El Real Valladolid se impuso el sábado al Alavés, certificando de manera virtual su permanencia una temporada más en LaLiga Santander. Apenas tres días más tarde juega este martes, a partir de las 19.30 horas, en Mestalla ante el Valencia en busca de que esa salvación sea ya matemática. Porque si algo parece claro es que este Pucela no se va a dejar llevar en esta recta final de una campaña atípica, marcada por la covid-19, a la que le quedan cuatro partidos en dos semanas. 

Los de Sergio González, que viajaron con siete ausencias y una citación de tan solo 21 jugadores, tras las lesiones de Miguel y Salisu, buscarán seguir sumando en una recta final liguera en la que han ganado a Leganés y Alavés, empatando con el Celta, Getafe, Levante y Sevilla, y perdiendo solo con el Atleti en el Metropolitano. 

El triunfo del sábado le deja con 39 puntos, 10 por encima del Mallorca, 11 sobre el Leganés y 15 más que el Espanyol, con doce por jugarse. Una victoria en Mestalla dejaría al Pucela ya matemáticamente en Primera; un empate o una derrota haría depender de los resultados de bermellones y pepineros, aunque esa permanencia sea ya virtual.

Sin descubrir sus bazas, lo normal es que Sergio vuelva a rotar en casi todas sus posiciones. Quizá sea pueda ver de nuevo a Ben Arfa (ya que Sandro solo está para 20-30 minutos), o lleguen nuevos debuts ligueros, en los casos de Alende y Víctor García. 

Enfrente estará un Valencia que ocupa la novena posición en LaLiga Santander, con 47 puntos gracias a 12 victorias y 11 empates. Desde el regreso de la competición solo suma cinco puntos en los siete partidos disputados, lo que motivó la destitución de Albert Celades y la llegada de Voro al banquillo ché, que no ha logrado reconducir la dinámica de los suyos. A pesar de esto el objetivo de los locales continúa fijado en Europa y solo tres puntos los separan del séptimo clasificado; y como local se mantiene como el cuarto mejor del campeonato ya que solo ha cedido una derrota.

El empate logrado en la visita al Granada, pese a ser el primer punto logrado con Voro en su banquillo, mejoró algo pero no cambió por completo las sensaciones que habían dejado en el Valencia tres derrotas seguidas, informa Efe. Sirvió para poner fin a una sequía de tres partidos sin sumar y sin marcar pero no, por ejemplo, para finalizar la racha de choques sin ganar a domicilio, que ya es de nueve.

El conjunto valencianista necesita, por tanto, recuperar confianza pero también necesita sumar para que no se le escape definitivamente el tren de la segunda competición europea, tras haber renunciado al de la Liga de Campeones. El encuentro en el Nuevo Los Cármenes sí que sirvió para ver que Voro busca en las rotaciones un revulsivo físico y moral y en ese caso tuvo el premio del gol de Manu Vallejo, que llevaba desde diciembre sin jugar.

Se prevén por tanto rotaciones con la duda de si en algún momento afectarán también a Dani Parejo, el único jugador que ha sido titular en todos los partidos, y sobre quién podría hacer su función. Para el choque son baja Ezequiel Garay por haber acabado su contrato y por lesión Cristiano Piccini, José Luis Gayà y Rodrigo Moreno.

Un vistazo atrás en la historia muestra que Mestalla es un campo complicado para los intereses pucelanos, donde ha sumado en 15 de las 42 visitas hasta ahora aunque, eso sí, de los cinco últimos precedentes en tres se sacó algo positivo. En el curso pasado es difícil borrar el recuerdo de ese golazo de Alcaraz que supuso el 1-1 definitivo.