El Valencia y el Cádiz empataron sin goles en Mestalla, un resultado justo por lo visto en el césped aunque insatisfactorio para los objetivos de ambos equipos, ya que los locales pierden una buena ocasión para reducir mucho su desventaja con la zona europea y los andaluces de poner un poco más de tierra de por medio con la zona de descenso.
Los dos equipos, al alza en las últimas jornadas aunque con objetivos muy diferentes, desplegaron una gran intensidad en su juego, con un Valencia que cedió la iniciativa al conjunto gaditano para buscar eléctricos contragolpes con Guedes y Bryan Gil como puntas de lanza.
Empate insatisfactorio en Mestalla
Sin embargo, los locales se mostraron erráticos en el último pase y apenas inquietaron al meta argentino Ledesma. No sería hasta a diez minutos del final cuando el Valencia dispuso de su primera, y única, ocasión clara de partido tras un remate de cabeza del uruguayo Maxi Gómez que se estrelló en el larguero y cuyo rechace no pudo cabecear a gol Alderete ante la rápida acción defensiva de Alejo.
Empate insatisfactorio en MestallaLa respuesta de los de Sergio González fue inmediata. Un gran centro de Lucas Pérez lo remató Álvaro Negredo e hizo volar a Mamardahsvili, que con una gran parada evito el 0-1.
No cambió la narrativa con el inicio de la segunda parte. El Cádiz dominaba, con buenas circulaciones de balón, pero sin encontrar resquicios en la eficiente defensa local pese al buen partido de Negredo, destilando calidad en casi todas sus intervenciones.
El Valencia, que seguía fiando todo su juego ofensivo a la velocidad de sus puntas, inquietó en un par de acciones de Maxi, aunque el técnico Sergio González veía el partido para llevarse los tres puntos y en un cambio ofensivo dio entrada a Rubén Sobrino, el héroe de la victoria gaditana en la última jornada al Villarreal.
Bordalás respondió con un cambio en su dibujo táctico, retirando a un central como Alderete para reforzar la línea medular con Ilaix Moriba. Bryan Gil, se lesionó poco después en la cadera tras recibir un golpe en su enésimo eslálom, lo que restó verticalidad al cuadro local en un partido cada vez más cerrado.
En el tramo final se redoblaron los esfuerzos defensivos ante los últimos coletazos ofensivos de unos y otros para mantener a cero las porterías. La tardía expulsión de Jose Mari, ya en el tiempo de prolongación, no tuvo incidencia alguna en el resultado.