Ricardo Jancke, compositor de buen gusto

Jesús Anta
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Ricardo Jancke, compositor de buen gusto

A principios del siglo XX el cronista vallisoletano Casimiro G. García-Valladolid escribió que la ciudad se honraba de ser cuna de eminentes poetas, pintores y escultores, pero que también contaba con insignes músicos, pocos y algo modestos, remachaba, pero que no por eso dejaban de formar parte del mundo de las bellas artes.

Mas, acaso no fueran tan pocos y tan modestos, tal como han ido poniendo de manifiesto diversas investigaciones sobre el Valladolid musical del siglo XIX.

De entre un buen puñado de nombres que eran compositores, intérpretes o promotores de actividades musicales, hay uno un tanto singular del que faltan algunos datos tales como la fecha de fallecimiento, y el lugar del mismo. Su madre sí aparece enterrada en el cementerio del Carmen, pero no hay registro de él ni de su padre.

Ricardo Jancke, compositor de buen gustoRicardo Jancke, compositor de buen gusto

Se trata de Ricardo Jancke Robbioni, que García Valladolid lo describe como autor de verdadera inspiración y buen gusto, maestro compositor y distinguido profesor, dotado de excelentes condiciones para la música.

De él también nos da noticia María Antonia Virgili Blanquet, en una colaboración sobre la música en el libro 'Valladolid en el siglo XIX'.

Escribe esta investigadora que nació el 6 de marzo de 1844 y que sus apellidos vienen del checo y del italiano. Fue director de las orquestas de los teatros de la Comedia y Lope de Vega, así como en los salones teatro Barbieri y Pabellón Español, en los años que van de 1879 a 1886. Fue socio fundador de la Sociedad Filantrópica y director del Orfeón Pinciano (el más destacado de los orfeones vallisoletanos), y de la escuela de música que se creo dentro de la Sociedad Filarmónica en 1884, con el apoyo del Ayuntamiento. A finales de siglo, Jancke (que con frecuencia se escribe como Yancke), aparece citado como creador de la Sociedad de Cuartetos. Además, escribe un libro con fines didácticos titulado "Rudimentos musicales".

Más importancia tiene, si cabe, como compositor en los más variados campos: zarzuelas, oberturas e intermedios para orquesta, composiciones para orfeones, obras religiosas: villancicos y misas. Tampoco faltaron habaneras entre sus creaciones.

Varias de estas obras tuvieron significada relevancia y se interpretaron en varios teatros de España, tales son las composiciones Mefistófeles y una barcarola titulada El Polichinela, además de sus composiciones para orfeones que llevan por título Diana y El pescador.

Unas cuantas de sus composiciones las estrenó en importantes actos, como Mefistófeles (un baile del género francés), cuando se inauguró el Teatro Zorrilla el 31 de octubre de 1884, con presencia del propio escritor. Así como una pieza titulada La diana de las amazonas cantada por el Orfeón Pinciano en la velada y banquete celebrado en el Teatro Calderón de la Barca en honor de Leopoldo Cano y Masas el 4 de octubre de 1901.

Para conocer su estilo él mismo dijo que los libretos debían hacerse en verso porque se hermanaba mejor con la música, sin que por eso deba excluirse por completo la prosa, pues en algunas situaciones puede mejorar el efecto.

Se le considera entre los compositores vallisoletanos excelentes en el mundo de la canción.

Del origen de su padre, Agapito Jancke Gómez, apenas nada se puede contar, salvo que era el propietario del comercio el "Siglo", en la calle Duque de la Victoria, 4 dedicado a la venta de productos para el cabello y afecciones del cuero cabelludo. Solía disponer de productos para venta o distribución en exclusiva para evitar la caída del cabello, combatir la caspa y erupciones, y también compuestos como para aliviar jaquecas, y neuralgias.