Pablo Álvarez

ZARANDAJAS

Pablo Álvarez

Periodista


Seis en la mesa

29/11/2020

Como mucho, seis en la mesa, salvo que pertenezcan al mismo núcleo de convivencia. Esa la orden para estas navidades. No es una recomendación o un consejo. Es, o será cuando se publique en el BOE, una orden, con todo lo que ello implica. Lo fácil, en este caso, es dar la orden. Lo complicado será hacer que se cumpla.
Hasta donde yo sé, los guardias civiles y policías aún carecen de los poderes mágicos de Papá Noel y los Reyes Magos para pasarse por todas las casas en una sola noche. Y siendo así, ¿de qué manera se va a hacer cumplir esta normativa que pretende aplicar el Gobierno dentro de su plan para el control de la pandemia? No me imagino a los GEO entrando casa por casa inspeccionando cada habitación para ver si se cumple el aforo navideño de cada hogar. 
Nuevamente la responsabilidad recae en cada individuo o en cada familia. No escarmentamos. Ya hemos visto lo que ha ocurrido en los últimos ocho meses cuando se ha apelado a la responsabilidad individual. Los órganos legislativos ponen la máquina de fabricar normas como quien activa una churrera, sin tener en cuenta que hay que hacerlas cumplir, porque si no quedan en papel mojado. Ahora con la pandemia es evidente, pero ocurre en muchos más órdenes de nuestra vida. Sobra legislación y faltan medios para hacerla cumplir. 
Si echamos un vistazo a lo que ocurre ahora con el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos -supuestamente más disciplinados por su cultura anglosajona que los latinos- con miles de aviones que recorren el país de este a oeste para esos reencuentros familiares, no será difícil imaginar lo que no encontraremos aquí en algo menos de un mes. Antes de que llegue esa fecha también podremos comprobar el precio de esa factura en términos sanitarios como consecuencia de esa desobediencia generalizada.
El sentido común dice que el aislamiento social es la única vacuna cien por cien efectiva, pero seguimos dejándonos llevar por esa atracción hacia los nuestros en unas fechas tan señaladas. ¿Estamos preparados para pagar esa factura en la cuesta de enero?
Tampoco ayuda el mercado persa en el que se convierten los consejos interterritoriales de Sanidad en los que cada Ejecutivo autonómico compite por ver de qué manera lleva la contraria al Gobierno y se presenta ante sus ciudadanos como más flexible, colocando la etiqueta de malo al pobre Fernando Simón.
Todos sabemos que no debemos reunirnos, pero nos resistimos a que después del annus horribilis que llevamos, el maldito bicho también se lleve por delante la ilusión propia de estas fechas.