Una carrera codo con codo con Kaoru Mitoma levantó las alarmas. Era el minuto 70 y el 'nueve' japonés iniciaba una carrera desde su campo hacia un contragolpe suicida: Dani Carvajal tenía tres o cuatro metros de ventaja en el autopase imposible que tiró el atacante del Brighton. En el siguiente contacto con el balón, el que tenía más de un metro de ventaja era Mitoma, su pase fue perfecto y menos mal que a Asano le dio por rematar mal... pero en cuanto la pelota salió desviada, las miradas fueron hacia la banda derecha, donde el '20' de España torcía el gesto: Carvajal no encuentra a Carvajal.
El lateral madridista saltó al campo en el descanso, supliendo a Azpilicueta, que con el partido aparentemente resuelto y unas molestias en el sóleo, obtuvo el 'permiso' de Luis Enrique para descansar pensando en posteriores metas. El tremendo cambio de marcha de Japón cogió al defensa con el pie cambiado, frío y sobrepasado, como nunca se ha permitido en su exitosa carrera, marcada por un carácter que le ha hecho indiscutible para todos sus entrenadores (también para Luis Enrique) desde que volvió de Alemania en la temporada 2013/14.
culpables. El fiasco de España fue colectivo, una relajación (similar a la de Alemania en el estreno) que no puede permitirse en un torneo corto: dar la victoria por segura con un marcador exiguo. Sin embargo, en toda 'pifia' se buscan culpables individuales, y el de Leganés fue uno de los señalados. El propio Mundial le castiga con unos números crueles: con Azpilicueta sobre el campo (Costa Rica y la primera parte ante Japón), España acumula un 8-0 a su favor; con Carvajal (Alemania y segunda parte ante Japón), el resultado es una derrota por 1-3. Una mera coincidencia estadística... acompañada por unas malas sensaciones: fue el más flojo de la defensa ante Alemania y apenas aportó ante los 'samuráis azules'.
Y eso que Dani Carvajal peleó duro por llegar en plenitud a Catar. A sus 30 años, con más de 500 partidos oficiales en las piernas, intenta dejar atrás un calvario de lesiones musculares que ya destrozó sus sueños internacionales en la Eurocopa de Francia en 2016 y el Mundial de Rusia en 2018 (sufrió roturas en las dos finales de Champions de aquellos años). Desde la 2016/17, cuando empiezan sus problemas en gemelos y muslos (11 partes médicos), el jugador blanco ha estado casi 600 días de baja (589)y se ha perdido 89 partidos, hasta el punto de que hay temporadas en las que Lucas Vázquez ha jugado más minutos que él en el lateral derecho.
La esperanza de Luis Enrique, quien le conoce perfectamente, es agarrarse a algo incuestionable: cuanto mayor es el reto, mejor ha sido Carvajal. Su palmarés así lo certifica... y es ahora cuando empieza 'lo bueno'.