Valladolid, cuarta provincia donde menos suben los salarios

Óscar Fraile
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El incremento del 2,3 por ciento en 2018, hasta los 20.689 euros anuales, solo está por encima de la evolución registrada en Melilla, Ceuta y Segovia

Valladolid, cuarta provincia donde menos suben los salarios

El salario medio de los vallisoletanos volvió a aumentar en 2018 por cuarto año consecutivo, para situarse en 20.689 euros brutos. Una evolución que no brilla tanto si se la compara con lo que ha sucedido en el resto del país. Según los datos del informe Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias de la Agencia Tributaria, el incremento del salario medio en la provincia se sitúa en el 2,3 por ciento, el cuarto más bajo de todo el país. Solo presenta una evolución más pobre Melilla, con una bajada del 0,2 por ciento; y Ceuta y Segovia, con subida del 1,7 y 2,1, respectivamente. Los mayores incrementos se registraron en Baleares, Huelva y Jaén, con un 4,6, 4,3 y 4 por ciento, respectivamente. Castilla y León no sale muy bien parada en esta comparación, ya que entre las once provincias con peor evolución salarial, siete son de esta Comunidad.

Bien es cierto que Valladolid ha logrado salir del periodo de congelación e incluso descensos puntuales del salario medio que supuso la crisis económica. Ahora encadena cuatro ejercicios consecutivos al alza para pasar de los 19.254 euros de 2014 a los 20.689 del año pasado. Es decir, un 7,4 por ciento más en esos cuatro años.

Y todo parece indicar que la tendencia podría seguir en los próximos años, dado que esta estadística corresponde a 2018 y no recoge los efectos de la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros, que entró en vigor el 1 de enero de este año. Es más, el Gobierno estudia un nuevo incremento para 2020, pese a las reticencias de la patronal. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aconsejó esta semana al nuevo Ejecutivo que «se piense muy bien» qué hacer ante la amenaza de un nuevo proceso de desaceleración.

Por otro lado, los datos de Hacienda vuelven a revelar la notable diferencia de ingresos anuales de los hombres frente a las mujeres. Mientras que el salario medio de ellos se sitúa en 23.198 euros, el de las asalariadas se queda en 17.787, es decir, 5.411 euros menos. Bien es cierto que esta cifra supone un leve descenso de la brecha salarial respecto a 2017, cuando ellos cobraban 5.472 euros más que ellas, y después de cuatro años de ensanchamiento de esa diferencia.

Si las diferencias de la actualización salarial son más que notables entre algunas provincias y otras, en las retribuciones por sectores todavía son más pronunciadas. Un año más, los trabajadores de entidades financieras y aseguradoras se sitúan en lo más alto en Valladolid, con unos ingresos medios de 35.860 euros brutos. Por detrás están los asalariados de la industria extractiva, energía y agua, con 30.526 euros, seguidos de los profesionales de la información y la comunicación (28.972 euros), la industria (25.847) y los servicios sociales (25.250). Todos ellos están por encima de la media. Por debajo se sitúan los empleados de la construcción y actividades inmobiliarias (20.287), los del comercio, reparaciones y transporte (18.417), los de servicios de las empresas (15.762), los englobados en la categoría de ‘Otros servicios personales y de ocio’ (10.069) y, por último, los agricultores y ganaderos, con 10.068 euros.

Si Valladolid no sale muy bien parada en la evolución del sueldo medio del año pasado, tampoco lo hace al analizar la subida pactada en los convenios colectivos firmados este año. Según los datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, entre enero y octubre de este año ese porcentaje se sitúa en el 1,84 por ciento en Valladolid, lejos del 2,21 por ciento de España. También está por debajo de lo pactado en el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020. Patronal y sindicatos acordaron durante ese periodo recomendar en las negociaciones colectivas que se pactaran subidas de en torno al dos por ciento, que incluyera un punto porcentual más ligado a factores como la productividad y el absentismo injustificado, entre otros. En la trasposición que se hizo de este acuerdo a Castilla y León se acordó, además, impulsar incrementos salariales que hicieran avanzar a la Comunidad hacia los salarios medios de España.

La subida de este año ha sido mucho más consistente en los convenios sectoriales que en los de empresa. En los diez primeros meses del año se han firmado 30 de empresas que afectan a 3.838 trabajadores, con una subida media del 1,62 por ciento, mientras que en los doce sectoriales que afectan a 38.542 empleados el incremento ha sido del 1,86 por ciento. Los datos del Ministerio también permiten observar que la jornada media pactada en esos convenios es de 1.747 horas al año, prácticamente la misma que la media española.

El secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO Castilla y León, Fernando Fraile, critica que «la patronal no está cumpliendo en Valladolid y Castilla y León con los acuerdos pactados, al contrario de lo que está sucediendo a nivel nacional, donde la subida pactada en los convenios se sitúa en el 2,3 por ciento».

Fraile también sostiene que el hecho de que la mayoría de provincias de Castilla y León esté en el grupo de cola respecto a los incrementos del salario medio demuestra que las empresas «cometen un erroro al tratar de competir a base de bajos salarios», en lugar de apostar por la innovación, la tecnología y la formación de las personas. El representante de CCOO añade que «escudarse» en la situación económica para justificar estos «bajos» incrementos salariales no es más que una «excusa», dado que «las empresas de Castilla y León tienen beneficios que están por encima de la media del Estado». Además, asegura que esta «política» también es perjudicial para la economía de la Comunidad. «Los salarios son una parte importante para el consumo y la demanda interna, que, a su vez, son el principal motor de la economía y de la creación de empleo». Fraile también lamenta que, según él, los «bajos» salarios son un factor que fomenta la despoblación. «Tenemos la juventud mejor preparada de la historia y resulta que se tienen que ir a otros sitios como consecuencia de los bajos salarios que hay en Castilla y León», señala.

Por su parte, la secretaria provincial de UGT en Valladolid, Nuria González, considera que el hecho de que no se llegue al dos por ciento de subida en los convenios de Valladolid se debe a «la falta de entendimiento de Cecale con las organizaciones patronales de las provincias de Castilla y León». Además, considera que «se está entrando en un terreno muy peligroso» cuando se empiezan a «incumplir» los acuerdos. Y recuerda que el de los salarios no es el único, en referencia al de las 35 horas de los funcionarios en la Comunidad.

Por otro lado, también apuesta por incrementar otra vez el SMI porque la anterior subida «está teniendo un impacto muy positivo en las rentas más bajas». González es partidaria de avanzar para que el SMI alcance el 60 por ciento del salario medio.

La presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE), Ángela de Miguel, señala que los salarios suben «todo lo que pueden subir» y recuerda que los sindicatos también firman esos convenios «cuando se sientan a la mesa y ven la realidad de cada sector». «Qué más quisiéramos nosotros que poder subirlo más», añade. Además, recuerda que «la realidad económica en Castilla y León es la que es» y destaca la importancia de ofrecer ventajas competitivas a las empresas que quieran instalarse en Valladolid. De Miguel no ve con bueno ojos otra subida del SMI porque, según ella, la de este año ha contribuido a la ralentización de la creación de empleo y al aumento de la economía sumergida. «Hay que recordar que cada trabajador que cobra mil euros le cuesta 1.600 a la empresa, a lo mejor habría que pensar cómo hacer llegar parte de esos 600 euros al empleado», concluye.