La empresa Pistacyl se ha convertido en tan solo año y medio en el epicentro del comercio de pistacho. Las labores de recogida han comenzado esta misma semana en una campaña que será histórica. La compañía ya ha conseguido reunir 53 hectáreas de plantación en la zona sur de la provincia y las instalaciones que actualmente tiene en El Carpio, donde se almacena y manufactura el producto, se van quedando pequeñas. Por ello, la empresa ha tomado la decisión de mudarse a Pozal de Gallinas con sus propias instalaciones. «Estamos en una fase de estudio y la previsión es que en 2024 hagamos la construcción de nuestras propias instalaciones en Pozal de Gallinas. Somos de allí y queremos tener nuestras propias instalaciones, más grandes y más sofisticadas», indica el gerente de la compañía, Alfredo Pérez.
Estas nuevas dependencias se llevarán a cabo con el objetivo de ir aumentando de forma progresiva la producción. «Nuestra intención es continuar creciendo año a año». Actualmente, la compañía cuenta con 12.000 árboles repartidos en 53 hectáreas en diversos municipios. «Comenzamos en el año 2008, cuando con la crisis de la OCM del azúcar apostamos por diversificar nuestro negocio». Alfredo Pérez, junto con su hermano, se han dedicado durante toda su vida al mundo de la agricultura y desde ese año comenzaron a realizar pruebas con multitud de variedades y de plantas en diversos tipos de tierras para intentar conseguir un mejor rendimiento y producto en cada temporada. Llegaron incluso a realizar varias catas a ciegas para apostar por un determinado pistacho.
Durante las próximas tres o cuatro semanas continuarán con las labores de recolección en todas las tierras que tienen repartidas en municipios como Pozal de Gallinas, La Seca, Moraleja de las Panaderas .., con el objetivo de llegar a los 40.000 kilos, lo que duplicaría las cifras de la temporada anterior.
Actualmente, y pese a llevar solo año y medio en el mercado, la empresa ha conseguido ya exportar a Europa sus pistachos y ya ha sido capaz de establecer los primeros contactos con Japón. Países como Francia y Alemania ya conocen el pistacho de la provincia de Valladolid, aunque la competencia está siendo muy fuerte. «Sobre todo, tenemos un problema con las empresa de Estados Unidos, ya que están abaratando su producto en la exportación y está haciendo mucho daño al pistacho nacional. El producto iraní no nos es tan competitivo como el que llega desde Estados Unidos. Está claro que tenemos que apostar por la calidad para conseguir hacernos un hueco en el mercado», explica el gerente.
Las intenciones de la compañía pasan por el aumento de su peso en el comercio exterior hasta alcanzar el 40 por ciento de su producción. «Ahora mismo estamos en un 10 por ciento, pero nuestra intención es continuar creciendo para llegar cada vez a más países». La producción de la compañía es cada vez mayor. La previsión es aumentar en ocho hectáreas durante la próxima campaña la superficie cultivada.
«Queremos llevar el pistacho del campo a la mesa, evitando cualquier tipo de proceso artificial sobre el producto», destaca Alfredo Pérez. El producto ha obtenido el sello Tierra de Sabor Saludable, que certifica aquellos alimentos que favorecen productos favorables para la salud y que contienen al menos un nutriente, cuyo beneficio ha sido reconocido científicamente.