Rodrigo Garrido Paniagua aborda el fin del mundo en 14 relatos

D.V.
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"Nos estamos acostumbrando a hechos impensables", dice el autor vallisoletano

Rodrigo Garrido Paniagua aborda el fin del mundo en 14 relatos - Foto: IMAGEN CEDIDA POR RODRIGO GARRID

El escritor Rodrigo Garrido Paniagua (Valladolid, 1978) aborda el fin del mundo como excusa para poner a una serie de personajes en una situación límite en 'Cuando los ángeles hagan sonar las trompetas' (Difácil), un entramado de 14 relatos con el que el poeta se adentra en la narrativa.

Tras publicar cuatro libros de poesía, Garrido Paniagua se estrena en la prosa narrativa con esta serie de relatos unidos por la temática del fin del mundo, una idea que "ha estado presente en la humanidad en diferentes épocas y vuelve cada cierto tiempo".

"La idea de hacer un libro con este contexto surge a raíz de la pandemia, pero también de acontecimientos como la erupción del volcán en La Palma, el supuesto apagón, la guerra y la amenaza nuclear", ha explicado el autor en declaraciones a Europa Press.

En este sentido, el vallisoletano se muestra crítico con la "forma sensacionalista" que los medios de comunicación han adoptado a la hora de tratar estas informaciones y el "alarmismo" con el que ha contribuido a esa "sensación de fin del mundo que tiene la gente".

Sobre este sentimiento colectivo, el autor subraya el "futuro incierto" en que se encuentra la sociedad, la cual "vive desde hace mucho tiempo sin un rumbo claro". "No hay un objetivo concreto al que dirigirse. Las decisiones políticas parecen atender a la inmediatez. Esa incertidumbre es la que domina a los personajes del libro", ha explicado Garrido Paniagua.

Bajo un cielo de tonalidades anaranjadas y una niebla fuera de lugar en verano como vaticinios del Juicio Final, 'Cuando los ángeles hagan sonar las trompetas' se desarrolla en un contexto en el que "puede ser el último día del mundo", un recurso a la distopía sobre lo que el escritor advierte de que aunque hoy en día lo distópico se esté "convirtiendo en realidad", cada vez "sorprende menos". "Nos estamos acostumbrando a hechos impensables", ha defendido.

Algunas de las historias de estos 14 relatos se complementan con otros relatos para lograr continuidad a lo largo de las 166 páginas de la obra. Conectadas o no, todas las historias transcurren al mismo tiempo para buscar una simultaneidad de acciones para asomar al lector a las circunstancias de los protagonistas.

"En realidad, el fin del mundo es una excusa para poner a una serie de personajes ante una situación límite, en donde cada uno actuará de una manera. Hay un abanico de opciones que van desde los personajes que deciden actuar activamente y otros que son más pasivos ante la
situación que se les plantea", ha explicado el escritor, quien recalca que en este "entramado" de relatos, la vida de algunos personajes "se entiende con la lectura de otros", mientras que la de algunos "queda suspendida", lo cual "lleva a pensar a los lectores qué será de ellos".

Los 14 relatos han sido confeccionados para este libro, lo que favorece la "coherencia" del conjunto y la "uniformidad de estilo" que le aporta "solidez", según destaca su autor.

Garrido Paniagua justifica su salto de la poesía a la prosa narrativa ante las ideas que se han ido acomodando en su interior durante los últimos años y que "necesitaban un tipo de tratamiento narrativo" que ha resultado en este libro

Tras ver la luz en esta edición que se presentó este jueves en la Galería de Arte Javier Silva de Valladolid, el autor sigue escribiendo relatos que formarán parte de un nuevo proyecto.

Miembro habitual de la iniciativa poética 'Susurros a pleno pulmón', el poeta lamenta el "parón" que impuso la pandemia a este tipo de iniciativas, pero defiende que, tras diez años de intercambio creativo y cultural, llegó el turno de que cada miembro continuara con sus propios proyectos.

Nacido en 1978, Rodrigo Garrido Paniagua estudió Historia del Arte en la Universidad de Valladolid. Es autor de títulos de poesía como 'Los dormidos' (Origami, 2014) y 'La primera vez que vi un animal muerto' (Difácil, 2016).