El tiempo pasa despacio, lento, sin prisa. Las calles permanecen vacías prácticamente durante todo el día, y la vida solo llega con los meses de la temporada estival. Son los pueblos de menos de cien habitantes de la provincia, 64, donde los vecinos son de forma mayoritaria de la tercera edad. Personas en el ocaso de su vida que pasan su jubilación en el municipio tras haber tenido que emigrar en busca de nuevas oportunidades o haber permanecido toda su vida en el pueblo.    

Personas que pasan todos los días de una forma similar y que reconocen que el futuro de sus pueblos, de sus casas de toda la vida, de sus gentes es complicado e incierto. Localidades con una clara ausencia de vida joven. En algunos de estos  pueblos los vecinos más jóvenes tienen casi 60 años. No hay niños o hace más de dos décadas que nació el último, que ya ni siquiera reside en el pueblo. 

Sus vecinos lo tienen claro. Dentro de unos años ya no vivirá nadie, no residirá ningún vecino y las vivencias de sus calles pasarán a la historia para siempre. Josefa Alfonso Riñón, de 91 años, y su hija Transi López, pasean con calma por las calles de Villamuriel de Campos. Van hacia el médico, que pasa consulta una vez a la semana. «Vamos solas por la calle. Casi nunca ves a nadie», comentan. Afirman que la vida pasa tranquila en el pueblo. «Esta mañana he salido a andar por todo el pueblo y no he visto a nadie por la calle». No hay jóvenes. «Yo tengo 91 años, pero hay otro de 92 y otro de 90». Sobre el devenir de la localidad, tienen claro que no le restan muchos años. «Nosotras nos vamos en invierno. Es muy triste ver cómo queda el pueblo». 

270922JT_0142.JPG - Foto: Jonathan TajesDiana Stefanova, de 33 años, es la única joven que vive en Pozuelo de la Orden, donde únicamente se mantienen abiertas «seis o siete casas» durante los meses de invierno. Señala que no tiene coche y la que la vida en el pueblo se hace un poco dura al no haber gente de su edad. «Encima yo no tengo coche y me cuesta mucho más hacer vida en el pueblo», destaca. Los servicios en este pueblo, como en la mayoría de estos municipios, son escasos. No hay tiendas, los productos llegan a través de la venta ambulante. El  médico solo pasa consulta un día y lo hace a demanda. En algunos, no hay bar. El lugar de reunión suele ser un banco con buen tiempo y un salón? en invierno. No son muchas las personas que se ven a diario y, cuando lo hacen, en ocasiones es a la puerta de cualquier vivienda donde se encuentran. 

futuro. La gente mayor predomina en los pueblos y las previsiones que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) ponen de manifiesto que casi uno de cada cuatro vecinos de la provincia en el año 2035 tendrá más de 70 años. En concreto, las proyecciones reflejan que para entonces residirán en Valladolid casi 120.000 personas de más de esta edad, de los 484.000 del total.