gran parte de los recursos, y que el gasto pasó de situarse en la horquilla del 6,5 y del 6,7 del PIB de los cuatro años anteriores al ocho por ciento, si bien en España también creció, pero a un ritmo inferior.

Si se analiza los datos por comunidades en 2020, se observa que Castilla y León, con 1.863 euros por habitante, fue la tercera con mayor gasto público, sólo por detrás del País Vasco (1.948) y el Principado de Asturias (1.892). Esto contrasta con las autonomías con menor gasto sanitario público que fueron Andalucía (1.398 ), Madrid (1.491) e Islas Baleares (1.577 euros por habitante), y todo pese a que las dos primeras fueron de las de mayor presupuesto global, con 11.858 y 10.077 millones, respectivamente, solo por detrás de Cataluña, con 13.473 millones.

Peso en la economía.

El indicador del PIB, que arroja la importancia que la sanidad tiene en cada economía autonómica, arroja que Castilla y León se situó en 2020 en puestos intermedios, por encima de la media de España, con el ocho por ciento citado, frente al 7,5 por ciento del país. En este caso, la tabla la lideró Extremadura (9,7), seguida por Canarias (9,3) y el Principado de Asturias y la Región de Murcia, ambas con 8,9 por ciento.

Las que presentaron el menor porcentaje del gasto sanitario sobre el PIB fueron Madrid (4,7 por ciento), La Rioja (6,2) y Cataluña y la Comunidad Foral de Navarra (6,3 por ciento en ambos casos).

Por lo que respecta a la distribución del gasto, el componente con mayor peso fue la remuneración del personal. En 2020, este capítulo absorbió el 51,2 por ciento, un total de 2.279 millones del gasto sanitario público de la Comunidad, muy por encima del 44,9 por ciento de la media nacional. Las autonomías con porcentaje más elevado fueron Aragón, con más de la mitad, el 53,2 por ciento, junto a País Vasco (52,6) y Navarra (51,7 por ciento).

El informe también arroja cuánto dedican las autonomías a la formación de médicos internos residentes, que en el caso de Castilla y León fueron 73 millones, lejos de presupuestos como los de Andalucía, 214 millones; Madrid, 228 millones, y Comunidad Valencia, con 127 millones.